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miércoles, 30 de octubre de 2024

Fin de viaje, Sahara


La película figura como producción de 2023 por algún tecnicismo que actualiza la producción si se restaura material, se añaden minutos de metraje, etc. Porque en realidad se rodó en 1983 y se estrenó en el 85, distribuida entonces por Warner. Recorrió festivales de la época y se vendió a 25 países, incluida China, cosa impensable por aquellos días.

Maru Valdivieso, la chica de la peli, inició su carrera en ella (casi todo el equipo se estrenaba en realidad) y aunque no le duró mucho el "estrellato" (si ese concepto vale para estas tierras), sí la carrera de actriz, que llega a nuestros días. Lo mismo pasó con Enrique Simón. O con el director de foto Javier Salmones, que acaba de estrenar La infiltrada. Con el productor Carlos Taillefer, que ya había trabajado en Cary Cooper que estás en los cielos y seguiría en funciones de jefe de producción, director de producción o productor ejecutivo en títulos tan renombrados como El sol del membrillo, de Víctor Erice o El camino de los ingleses, de Antonio Banderas.

Otra suerte corrió el director de la película, Antonio R. Cabal, que inexplicablemente no dirigió más.

La película original se estrenó con menos de 100 minutos y lo ha hecho ahora con más de 120, reordenada, restaurada, remasterizada y todas esas cosas que hacen en otros lares. Tengo un recuerdo difuso de la versión del 85, así que me resulta difícil juzgar la mejora o no de la narración. El material, eso sí, luce nuevo, como recién hecho.

Su problema, como casi siempre en nuestro cine de un tiempo a esta parte, recae en el guion. Evidentemente, el género "de aventuras" y la aventura misma de rodar en el Sahara lo acaparó todo. Y la propuesta, fresca y natural, se queda un poco en eso, en una historia fresca y natural, donde los dos jóvenes aventureros no son ni demasiado empáticos, ni divertidos, ni templados. Nada sabemos de sus motivos, de la preparación del viaje o de la solidez de esa amistad y la elección de ambos para compartir con el otro semejante reto. Se entiende mejor a Maru, ella tiene motivos para enrolarse con los franceses y jugar a novieta de quien convenga en cada momento.

A pesar de que el sentido narrativo y dramático de la Aventura en una película española de los ochenta no es el que practicaría Hollywood, la historia (aderezada de escenarios de espectacular belleza), se ve con interés, incluso amenidad, prácticamente de principio a fin. Merecería atención en este 2024 por parte de la Academia de Cine, más allá de organizar el pase gratuito al que tuvimos el placer de asistir. 

Buena suerte en los Goya, vieja tropa valiente.


    

jueves, 9 de noviembre de 2023

XVIII Festival de Cine Inédito de Mérida

Aquí está de nuevo el Festival de Cine que más me gusta de los que cada año se celebran en España, el que se hace por pura vocación de servicio cultural al ciudadano, por unos tíos entregados, sensibles y eficientes, que además son mis amigos.

Hoy han presentado la sección oficial y la programación por días, que cubre del 16 al 25 de noviembre. Aquí van las pelis, para quien tenga la fortuna de ir, vivir o estar en Mérida esa semana.









Y además, la imprescindible sección Cine y Escuela, los talleres de Cine Asiático, la película sorpresa, la revista y todo lo demás. Hecho con mimo, para darle mimo a tanto cinéfilo desamparado como hay por ahí (muchas de esas películas nunca llegarán a estrenarse en los cines extremeños).

Así que a por todas.

Y a vosotros, Ángel Briz, David Garrido Bazán y compañía, os digo lo de todos los años, con la esperanza de que lo sigáis haciendo hasta que yo vuelva y aún después: Gracias por resistir. 

festivalcinemerida.com 

jueves, 3 de marzo de 2022

Dos meses

 

Ahora que llegan los Oscars, con sus nuevas (y varias sangrantes) renuncias de cara a emitir con éxito para grandes audiencias cada vez más esquivas, podemos detenernos una vez más en el duelo David y Goliat.

