miércoles, 30 de diciembre de 2009

coña de penúltima hora


No es nueva, pero tampoco el año que termina lo es. Se trata de otro ejercicio de variantes cinematográficas sobre un mismo argumento, basado en estilos de cineastas y cinematografías fácilmente reconocibles. Anda suleto por la red desde hace años y en cada blog o web el número de versiones varía. Pero, curiosamente, las variantes españolas del argumento se ciñen siempre a Almodóvar y Ozores ¿Aviso para navegantes? A estas alturas podrían cocinarse versiones con Alex de la Iglesia, Amenábar y Coixet, como poco. Quedáis invitados (y Feliz Año Nuevo)


Ahí va:


Idea “original”
Una viuda está a punto de morir. Su mayor deseo es que su hijo se case y le dé un nieto. El joven es gay, pero su madre no lo sabe. Decide darle una alegría y habla con una amiga para que se haga pasar por su novia. La madre muere feliz y contenta. El hijo se acaba enamorando de la chica y se casa con ella.


Versión iraní
Una viuda está a punto de morir. Pasan quince minutos. Su mayor deseo es que su hijo se case y le dé un nieto. Pasan quince minutos. El joven es gay, pasan quince minutos, pero su madre no lo sabe, pasan otros quince. Decide darle una alegría y habla con una amiga para que se haga pasar por su novia, pasan diez minutos. Llega a la casa con ella. Hola, dice, soy tu hijo. Pasan diez minutos mirándose. Está será mi esposa. Pasan diez minutos mirándose. La madre muere feliz en un plano sostenido de quince minutos. Títulos de crédito (despacio).


Versión La matanza de Texas
Una viuda está a punto de morir. Su mayor deseo es que su hijo se case y le dé un nieto. El joven sólo la aguantaba por su dinero. Decide matarla y lo hace con una motosierra. Luego se refugia en una cabaña en el bosque y mata a cinco o seis chicas ligeras de ropa.


Versión David Lynch
Una viuda está a punto de morir. Una cerilla arde. Un hombre tuerto llega. Un gigante dice cosas extrañas. La viuda come pastel y bebe café. Un fogonazo de luz. Llega un circo a la ciudad. Un apagón. La viuda sentada al piano, llorando. Se ve un pájaro. El hombre tuerto toma café en el salón de la viuda. El piano aparece en el río, envuelto en plástico, y con una letra debajo de una tecla. Llega un agente del F.B.I. El payaso del circo aparece asesinado, asfixiado con su propia peluca. El agente del FBI se enamora de una profesora del colegio. Desaparece el microondas de la cafetería. El gigante toma pastel con la maestra. La viuda desaparece. Desaparece el café. Aparece la viuda, que ha perdido la memoria. La maestra tiene una visión, donde una ficha de dominó dice "Los microondas no son lo que parecen". Cannes le da la Palma de Oro.


Versión Walt Disney
Una viuda esta a punto de morir. Cantan una canción. Su mayor deseo es que su hijo se case y le de un nieto. Cantan una canción. El joven no es gay. Cantan una canción. El médico y la enfermera de la madre son bajitos, regordetes y muy simpáticos. El hijo se enamora de una paciente del hospital joven, guapa y rebelde (pero no demasiado rebelde). Elipsis de nueve meses y un día (sí, concretamente ese día). La madre se cura cuando le ponen al nieto en los brazos. Cantan una canción.


Versión 'Cinema Verite'
Una viuda muy pobre muy pobre está a punto de morir. No tienen dinero para medicinas, y su hijo no tiene más remedio que prostituirse para conseguirlo.Conoce a un mecenas rico y empieza a llegar el dinero para las medicinas.La madre sospecha algo, y piensa 'Antes muerta que con un hijo maricón'.Ella dice que ya está bien y deja de tomar las medicinas. Se muere y el hijo abandona al mecenas. "Sólo me querías por mi dinero" dice, antes de quitarse la vida.En la última escena se ve la lluvia y al hijo, andando por la calle, con una maleta vieja atada con un cordel. FINE.


