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martes, 25 de octubre de 2011

Trash entre amigos. Vuelve la sobrina

¿Qué os creíais? ¿Que la crisis había reducido nuestra plantilla a la mitad? ¿Qué ya nadie hace eventos a los que la sobrina pueda acudir para ahorrar en canapés, photocoles, famosetes y alquiler de local? ¿Qué si que los hacen pero habían dejado de invitarnos? Nada de eso. Aquí está la sobrina, aprovechando que el mal tiempo la ha despegado por fin de su tumbona analógica para compensar digitalmente la crítica sesuda, los arrebatos de nostalgia y las video-faenas de aliño de su tío.

En definitiva, que vuelve la sobrina, más sobrina que nunca. Aquí la tenéis:

Imagina:

Una sala. No demasiado grande. Llena de jóvenes. La peor película disponible en el mercado de Canal + (y puede ser la peor película del universo, no lo dudéis por un instante). Cuatro gamberros con micrófono y uno de ellos es director español.

¿Cuál es el fin de la reunión? Poner a caer de un burro a la película y decir todo lo que se te ocurra a cada instante. Gritar, aplaudir, levantarte, reírte a carcajada limpia… Si, todo lo que se prohíbe habitualmente en un cine. Pues el viernes 21 nos saltamos las reglas que dio gusto. ¡Mucho gusto!

Comentarios ingeniosos para escenas repetidas por enésima vez (llegamos a ver la misma escena 5 veces), comentarios aun mejores para el escenario, para la caracterización y sobretodo para los personajes realizados por ordenador. Y no olvidéis que un doblaje estrepitosamente malo, siempre puede ser re-doblado y reirte a carcajada limpia.

Nada mejor que reunir a Nacho Vigalondo, tres cafres más, Steve Urkel, un cocodrilo gigante y un tiburón gigante, para pasar la mejor noche de Cine (y no se si calificarlo de español, ya que el principal autor de aquella disparatada historia era un español) que recuerdo de los últimos años.

¡Dios mío, quiero repetir!

Pero bueno, esto no era un hecho aislado, sino que era una más de las propuestas del festival de Canal + para promocionar sus series ( y más claro: que te abonaras, leñe!). Y no repararon en hacerlo.

Las series salieron a la calle, y la sobrina también. Así que os cuento que vaya la que liaron los de Canal+: Que si estrenos de series, que si actores, que si directores, actividades para enanos… ¡No dejaron un cabo suelto!

Pero a mi lo que me cautivó fue la actividad realizada el viernes por la noche. Y si, digo actividad, porque lo de ir al cine y comer palomitas eso ya no me parece ni actividad ni nada. Que si, que mucho intelecto en algunas y mucho abstraerse en otras, pero no me hacen cómplice de nada. Y creo que es momento de romper y hacer cosas nuevas. Que estamos en la postmodernidad, caballeros (y señoritas…)

¡Innovemos! ¡Los individuos queremos interactuar!

http://minchinela.com/trashentreamigos/

lunes, 2 de agosto de 2010

La sobrina hace su agosto (1)


Vaya un verano de acción que llevo. No precisamente por tener que quedarme un agosto más en Madrid, que no es de lo más emocionante que se puede hacer, pero para todos aquellos como yo, que les toca pasar así este apasionante verano, queda el cine.

No vamos a decir que el verano suela ser el momento de los mejores estrenos, pero si al menos suelen resultar películas entretenidas. De esas con las que no te importa pasar la tarde, fresquito (a veces demasiado) en buena compañía y con unas ricas palomitas.

Hace una semana pude disfrutar de unas buenas carreras de coches, motos, disparos… esas cosas que son tanto de pelis americanas como de videojuegos. Noche y Día no me defraudó, teniendo en cuenta la baja expectativa con la que entré a verla. Pensé que al menos los actores me harían disfrutar, aunque el diálogo no fuera brillante. Y en fin, pasé un buen rato.

Me dijeron hace unos meses que debía sacar las uñas y atacar con fiereza las malas películas… pero no se por qué extraño motivo, no me siento tentada a ello en este momento.