Empecemos por David. Teniendo incluidas la última semana navideña y la entrega de los premios Goya, conseguir una recaudación total en cines de menos de cinco millones entre enero y febrero, por muy David que se sea, es para mirárselo. El cine español va buscando huecos en la cartelera en lugar de abrirlos. Y es muy mal sistema, porque cada vez quedan menos huecos (de los que no les interesan) para lo que no sea hollywoodiense.

Sigamos con Goliat. Agotadas las poderosas creatividades que aguantaron allí hasta el fin de siglo y mantuvieron su eco la primera década del actual, la aplastante victoria del gigante me resulta hoy incomprensible: se está convirtiendo en una fábrica de videojuegos más que de sueños.

Acortar su ceremonia anual de premios cinematográficos, llevándose por delante categorías tan trascendentales como el montaje, dice mucho de lo que le está pasando. El cine de Hollywood quiere seguir siendo un producto joven, pero los seguidores de las galas televisivas tienen una edad. Y las películas que más ruido hacen (en todos los sentidos), son de la otra, de la edad del móvil, el meme, el tik tok. Así que aumenta el desinterés de los televidentes de gala por los premios, para colmo hacia un cine en el que se reconocen cada vez menos. 


En fin, que el aparataje de Hollywood es ya prácticamente monocorde, salvo por una docena de producciones de cierto prestigio y “qualité”, o unas pocas rarezas que pillasen distraído al jefe de reuniones del Estudio. Antes eran algunas más las que se salían del mega-espectáculo prioritario (el súper-heroico, el apocalíptico o post, la franquicia imposible), pero la variedad de géneros tradicional se ha trasladado a las plataformas y los directores con inquietudes han salido pitando para allá, cada cual a la que le acoge o al mejor postor. No hay más que ver en dónde están produciendo casi todo, aquellos cineastas que fueron pesos pesados en salas comerciales, y qué presencia les dedican sus distribuidores a esas salas, mientras las películas aterrizan simultáneamente en la tele de pago.

Hasta el viejo Coppola, para una producción grande “pero no me pase la llamada, joder, acuérdense de Cotton Club”, tendrá que rascarse el bolsillo si quiere rodar. 120 millones de dólares de su particular fortuna, con los que levantar un gran proyecto fuera de los tres sobados temas a los que hoy se aplican presupuestos de ese tenor.


En resumen, que la alternativa para el producto local –David- no es hacer blockbusters que compitan con los suyos –Goliat-, porque no se podrá, evidentemente. Eso en España solo le ha salido bien a Bayona, con muchísimo presupuesto, actores de la competencia y en inglés. Pero miremos hacia otros proyectos de “espectacularidades” locales y en nuestra propia lengua: Los últimos días, Superlópez, Combustión, Orígenes secretos... no sé cómo miden el fracaso sus productoras, pero a mí no me parecieron éxitos logrados (aunque algunas de ellas tengan mucho rescatable). Esa fórmula copista sólo sirve si te mimetizas con el modelo completamente y escoges géneros sin desmesuras presupuestarias obligatorias. El último caso, Way Down, plana y tópica como ella sola, pero resultona como película de atracos imposibles, pura evasión.


España podría competir perfectamente con suspenses bien tramados (ahí está Oriol Paulo), policiales agrestes (Rodríguez, Monzón), las comedias de toda la vida (nos daban repeluco el landismo y el ozorismo, pero joder qué racha llevamos), el terror acotado en espacios inquietantes, el cine social y los cuatro autores anuales de firma... Eso, por mencionar lo que ya se hace y apelotona su estreno en octubre y noviembre, inexplicablemente.