Versión Hitchcock
Una viuda está a punto de morir (asesinada). Su mayor deseo es que su hijo se case y le dé un nieto. El joven, que puede que sea gay o no, pasa el tiempo libre matando a compañeros de facultad con un amigo y metiéndolos en un arcón. Al descubrir la trama que se oculta tras el intento de asesinato de su madre, le echa la culpa al lechero de la esquina (que resulta ser Cary Grant) y mientras este huye de la policía, le da tiempo a descubrir todo el pastel y conseguir a una rubia, que ya ha superado sus instintos suicidas tras cortar con James Stewart. Cuando termina la película descubres que no te quedan uñas y tienes la sensación de que aunque todo pareciera tópico, acabas de ver una obra maestra.


Versión Un Tranvía llamado Deseo
Una viuda sureña está a punto de morir. Su mayor deseo es cepillarse a su hijo. El joven es gay y está enamorado del aparcero de la finca, aunque su madre no lo sabe. El aparcero es del Ku Klux Klan y se dedica a quemar a negros en sus ratos libres. En un descuido con la gasolina, quema al muchacho. La madre se entera de todo y se enamora del aparcero. Se casan y son muy desgraciados.


Versión Almodóvar
Una viuda está a punto de morir. Su mayor deseo es que su hijo se case y le dé un nieto. El joven es gay, pero su madre no lo sabe. Quiere darle una alegría y habla con un amigo para que se vista de mujer y se haga pasar por su novia. La madre sospecha algo (el amigo se olvidó afeitarse el bigote) y decide seguirles. Para pasar desapercibida, simula su muerte, se hace pasar por travestí y participa en un espectáculo de transformista. Se convierte en la reina de la noche imitando a Betty Misiego e inicia giras por España y Japón. En Yokohama se enamora de un industrial japonés que resulta ser quien introdujo (y nunca mejor dicho) a su hijo en el mundo de la homosexualidad. Despechada, mata al industrial, aunque lo hace de tal forma que parece que se ha hecho el harakiri, y vuelve a España tras haberse hecho la estética. Allí se entera de que su hijo ha abierto un club y pide trabajo. El muchacho la contrata, sin sospechar nada, ya que piensa que un travestí japonés dará clase al espectáculo. Tras un mes de éxito y en medio de una canción de Marisol, la madre lo confiesa todo. El amigo del bigote mata al hijo y se casa con la madre.


Versión Destape
Una viuda está a punto de morir. Su mayor deseo es que su hijo se case y le dé un nieto. El joven es gay, la madre lo sospecha y contrata a Ozores para que haga de psicólogo. Tras enseñarle a varias chicas en ropa interior, el hijo decide probar y se lía con la mujer de Ozores. Ozores se lía con la madre del muchacho. Se casan las dos parejas.

domingo, 27 de diciembre de 2009

martes, 22 de diciembre de 2009

Cine español versus cine de Hollywood (4)


Bardem en Hollywood, dibujado por Lois



Bardem en España, dibujado por Marañón

viernes, 18 de diciembre de 2009

Películas atrasadas, capítulo 2: "Talento americano"


La duda
Maryl Streep es un fenómeno único en Hollywood, donde si eres actriz y has cumplido los cuarenta estás cinematográficamente muerta, salvo descomunal talento. Pero hasta la Sarandon y Sigourney –que lo tienen- han terminado por languidecer, mientras la baronesa que tuvo una granja en África sigue encabezando y encadenando carteles en películas de calidad y taquilla. Puede hacer de madre cantarina, de super-editora, de monja cabrona… y ganar de calle a todo el reparto de la película, convertir a su personaje en el personaje del film. Para muestra, La duda. Ella y nada más.