Los personajes me parecen prototípicos de las películas de acción: el tío bueno-caballero que sabe salvar a la dama de todos los apuros, pero que además tiene un gran sentido del humor. Una mujer que no ha viajado nunca y no conoce más que su ciudad y que tiene la ingenuidad a flor de piel. Unos mafiosos, muy malos con mucho poder y dinero (y en una bonita ciudad española). Pero algo te hacía mantenerte en el sillón sin ganas de irte (y lo dice una sobrina que había dormido 3 horas la noche anterior). Recuerda a todas las de James Bond, en la que, aun a pesar de que sabes como acabará, te ves la película tranquilamente. Con una intriga añadida, que no hay en las películas de Bond, donde sabes quién es el bueno y quién es el malo en todo momento.

A favor de Tom Cruise, diré que parecía que era un personaje a su medida (y no va con ironías, ya sabemos que de altura no está sobrado el muchacho), se le veía en su salsa. No así me pasó con la prota, quien no tiene una cara de ingenua y patosa como se pretendía con su personaje. Aun así, me quedo con una escena de Cameron en el baño del avión. Risas como las que pasé en ese gag, la verdad es que hacía tiempo. Igual es que una se sentía demasiado identificada (de hecho, fuimos más de una las que nos reímos en ese momento).

Algo que notamos al final es que las diferencias de medida (éstas si, de altura), no se perciben en ningún plano. Algo que debió de estar muy meditado y no creo que fuera demasiado fácil. Aunque, para premeditada y muy mal hecha, la escena de la moto, si la del cartel, la cual transcurre en unos San Fermines en Sevilla. ¡Óle! No sé que más decir ante unas imágenes fatalmente hechas a ordenador, en las que los vehículos y los toros van a la par, y hasta entran todos en la plaza. En este momento también me reí de lo lindo, por no echarme a llorar. Cosas de “guiris” un tanto peculiares. Les pasa como a la prota: paletos que no salen de su sitio con una gran ingenuidad y una genial manera de cagarla.

Pero bueno, podemos decir que me dejó buen sabor de boca, que fue amena, que además me salió gratis (las amistades que trabajan en los cines son geniales…), y me pude burlar de los americanos y sus “americanadas”. Pero, ¿por qué no? También voy a meterme con los traductores del título. Me ponen enferma esas cosas. ¿Qué tendrá que ver Noche y Día con la trama en cuestión? El título original Knight and Day (caballero y día), tenía un curioso juego de palabras, en el que se hacía referencia a la película y los traductores han pasado de él y también de traducirlo literalmente. En fín, ellos sabrán (o no).

martes, 18 de mayo de 2010

Mus’t Awards

El lugar: el edificio Telefónica (¿o ya lo tenemos que llamar Movistar?). Hora: las 20.00. Motivo: entrega de premios de Mus’t Awards. Para ponernos a tono, os contaré que Must es una revista de formato digital de moda, música, cine… un popurrí de cosas glamurosas. El caso es que no está mal, y la de este último mes se la han currado, haciendo 12 portadas diferentes y 12 sesiones de fotos a unos cuantos artistas. Entre ellos, nuestra Carla. ¡Madre mía! Cuanto glamour y sensualidad se reflejan en esas fotos.
Pero lo que fue el festejo de su primer aniversario… nos dejó un poco chafadas.
Nada más llegar, me sentí como una maleta en un aeropuerto: pasamos de mano en mano por todo el edificio hasta llegar a la zona del photocall. A mi aquello me recordó la cola de un baño. Todos allí apiñaitos, esperando el turno para pasar y con espejos donde retocarse. Una vez iban saliendo a la sala, presentados y diciendo de quienes eran los trapitos que llevaban, iban a una especie de mini escenario en el que hacerse las fotos. Bastante mal iluminado, todo sea dicho. Y de ahí... pues pasaban a la selva de periodistas, todos por la sala de un lado a otro, hablando con unos y con otros... allí había un batiburrillo que no he visto en ningún otro evento. De hecho, el photocall debe estar al entrar en el lugar. Eso si, una gran convocatoria de gente y de medios. Aunque no sé si el que apareciera fue hecho con un poco de trampa… Me reservo un poco…
Lo que fue la gala, pues mal montada también. El presentador estaba en un foso, con todos nosotros mirando desde arriba. Y hacer un Play back en una gala con todos tus compañeros de profesión me parece echarle unas narices enormes al asunto. Y eso fue lo que hicieron el grupo Venus (muy monas vestidas, eso si. Me enamoré de sus corsés de los Kiss, Guns n Roses y Metallica). Pero este numerito musical nos lo solucionó al final de la gala Soraya con su gran voz. Me dejó impresionada, tanto con lo feo de su vestido, como con lo increíble de su voz.