Pero siguen casi del todo descartados varios territorios jugosos y rentables: el cine periodístico o cine-crónica, el cine romántico, el cine bonito. Del histórico y el épico ni merece la pena hablar. Aparte de que volvemos a los presupuestos de primera, entran los idearios de carnet a la embestida y, para nuestra desgracia, el que no queda rojoperroflaútico queda facha de mierda (¡Qué país!).

Sea como sea, el año tiene doce meses, no dos. Y esta última evidencia vale lo mismo para los dos meses en los que nuestro cine concentra todos los estrenos fuertes, como para los dos meses en los que recauda cinco exiguos millones.


jueves, 12 de noviembre de 2020

Dando el cante

 

Se dice, y es verdad, que los intérpretes hollywoodienses (anglosajones mayormente), son muy completos en su formación: que actúan, cantan, bailan… todo lo hacen bien. Tienen otras bazas con las que manejar estos recursos, claro. A saber: un presupuesto que permite ensayar los pasos del directo hasta la extenuación y cortar y repetir cuanto haga falta en lo filmado. Los mejores maestros, músicos, arreglistas, estudios de grabación y técnicos para que cante bien hasta el más grajo de la lista. Y desde luego, al que no sabe, ni puede aprender a tiempo, no se le mete en estos jardines a hacer el ridículo (léase nuestro mítico momento bochorno del anual "Goying" extremo).

Dicho esto, en la cinematografía del equipo local, extensible si nos ponemos estupendos a todas las que comparten el habla hispana, existen y han existido siempre profesionales con capacidades tan luciditas como las de los anglosajones.

Con ese desparpajo tan del terruño, nos parece digno de todo elogio que Meryl Streep cante temas de ABBA, Hugh Jackman sea un estupendo bailarín-cantante, Anne Hathaway y Emma Stone salgan más que airosas de musicales puros y duros, Michelle Pffeifer susurre molona un temazo de jazz sobre un piano. O que Eddie Murphy cante reagee de fliparlo y la bella Scarlett tuviera grupo y disco. Todos son dignos de aplauso, no se me malinterprete.



Pero, en el mismo Hollywood yeyé, Banderas para Evita estuvo magnífico, aunque la película fuera una castaña (cosa que por cierto comparte con Los Miserables de Jackman y Hathaway). Penélope bailaba estupendamente en Nine (tiene formación específica para ello), y hace gorgoritos donde toca, o playback, que Almodóvar las gasta así. 

Leonor Watling canta de coña, Nawja Nimri cultiva los dos palos con talento, la Velasco lo hacía todo y bien, Ana Belén es una actriz muy solvente con una voz de oro. Por no irnos a clásicos obvios de las dos orillas, Imperio Argentina, Carmen Sevilla y Sara Montiel, Jorge Negrete, Pedro Infante, Gardel, Yma Súmac,… Más cerca en el tiempo, Sacristán se curró El hombre de La Mancha, y Carlos Hipólito Sonrisas y lágrimas, para esa especie de teatro broadway-cañí que exportamos hace ya años a la Gran Vía con notable éxito… 


En fin, cantantes que actuaban e intérpretes que cantaban hemos tenido siempre, incluyendo niños prodigio exprimidos como limones en la más pura tradición del cine mundial. El catálogo completo… para dar y tomar, que donde las dan las toman. Así que disfrutemos del talento, lo tenga quien lo tenga, antes de que los próximos Goya nos peguen su recurrente bofetada en nuestra maltrecha autoestima. Ahí va un botón de talento, Inma Cuesta:

martes, 3 de septiembre de 2013

La noche de los generales



Cómo se lo curran al otro lado del charco (¿qué pinta Jobs ahí?, solo el pintor lo sabe). 

Pero eso sí, cualquier día mi compadre Benjamín Lois y yo mismo enloquecemos, tiramos de lienzos, pinceles, óleos y botellas de vino y hacemos nuestro propio mosaico de espadones:

Javier Bardem, José Sacristán, Luis Tosar, Antonio Banderas, Miguel Rellán, Emilio Gutierrez Caba, Antonio de la Torre, José Coronado, Javier Cámara, Santiago Ramos, Antonio Resines, Juan Diego.