Gran Torino
Clint Estwood es uno de esos americanos raros santificado simultáneamente por la crítica y el público europeos. Aunque a veces las hace malas y tampoco pasa nada por decirlo. Que sea consecuente con sus historias y renuncie al happy end cuando la película lo pide no le hace más grande. Y si así se considera, es que el patio anda regular. Pero ésta de Gran Torino es de las buenas, sencilla y contundente, divertida y triste a la vez. No utiliza un material demasiado nuevo, pero lo utiliza fabulosamente. Y además sale él, con su gesto de más mala leche, haciendo creíble que se imponga en situaciones donde alguien de su edad sería por lo general objeto de mofa. Pero cualquiera se mofa de Clint, aunque te apunte con el dedo.

Enemigos públicos
Mann es un bestia. Lo hace todo en esa línea: Mucha peli, mucha estrella (aunque contrate solo una), mucho escenario, mucha acción, mucho de todo. Y casi siempre le sale. Aquí también. Aunque la historia de Dillinger no esté demasiado explicada, lo que se ve importa, lo que se dice mola, lo que se sugiere seduce. Deep demuestra su carisma enfrentándose a Gable, un juego muy típico del cine (un personaje de película viendo una vieja película) en el que el mito muerto casi siempre gana. Y aquí Gable y Deep empatan, que no es poco. No es una obra maestra, pero da igual. Hay que verla.

martes, 8 de diciembre de 2009

he alquilado un helicóptero

he sobrevolado el paseo de la fama, he abierto la mochila, he sacado tu libro, lo he lanzado al vacío, luego he recorrido las más de dos mil estrellas de cinco puntas sobre hollywood boulevard y vine street y lo he encontrado, seguro que tu mujer lo entiende
(Cita literal de Jorge, nuestro agente en Los Ángeles. La foto también es suya. Gracias, tío)



Por cierto, Jorge, dice mi mujer que esto no es pecado, es puntería.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Planet 51


40 millones de euros lleva recaudados Planet 51, sin haberse estrenado aún en el Reino Unido, Alemania, Francia o Australia, entre otros países con posibilidades de taquilla. Tres de esos millones en su primer fin de semana español y una cifra aún mayor en el Día de Acción de Gracias estadounidense, donde ha ocupado el cuarto puesto entre las más vistas.

La crítica estadounidense no ha sido muy benévola, aunque tampoco pasa nada, que también puede ser muy desagradable con el producto propio, sólo que con ésta nos duele más porque nos toca de cerca. Pero resulta curioso: leídas las opiniones de por aquí parece que los gringos no nos pueden poner pegas... porque para eso ya estamos nosotros.

De la crítica española, me quedo con la de Jordi Costa: “Se echa en falta chispa y carisma en el conjunto, pero no conviene subestimar su condición de más que prometedor primer paso”.

Jordi tiene razón. Como primer paso es más que prometedor. Bastante más. Pero en España nunca tenemos bastante. Se diría que es el éxito de la fórmula de explotación lo que nos molesta, fieles a ese unamuniano exabrupto del “¡Que inventen ellos!”. Por fin sale alguien a batirse con las armas del todopoderoso enemigo, que ni siquiera inventa sino que aplica inteligentemente lo inventado, negocia merchant a todo trapo, vende y estrena masivamente en todas partes, recauda, ofrece un trabajo diseñado con mimo y solvencia visual fuera de toda duda,… pero da igual. Enseguida nos sale el “bueno, pse, flojilla”.

No quiero decir con esto que porque la película sea española y la primera de Illion tengamos que renunciar a la capacidad crítica. La película tiene sus carencias de ritmo (ojo, más ritmo=más millones) y no consigue la profundidad de las de Pixar. Pero Pixar es hoy por hoy un listón imposible de saltar.

Planet 51 arranca estupendamente, se estanca, se recupera, se estanca, se recupera… y aún así se ve con agrado en todo momento y deja una sensación razonablemente buena. Por lo menos no es Madagascar 2, Noche en el museo 2, Shrek 3…, en fin, creo que me explico.

Enhorabuena a Illion. Ojalá sigan arrasando. Y en la próxima seré más crítico, porque su obligación es superarse. Creo que lo harán.