La gala terminó dando un premio a la mejor vestida de la noche… pero aquí creo que también hubo un poco de tongo. No es por nada, pero como Carla, ninguna. De hecho la que ganó, Macarena Gómez, llevaba un vestido con bastante parecido al de mi acompañante. Y por lo visto le habían ayudado en la revista a escoger vestido, y eran los de la propia revista los que daban el premio. ¿No os parece un poco extraño?

Pero bueno, el resto de los premiados: Soraya: mejor portada; Vega: mejor canción; Bustamante: mejor cantante; Amaya Salamanca: mejor obra de teatro; Se lo que hicisteis: mejor programa de entretenimiento; La pecera de Eva: mejor serie de televisión; Luis Fernández: revelación; María Castro: mejor actriz; Yon González: mejor actor.

Faltaron premios por dar y me pregunto por qué… ni al mejor comunicador, ni al mejor modelo, ni al videoclip… pues eso, cutres hasta para eso. Esperemos que el año que viene se lo monten mejor.

A las 21.30 ya estaba todo acabado. Suponemos que la gente se quedaría allí tomándose unos tintos de verano y unas sangrías en lata (que dejaban mucho que desear), pero Carla, Elena Ballesteros, su amiga y yo, que habíamos visto la gala juntas, decidimos que aquello no era para nosotras. Así que nos fuimos a cenar picar algo. Fue una cena divertida. Juntad a cuatro mujeres y no dejaremos títere con cabeza: ni a suegras, ni ex, ni actrices, ni catalanes… pero nada, todo entre risas muy sanas.

Una agradable velada en la que pude ver de nuevo a gente interesante, guapa, simpática y hasta pude ver los abdominales del Busta en persona (que en petit comité, a la espera de entrar en el photocall si que se levantó la camiseta… y yo no pude evitar mirar)… si es que el glamour es increíble.

La Sobrina

viernes, 14 de mayo de 2010

Esto no puede seguir así

Esto no puede seguir así, lo sé. Me he demorado demasiado al no escribir nada en todo este tiempo sobre el evento del año. Por lo que, en primer lugar, pido perdón. Pero no os preocupéis que la sobri viene de rebajas: 2x1. No solo comentaré sobre nuestro circo particular, sino también sobre el circo de los artistas que se reunieron en la última gala de premios. Aunque todo a su debido tiempo, claro. No nos vayamos a atragantar.
¿Qué deciros sobre la presentación del pequeño gran libro? Realmente creo que no puedo ser demasiado objetiva, pero en fin, nadie me lo pide. Incluso se prefiere todo lo contrario, así que diré que fue estupendo.

La cosa comenzó en una pequeña sala llena de libros, con grandes cristaleras, por lo que podía pensarse que éramos como peces lectores en una pequeña-gran pecera. Escuchar a mi tío desvelar gran parte del libro resultó ameno, y la verdad es que consiguió hacernos reír unas cuantas veces e incluso enternecernos al hablar de sus niñas, que allí estaban para darle una sorpresa al papi.

Resultó una agradable velada en la que me reencontré con lectores asiduos del blog, que me hicieron de nuevo sentir alguien interesante, así que de nuevo: gracias. Encantada además de conocer al “anónimo” que aquel mismo día se había decidido a escribir en él y a Alberto Granados, que se nota que es un maestro de la entrevista y conoce al Marañón. Pero vamos, lo que más encontré por allí fueron una gran cantidad de familiares, lo cual me resultó un poco como una reunión de esas navideñas. Pero había varias cosas buenas añadidas: el picoteo y el bebercio fue todo a costa del tito y no del bolsillo de los demás… y hacía un tiempo estupendo.