O con los generales que ya entregaron el equipo, aunque aquí le añadiríamos otro par de hileras al mosaico:

Fernando Fernán Gómez, Paco Rabal,  Alfredo Landa, Juan Luis Galiardo, Carlos Larrañaga, Sancho Gracia, Fernando Guillén, Tony Leblanc, Antonio Gamero, José Luis López Vázquez, Agustín González, Manuel Alexandre, José Bódalo, Rafael Alonso, Alberto Closas, Adolfo Marsillach, Pepe Sancho, Pepe Isbert, Manolo Morán, Alberto Romea (se lo comieron los indios).

Luis Cijes, en cuadro aparte, a caballo puesto de manos y señalando al infinito, en plan Napoleón. Será el apocalipisis.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Buñuel y Hitchcock

Otra pareja de la exposición que se celebra hasta el 2 de diciembre en el Festival de Cine Inédito de Mérida www.festivalcinemerida.com Con texto cortesía de Oti Rodriguez Marchante, Crítico de cine de ABC:





Buñuel y Hitchcock, cruce de venenos

Aunque lo tuvieran perfectamente planeado, iba a resultar imposible conseguir el crimen perfecto: Hitchcock nunca convencería a Buñuel para que se bebiera el vaso de leche envenenada y Buñuel sería incapaz de mancillar un dry martini con unas gotas de cianuro para acabar definitivamente con la sorna incorrecta de Hitchcock... Pero el plan estaba en marcha. ¿Cuándo?... Pues en la única ocasión en que se tuvieron realmente a tiro, durante aquella tranquila velada en Los Angeles en 1972, de la que queda el testimonio de una fotografía en la que aparecen, además de Hitchcock y Buñuel, otros gigantes como William Wyler, Robert Mulligan, Georges Cukor, Robert Wise, Billy Wilder, George Steven y Robert Mamoulian... Fue una tarde tranquila, en la que ambos se confesaron su admiración y su indefensión ante las rubias frías y las pasiones calientes, su obsesión por el vértigo de los campanarios, por una pierna cortada, por la crueldad y los sueños. Y con el sosiego de las confesiones, llegó la armonía de dos frases de diálogo:

-Bébete el vaso de leche, Luis, antes de que se enfríe.

-Sí, pero déjame que te prepare antes mi mejor dry martini

...............................................

Los dos principales sospechosos, Fernando Rey y Vincent Price, tenían una coartada perfecta: no estuvieron en el lugar de los hechos. Pero llegaron a tiempo para destruir las pruebas. Vincent Price vació el azucarero y Fernando Rey lavó la copa de cóctel.

Oti Rodríguez Marchante.

martes, 22 de noviembre de 2011

Thelma y Chus

La foto de calidad tendrá que esperar, pero aquí están, Raimunda, tus chicas favoritas, para que puedas echarles un primer vistazo:



