lunes, 2 de agosto de 2010

La sobrina hace su agosto (1)


Vaya un verano de acción que llevo. No precisamente por tener que quedarme un agosto más en Madrid, que no es de lo más emocionante que se puede hacer, pero para todos aquellos como yo, que les toca pasar así este apasionante verano, queda el cine.

No vamos a decir que el verano suela ser el momento de los mejores estrenos, pero si al menos suelen resultar películas entretenidas. De esas con las que no te importa pasar la tarde, fresquito (a veces demasiado) en buena compañía y con unas ricas palomitas.

Hace una semana pude disfrutar de unas buenas carreras de coches, motos, disparos… esas cosas que son tanto de pelis americanas como de videojuegos. Noche y Día no me defraudó, teniendo en cuenta la baja expectativa con la que entré a verla. Pensé que al menos los actores me harían disfrutar, aunque el diálogo no fuera brillante. Y en fin, pasé un buen rato.

Me dijeron hace unos meses que debía sacar las uñas y atacar con fiereza las malas películas… pero no se por qué extraño motivo, no me siento tentada a ello en este momento.

Los personajes me parecen prototípicos de las películas de acción: el tío bueno-caballero que sabe salvar a la dama de todos los apuros, pero que además tiene un gran sentido del humor. Una mujer que no ha viajado nunca y no conoce más que su ciudad y que tiene la ingenuidad a flor de piel. Unos mafiosos, muy malos con mucho poder y dinero (y en una bonita ciudad española). Pero algo te hacía mantenerte en el sillón sin ganas de irte (y lo dice una sobrina que había dormido 3 horas la noche anterior). Recuerda a todas las de James Bond, en la que, aun a pesar de que sabes como acabará, te ves la película tranquilamente. Con una intriga añadida, que no hay en las películas de Bond, donde sabes quién es el bueno y quién es el malo en todo momento.

A favor de Tom Cruise, diré que parecía que era un personaje a su medida (y no va con ironías, ya sabemos que de altura no está sobrado el muchacho), se le veía en su salsa. No así me pasó con la prota, quien no tiene una cara de ingenua y patosa como se pretendía con su personaje. Aun así, me quedo con una escena de Cameron en el baño del avión. Risas como las que pasé en ese gag, la verdad es que hacía tiempo. Igual es que una se sentía demasiado identificada (de hecho, fuimos más de una las que nos reímos en ese momento).

Algo que notamos al final es que las diferencias de medida (éstas si, de altura), no se perciben en ningún plano. Algo que debió de estar muy meditado y no creo que fuera demasiado fácil. Aunque, para premeditada y muy mal hecha, la escena de la moto, si la del cartel, la cual transcurre en unos San Fermines en Sevilla. ¡Óle! No sé que más decir ante unas imágenes fatalmente hechas a ordenador, en las que los vehículos y los toros van a la par, y hasta entran todos en la plaza. En este momento también me reí de lo lindo, por no echarme a llorar. Cosas de “guiris” un tanto peculiares. Les pasa como a la prota: paletos que no salen de su sitio con una gran ingenuidad y una genial manera de cagarla.

Pero bueno, podemos decir que me dejó buen sabor de boca, que fue amena, que además me salió gratis (las amistades que trabajan en los cines son geniales…), y me pude burlar de los americanos y sus “americanadas”. Pero, ¿por qué no? También voy a meterme con los traductores del título. Me ponen enferma esas cosas. ¿Qué tendrá que ver Noche y Día con la trama en cuestión? El título original Knight and Day (caballero y día), tenía un curioso juego de palabras, en el que se hacía referencia a la película y los traductores han pasado de él y también de traducirlo literalmente. En fín, ellos sabrán (o no).

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