No puedo decir cuántos libros firmó ni vendió (eso si quiere que nos lo escriba) pero sí sé que estuvo realmente acaparado. Parecía una gran estrella mediática… ¡si hasta tuvo entrevista ante la cámara!
No puedo terminar estas líneas sin dar gracias a mi acompañante de la noche y del look: El "sobrinísimo", que aun estando lejos vino a pasar la velada con nosotros y que luego me llevó a tomar unos ricos mojitos. En fin, tuvimos los filósofos oportunidad de filosofar, reír, recordar algo de biología y cuales eran nuestros cromosomas, alardear de haber leído grandes obras… en fin, que lo pasamos en grande al lado de un grande.

Tanto, que si pasáis ante la biblioteca nacional podéis ver su nombre en letras naranjas: MARAÑÓN. (siento no adjuntar fotografía, pero es por respeto a Don Gregorio). Con vuestro permiso, me despido. Y lo dicho, os vais leyendo esta crónica y en muy poquito os cuento mi paso por el photocall de los premiso Mus’t Magazine. La Sobrina.




sábado, 1 de mayo de 2010

Alicia en el país de las maravillas


Mientras llega otro evento en vestido de cóctel, con photocall, canapés y glamouuuur, la Sobrina se mantiene en forma enviándonos esta crítica a la última de "malospelos" Burton. Menos mal que no la invitó a la premiere en L.A. Le hubiera dicho unas cuantas cosas, como éstas:


Resulta sorprendente como un conjunto de elementos jugosos y apetitosos pueden dar lugar a manjares que dejan un sabor agrio y poco agradable.

Cuando la factoría Disney, Tim Burton, Johnny Depp y un gran reparto de actores deciden presentar el remake de una película que ya en su momento resultó original y estrambótica, uno piensa que es una genial idea. El director sabe como presentar ideas originales y hacer pasar grandes ratos (siempre que te guste su estilo particular).

Pocas personas conozco que una vez vista la dichosa película, sigan pensándolo.

Entré en el cine con mi amiga, esa gran amiga que tiene invitaciones, pero con la que pocas veces elijo una bien-película (y no será porque no lo hemos intentado), aún sabiendo que no ibamos a nada demasiado bueno. Pero con nuestro gran pack de palomitas y chucherías, pensamos que si conseguiríamos pasar una buena velada de cine.

Como recomendación: esperar a que salga en DVD, porque ni el 3D salva el asunto. De hecho yo sigo sin ver lo positivo de esta nueva técnica para intentar mandarnos al cine. ¡Dichosas gafas!

Para empezar, no entiendo el público al que va dirigida la película: no es para niños (de hecho pone que no es recomendada para menores de 7, y aun así me parece que si un chaval de esa edad entra a verla, no disfruta nada). Pero ni siquiera tiene guiños para los adultos. Hace pocas referencias a la película anterior, y la verdad es que los que vimos la peli de dibujos cuando éramos unos críos, disfrutaríamos más con un guión más elaborado.

Tampoco tiene una acción trepidante, ni unos escenarios increíbles (la Reina Roja se encargó de cargarse lo bonito de aquel país que conocimos de niños), ni un argumento que te mantenga en vilo. Vamos, que lo único que salva la cuestión es un Sombrerero Loco genialmente maquillado y genialmente Loco, y una Reina de cabeza tan grande que no sé ni como se mantiene en pie.

Sinceramente, no he pasado un mal rato, se puede decir que hasta me he entretenido, pero se me ha hecho poco para lo mucho que podía ser. Ya lo dice el Sombrerero nada más ver a la prota: a esta Alicia le falta mucho para ser aquella Alicia. (Para más inri, no me convence mucho el doblaje que le han hecho a la actriz). Personalmente, a mi también me salvó el entrar pensando escribir unas líneas sobre lo que iba viendo.