Thelma y Chus

Una se las imagina quedando en alguna cafetería del centro, de las de toda la vida. Chus pediría un café con leche y un bollo suizo o una magdalena para mojar (le encantan, las guarda bajo llave). Y Thelma un cortadito, largo de café (al que le añadirá, sólo para alegrarlo un poco, un chorrito del bourbon que lleva en una petaca en el bolso).
A falta de nietos, hablan de directores. “Pedro me ha dado recuerdos para ti” “¿Qué tal está?” “Anda un poco mustio, como vaca sin cencerro” “Ya se le pasará, mujer””Ya le digo yo que ha perdido el lustre, que no me come””Bien hermoso que estaba, la última vez que lo vi, como Hitch””Chica, ese sí que era de buen comer””Y un poquito especial, Chus… no veas la mala uva que gastaba”.
Va pasando la tarde y de repente se ponen melancólicas. Y hablan de hombres. Chus tuvo una vez un marido que era el doble de Franco, fíjate tú qué plan. Y Thelma, otro marido que la dejó por su mejor amiga y que un día fue con la otra al desierto de Nevada, donde vivía ella. De visita, el tiparraco. Y Thelma detrás, porque, a pesar de todo, lo echaba de menos. Estaba allí Marilyn, pobre chica. ¿Son las películas o es la vida? ¿Es que no son lo mismo?
Mujeres que tienen tanto que contar, que han vivido tanto en el cine. Han sido graciosas y trágicas. Porteras y criadas. Secundarias, pero nunca segundonas. Tan auténticas que nunca pasarán de moda.
Nunca se conocieron. No hablaban el mismo idioma. Una de ellas ya murió. Pero a mí me gusta imaginarlas así: quedando un día para merendar en una cafetería de las de toda la vida. Quejándose de este dolor de piernas. Criticando con cariño a los directores (Almodóvar, Hitchcock, Berlanga, Mankiewicz, Trueba, Fuller…nada menos). Thelma preguntando por el pueblo de Chus. Chus preguntando por el barrio de Thelma. “No queda un viejo… lo que es menester es que pare ahí, en los viejos”. Despidiéndose con sonoros besos. Alejándose con pasos decididos. Eternamente divinas.

Raimunda. Cinéfila.

Ayer empezó el Festival


La VI edición del Festival de Cine Inédito de Mérida ha empezado. Toda la información en www.festivalcinemerida.com

Benjamín Lois y yo hemos puesto nuestro granito de arena en ella:

viernes, 7 de octubre de 2011

David y Goliat: Zulueta versus Lynch

Pero Zulueta lo hace en el 79, siete años antes que Lynch.




lunes, 28 de marzo de 2011

una escena inmortal de western

¿Os acordáis de la última escena de Sin perdón, cuando Eastwood entra en la taberna a ajustar cuentas? Pues lo mismo, pero sin pistolas: Basta la voz de trueno de Fernan Gómez para abatir uno tras otro a todos los villanos del pueblo. Como en la de Eastwood, también es una noche en la que llueve mucho. Antológica.

viernes, 18 de junio de 2010

Lois me lleva ventaja


Aunque yo la he visto ya acabada -y quita el hipo- ahí va la actriz Carla Nieto en Trash, inconclusa pero algo más avanzada de lo que está su equivalente norteamericano (esa cae en mi campo).

Se admiten apuestas sobre quién de entre las chicas malas de Hollywood va a compartir con ella pared expositiva y rock and roll.

miércoles, 26 de mayo de 2010

mientras rematamos nuevos davides y goliates

Jack, de Marañón

Nadie es perfecta, de Lois

Vértigo de Marañón


Marx brothers, de Lois



Indi, de Marañón




La Garbo, de Marañón


La Bergman, de Lois


Aquí van algunos históricos de Lois y Marañón, para amenizar la espera.
Esperamos que os gusten.

jueves, 8 de abril de 2010

Los "enfants" ya tienen quien les escriba

Almodóvar de Marañón

Tarantino de Lois

Luna, cinéfila de raza, se ha apuntado al juego de espejos de David y Goliat escogiendo una pareja con mucho riesgo. Aquí está su visión, que completa la nuestra. Gracias de nuevo, amiga.



Les Enfant Terribles


Como Carmen Maura pidiendo “riégueme”, aquí Almodóvar está pidiendo a su cámara “cómeme”, en una pincelada caníbal al más puro estilo de “el último verano”. “Devórame y hazme tuyo”. Y así, el director se convierte en vasallo de sus imágenes.

Quentin se sale del marco, de lo ético, de lo establecido, sufre claustrofobia de la vida y se expande hasta el infinito, se golpea en los vértices y juega a la ruleta rusa del descaro con la desfachatez del timador.

