No sé cuántas entregas llevamos
del cazador espacial, pero hace mucho que son demasiadas. Uno de los personajes
principales de ésta anuncia
en su primera aparición: “Recordad: son
grandes, son rápidos y su idea del turismo es jodernos vivos”. Parece la
definición de gran parte de los films de Hollywood actuales.
Por descontado, hay unos
militares híper-ventilados que se topan con el depredador en una misión
selvática, encubierta y nocturna. Por descontado, el testigo superviviente le sobra a las altas instancias, las que sean. Por descontado, la chavala es la científica convocada al laboratorio
ultra-secreto. Por descontado, el niño con asperger o autismo (que van
alternando el diagnostico sin sonrojo) es un genio con la tecnología
alienígena. Por descontado, hay un grupo reclutado sobre la marcha, de
excéntricos basiquitos pero leales, que va a dejarse el pellejo frente al
bicho. Por descontado, la esposa divorciada del protagonista le considera un
gran soldado…
En fin, que si descontamos estos
lugares comunes no queda nada. Un circo de confusión en el que no se sabe a qué
organismos pertenece cada cual, cómo llegan a los sucesivos escenarios en cada
momento, quiénes aparecen allí y por qué, cómo se manejan narrativamente y con
qué objetivos (taquilla aparte) los personajes, los gadgets, los espacios y los
tiempos, qué sentido tiene el comportamiento del depredador, qué coño hacen en
la película los perros del espacio...
Resumiendo: Cada vez mejor.
Porque harán otra, como poco. La consigna es jodernos vivos.
Sin sombra de ironía o mala leche: ¿Por qué las ves?
ResponderEliminarÉsta en concreto porque en ese momento no había otra opción, aunque según cómo las veas te puedes descojonar al límite. Es la única forma de ver estas cosas, de hecho.
Eliminar