En fin, me quedo con la escena de baile a lo Michael Jackson-Niña del exorcista que se marca Sombrero. Y quiero pensar que ahí termina la película (el momento final es una de esas escenas moralizantes que hay que poner en las películas que se pretende que sean para niños. Eso es lo que más me ha cabreado: un final repelente).
En definitiva, lo que piensas al salir del cine es un: ¡Que le corten la cabeza! pero ni al Sombrero ni a la Reina, por favor.. bueno a la Pija Reina Blanca… pueden hacer con ella lo que quieran. A mi me han dado ganas de darle un par de guantazos, a ver si dejaba de moverse de manera tan ridícula.

Sigan disfrutando del buen cine y no hagan caso a las grandes producciones que se dejan tanto dinero en promocionarlas. Eso suele ser mala señal. Es un consejo… (que no un conejo).


La sobrina

sábado, 24 de abril de 2010

La noche de los libros, por la Sobrina

Al final, no tuve mucho plan cultureta. Pero una crónica sobre este día había que hacerla sí o sí. Después de tanto bombo como le dio aquí el colega...
No se puede guiar a un grupo de 20 personas por Madrid a hacer nada en concreto... pero tuve momentos cinéfilos con otro bloguero, (no tan superestrella, como la sobri solo hay una), con futuros editores, con filósofos y la guerra de la galaxia... y el glamour lo pusieron los cócteles, aunque esta vez si que hubo que pagarlos (eran tan monos y tan ricos, que no dolió demasiado). No creo que mi noche fuera una noche de cine, pero cuando salí del bar podía pensarse que representaba la película de Cantando bajo la lluvia (aunque me faltara la lluvia).
Pero bueno, mis momentos "libreros" tuvieron lugar. Toda esta fiesta estuvo precedida y terminada por un hermoso kit kat a base de Fieras. Una firma de libros en la cripta de... (prefiero no saber quien estaba enterrado allí) fue lo que permitió la foto (por fin, salió) en la que aparecemos tan sonrientes. Fue un momento que me permitió ponerle caras y voces a las letras que se ven por aquí de vez en cuando ¡qué halagadores, qué majos! y me alegré de que al bajar no estuvieran los dos solicos, como aquella primera firma de libros... Es que no es el mismo glamour el de la cripta que el del Retiro.. ¡dónde va a parar!
¡Una pena que se nos escapara Javier Cámara, que por allí pululaba... !
El refrigerio, tras el calor sofocante, y tan bien acompañados de familiares, madre mía que bien nos sentó a todos. Sobre todo al de la pastillita (no pensemos mal... era un Strepsils..). ¿Y cómo fue mi final de la noche? pues no podía ser de otra manera: Leyendo un buen libro. Corto, si, pero Grande. Y con una hermosa dedicatoria. ¡Arriba esas Fieras! Y nada, ya... desaparezco! (creo no haber matado a nadie todavía...)


jueves, 25 de marzo de 2010

VUELVE LA SOBRINA : Crónica a pachas.


Dejemos de lado el nivel de coherencia en el hecho de que el Festival de Málaga se presente en la Casa de América de Madrid, porque resulta obvio que la disponibilidad de los profesionales del cine para acudir a estos saraos es mayor en la capital que desplazándose en masa para una farra con fotos hasta Andalucía, cosa que todos harían –dicho sea de paso- encantados, si las agendas y los presupuestos lo permitieran. Dejemos también al margen la utilidad real de esta fórmula, porque imagino que un photocall y un montón de fotógrafos, cámaras y alcachofas sirven pare difundir razonablemente bien lo que ofrecerá el Festi o cuando menos hará ruido mediático en torno a él. Pero aquí lo que realmente le importa a la concurrencia virtual es quiénes asomaron la nariz, cómo fue el zurre y de qué modo se coló la sobrina en su tercera glam-session en menos de 15 días. Claro que con esto último pasa como con los trucos de magia, en cuanto lo explicas queda ramplón. Así que no seré yo quien lo haga.
Gracias por cederme el paso y poder decir que la organización de este sarao me dejó pasmada. Ir por la puerta de los fotógrafos, con mi mochila al hombro, como si mi cámara fuera dentro, no parecía una gran baza. Pero creo que mi modelo de becaria-intelectual y el hecho de que mi acompañante tenga un doble en el mundo del cine, influyó en el resultado.
Mientras toda la tropa hacía guardia para fotografiar farándula y los que serán homenajeados este año se perdían palacio adentro para una sesión de fotos más elaborada, nosotros cazamos un banco de jardín e iniciamos un encendido debate similar al que cuelga del post anterior, comentario va comentario viene, el cine español esto el cine español aquello. A nuestro lado, la espalda de Carmelo Romero, el director del Festival, que aguantaba tralla sin revolverse, con mucho oficio. Al otro lado del banco, dos chavalas que podían ser jefas de producción, de prensa o de casting, pero no eran ninguna de las tres cosas, acabaron entrando en nuestra conversación y suspirando por una cerveza como el que más.
Porque aquello no parecía tener sentido, allí estábamos pasando el rato, sin saber muy bien a qué narices veníamos. Que si flash por aquí, famoso por allá… pero los que íbamos sin cámaras en la mochila, pues poco plan teníamos. Pero bueno, en este caso nos hicimos amigos de las del banco (ya no de las de la mesa), y eso permitió que nuestra discusión sobre la eficiencia de la industria del cine se relajara un poco… o al menos que yo no me sulfurase tanto.