Pedro se dedica a realizar especialmente cine “de-para-con” mujeres, ahondando en los más íntimos miedos, en sus valentías, su coraje, su sensibilidad, su sexualidad y enfatiza la camaradería femenina (tan poco destacada en el cine).

Quentin se especializa, sin embargo en un cine “de-para-con hombres”, despuntando el lado más brutal, más salvaje, más grosero, más violento y más inmaduro, “adolescentes eternos”.

Y los dos van de la mano, dos niños traviesos, curiosos, provocadores, “Les Enfant Terribles”, queriendo llamar la atención, dos “Peter Pan” gamberros, dos criaturas perdidas que desean ternura, que alguien les haga una caricia en la mejilla, y les alborote el pelo y con ello haga desaparecer su enfado con el mundo.

lunes, 15 de marzo de 2010

Cine español versus cine de Hollywood (8)

Los camaleones de Fernando Marañón: Robert De Niro.

Los camaleones de Fernando Marañón: Javier Bardem.

Los camaleones de Benjamín Lois: Javier Bardem.

Los camaleones de Benjamín Lois: Robert De Niro.

viernes, 22 de enero de 2010

Cine español versus cine de Hollywood (7)


Pareja de caníbales: El señorito Iván, por Marañón


Pareja de caníbales: El doctor Lecter, por Lois

P.D: Esta noche reponen en la tele Los santos inocentes. Una oportunidad impagable para ver a "nuestro caníbal" en acción.

martes, 12 de enero de 2010

Cine español versus cine de Hollywood (6)


Enfant terrible Almodóvar, por Marañón


Enfant terrible Tarantino, por Lois


martes, 5 de enero de 2010

Cine español versus cine de Hollywood (5)

Sara Montiel, por Marañón


Ava Gardner, por Marañón


LA FOTO QUE NO PUDO SER

Cuentan en los mentideros de Sunset Boulevard que dos divas del cinematógrafo coincidieron una vez en un escenario bien diferente de un plató.

En el cártel de las Ventas Luis Miguel Dominguín, matador de toros y de pasiones, se pavoneaba dispuesto a hacer alarde de gallardía y arrestos aquella tarde. Entre el público se encontraba, sin novedad en el frente, una morena que rasga el alma, la Gardner. Situada en el tendido sombra, su mirada turba lo mismo que bajo los focos de Siodmak. La plaza como un universo en miniatura giraba en torno a ella mientras los flashes la inundaban en ese peculiar firmamento de albero.

Al cesar la lluvia de luces la star se llevó coquetamente la mano al cabello en un gesto arrebatador y estudiado, mil veces repetido, y aprovechó, encantada, para escrutar la plaza. De pronto surgió a su izquierda un agujero negro, otro astro que absorbía toda la atención, era la Saritísima de España que llegaba, como si con ella no fuera la cosa, cogida del entonces su marido, el genialmente anciano Anthony Mann.

Tras sentarse y saludar con naturalidad a la prensa ya se disponían a disfrutar de la faena cuando los espléndidos luceros de las bellezas se encontraron. Surgió un instante de tensión, de constelaciones opuestas cuyas irresistibles fuerzas de atracción se disputaban todos los planetas, de ojos verdes y piel morena, de sangre de toro y barras y estrellas, que parecían acallar a la plaza ante el peligro de una catástrofe colosal.

Ava lanzó una sonrisa, amable pero no excesiva, que nuestra Sara, engalanada de alhajas que no podían competir con su piel, recogió y devolvió flanqueada por un Tony caballeroso que amagaba con levantarse.

Sonaba ya a toriles y pezuñas cuando unos hombres partían al centro del ruedo en su ritual paseíllo. Acto seguido se apagan los focos, enmudece el coso y empieza la fiesta.

Texto por cortesía de Juan Laborda, cinéfilo y novelista
autor de La casa de todos, actualmente en librerías