Abajo, al fondo, al ataque. Ronda al fin de cerveza fría. Aún no se puede fumar porque Juan Diego no ha llegado. Vengo observando que cuando él entra en un recinto donde rige la prohibición y se echa el primer pitillo, como nadie se atreve a amonestarle, se acaba la norma y los fumadores se entregan a lo suyo. Al fin viene Juan y mi pronóstico se cumple. Fumamos observando el famoseo y saludando conocidos (porque al final, en cuanto vas a tres cine-partys acabas encontrándote a los mismos de siempre y ellos se topan también contigo, claro). El tiempo pasa. Revolotean algunos tórtolos alrededor de mis acompañantes. Cosas de las fiestas.
Es en este momento de la noche cuando me entero de que una de nuestras acompañantes, Luisa, resulta que trabaja en la misma empresa de publicidad de mi otro tío (que yo soy sobrina allá donde se me necesite). Nunca me dejaré de sorprender con este tipo de casualidades, y siempre me extrañará que en el trabajo sea llamado Nico y en la familia Nicolás. ¿Dónde se ha visto eso? En fin, no solo había sed sino que el hambre también apremiaba, y aunque bajo el foco estábamos bien iluminadas, el ir a la zona de la que salen los canapés, al fin y al cabo, resulta mucho mejor. No hay duda, aun a pesar de que te persigan por toda la sala para seguir remoloneando. Si es que no se puede ir bien acompañada…


Bajan a abrevar nuestros compañeros de Yuglo, Paulino el prudente y Edgar, camarada de fatigas en la anterior edición malagueña. Tramamos acuerdos y escupimos sobre los presupuestos. Mi sobrina se marca unos bailes a lo Shakira. Nos tiramos unas fotos con un Bardem, la elegante Asumpta y el jefe de cóctel de Muchachada. Me encuentro con Manuela Vallés, la protagonista de un piloto para largometraje en el que hice de paramilitar mamón por amistad con el dire y mi inglés de acento germánico. Anda de palique con Julio Medem (hicieron juntos Caótica Ana) y como resulta obvio que una película pesa más que un piloto la invito a un cigarrillo y me largo a ver cómo va la crónica de mi sobrina.

Cuando bajaron los hombres, yo me uní al grupo de mujeres. Esto como en el cole, cada uno con los suyos. Y no pudimos evitar cuchichear sobre los modelitos de la gente. Nosotras, como íbamos de intelectuales (por fin una vez que no tenia que ir glamourosa, y sin tacones, qué a gusto se va así, madre mía), nos sentíamos con más libertad para ser criticonas. Y ya en momento de desinhibición, decidí que tocaba marcarse unos bailes, que una no tiene siempre la oportunidad de hacer el ridículo delante de actores y directores. Era mi momento para mostrar que no tengo vergüenza alguna (sólo para hacerme fotos con la gente, pero no hay problema, porque eso ya lo hace el hiperfotogénico de la familia, que tampoco sufre de vergüenza).


Cuando la batería se está agotando, los camareros desaparecen discretamente en medio de la confusión. Todos a la calle. Sobrina querida, creo ya tienes hecho el rodaje. A partir de aquí vuelas sola para una nueva sección del blog que titularemos, por ejemplo “Crónicas de la sobrina”.
Pues hasta la próxima.



Ah, coño, que casi se nos olvida:
(no me extraña, a los que montaron la fiesta también se les olvidó contarnos por qué era todo aquello. Bastante que había cartelitos y una pantalla que soltaba imágenes de las pelis, que son…)

Sección Oficial a concurso del Festival de Málaga 2010:
• ‘Una hora más en Canarias’, de David Serrano.
• ‘Héroes’, de Pau Freixas.
• ‘Que se mueran los feos’, de Nacho G. Velilla.
• ‘La vida empieza hoy’, de Laura Mañá.
• ‘El idioma imposible’, de Rodrigo Rodero.
• ‘Bon Appétit’, de David Pinillos.
• ‘El dios de madera’, de Vicente Molina Foix.
• ‘Circuit’, de Xavier Ribera Perpiñá.
• ‘Propios y extraños’, de Manolo González.
• ‘Planes para mañana’, de Juana Macías.
• ‘Rabia’, de Sebastián Cordero.

miércoles, 17 de marzo de 2010

Mi sobrina y los Premios Fotogramas

He descubierto una fórmula fantástica para glosar galas sin castigarme el hígado: un negro periodístico. Gracias a la sorprendente capacidad de Nerea para hacer amigas, en este caso la actriz Carla Nieto, la sobrina se convierte en corresponsal del corresponsal y nos cuenta los premios Fotogramas 2010. Ea, que uno tiene una edad y mucho que dibujar...

Tras una tarde estresada de compras, aparecí con mi modelo (cual bailadora de tangos) a la hora acordada (¡increíble!) en el kilómetro 0, donde me esperaba, reluciente, Carla. Y nos dirigimos a la Joy. Allí esperamos pacientemente al reparto de invitaciones, saludos por aquí y por allá… Frases del tipo: ¿Cómo tú por aquí? ¿En qué andas trabajando ahora? Y, como no podía ser de otra manera, nos encontramos rodeados de curiosos que decidieron que los protagonistas de la noche hicieran un fotocall doble: uno con ellos como acompañantes, y luego el propio de la fiesta.

Tras haberme colado por la puerta “Glam”, que era sólo para las y los que harían pase ante las cámaras, pasé luego, también de strangis, a la zona aún más “VIP” donde estaban los nominados y los que darían los premios. Nos acomodamos las dos damas, de un modo peculiar y poco glamouroso, junto a compañeros de reparto de Acusados.

La gala resultó amena e incluso divertida, gracias a Anabel Alonso, aún a pesar del constante “Shhhh” entre el público, pidiendo el merecido respeto que se debía a los que estaban sobre el escenario. De hecho, Antonio Resines, al que supuestamente habían encontrado en el bar de enfrente tomando algo… (uno de los guiños a la gala de los Goya), tuvo que pedir silencio en la sala. Pero no me extraña tanto jaleo, ¡si allí no cabía ni un alfiler!

Los premios, pues bastante poco comprometidos. Todos subieron tranquilamente a recogerlos, como si estuvieran en su propia casa. Se notaba que estaban en su ambiente. Entre belleza, bellezón, y grandes figuras del cine, se repartieron los premios: Penélope Cruz, cuyo premio subió a recoger su hermana Mónica; Luis Tosar, quien ya parece que sabe lo que es reivindicar en condiciones y exigió más portadas para el cine español; Juan Diego, que como apuntador de la gala dijo que en realidad Fotogramas no lleva 60 años dando premios, sino 43; Concha Velasco, quien pidió perdón a José Coronado, pues le había dado plantón hacía pocos días por sufrir gastroenteritis (seguro que los bífidus ayudaron a tal cuestión…); Adriana Ugarte, que se marcó un baile; Sergi López, quien agradeció el premio a través de una videocámara y parecía ligeramente trasfigurado, cual avatar; y por último Amaia Salamanca como la persona más buscada en la página de Fotogramas; Daniel Monzón, antiguo crítico de la revista durante unos 10 años, a recoger el premio a mejor película española…

El momento “cerveza 2” llegó poco después de que acabara la gala, pero no sólo la cerveza voló, hubo una actriz que también quería echar alas… Pero no tuvo esa suerte, las alas no la rescataron. Muchas risas, bailoteo, miradas para retocarse en la invitación-espejo y barra libre, hicieron que la noche pasara tranquilamente. El lifting que sufría Carla, gracias a su impresionante trenza que la acompañaba desde las 4 de la tarde, hizo que no disfrutara todo lo posible, pero el final de la noche y esas risas en "compló" (algo que queda en petit comité) compensaron todo momento incómodo.

Fin de la crónica de Fotogramas, para ver foticos y demás...a la web oficial del evento, que pa’ eso está.


Saludines/ Besines de la verdadera sobrina.

martes, 9 de marzo de 2010

Avatares de los Oscars

la noche de los Oscars en el Círculo de Bellas Artes

El lugar de la retransmisión

Los que no pudieron venir, por tener otros compromisos

El cronista y Carla

Rosa, Carla y Nerea: la mejor compañía

Hasta Oscar tenía sed

Entre premio y premio (ojito al colega tras las chicas, todavía tiene resaca)

Nerea con Alberto Ammann, el prota de Celda 211

Escoltado por Nerea, mi sobrina más cinéfila y fiestera, acudí al Círculo de Bellas Artes para la noche de los Oscars organizada por el Canal Plus y la Cadena SER. Vamos a resumir la cosa del oropel y la logística rápidamente con un calificativo comodín: DESPLIEGUE. La capacidad de convocatoria del Plus sigue intacta, el catering despreció la crisis y la barra libre garantizaba overbooking hasta bien entrada la noche. Y en fin, que la fiesta bien, como prueban las fotos adjuntas. Ya sabéis que estas cosas son un poco como bodas, acabas de amiguete de quien te toca en la mesa, en nuestro caso la encantadora actriz Carla Nieto (Trash, Acusados), y su no menos encantadora amiga Rosa Hernández. A partir de ahí, la espera, las caras más o menos conocidas y recientemente premiadas, algún encuentro inesperado, la tradicional porra, la conversación cinéfila (“Me encantó tu película”), alguna bebida regando la mesa, una copa de agua llena de intriga... y, al fin, la ceremonia de los Oscars a toda pantalla.
Yo había previsto en A vivir Madrid que Avatar ganaría por acumulación de premios técnicos, pero me equivoqué. Una de artificieros también puede presumir de sonido (dos categorías) y montaje (otra más). Si a esto le añades guión y dirección, la batalla contra Avatar está ganada. Claro, ahora es fácil verlo claro. Lo demás no tenía tanto problema, actores cantados (sólo tienes que fijarte en quién está nervioso, ese es el que va a ganar), peli de animación y banda sonora para Pixar, hasta lo de El secreto de sus ojos era predecible (Campanella trabaja allí y eso cuenta). Mi gran decepción vino por La dama y la muerte, el corto de Recio con música de Sergio de la Puente que al final no lo consiguió, aunque no es poco mérito llegar hasta allí. Por lo demás, Baldwin y Martín correctitos y Stiller realmente gracioso (prácticamente el único). Lo de las recurrentes y cansinas presentaciones de cada cosa por actores plantados en alguna plataforma es, para mí, inexplicable. En fin, que el mosqueo de Clooney fue lo más original del espectáculo. Así que finalmente, el escenario donde lo vimos este año, el salón del Círculo o las butacas de la sala de al lado, fue lo que nos marcó la diferencia.
Había allí mucha “sobrina” suelta. Pero creo que la única de verdad era la mía. Por cierto, Nerea, te recuerdo que le pases a tu madre-mi hermana las llaves de mi casa para que me las devuelva, que no puedo vivir sin ellas.

Fin de la crónica. Fotografía: varios autores. Estilismo: Elena Osorio