jueves, 28 de enero de 2021

Adiós, frau Blücher



Cloris Leachman, fue galardonada con el Oscar por su ama de casa solitaria en La última película y brilló en la comedia con su inolvidable frau Blücher (piafan los caballos) de El jovencito Frankenstein. Se “entendía” con el abuelo Víctor y tocaba el violín. 

Buen viaje a la inmortalidad, frau Blücher (piafan los caballos).  


jueves, 14 de enero de 2021

Historias lamentables

Es una lástima que la primera de las cuatro historias de esta película fesseriana sea -con mucho- la más floja de todas, aunque sirva de leve argamasa para enlazarlo todo mínimamente (ni falta que hacía).

Fesser demuestra su solvencia para la historia corta, los repartos inusuales pero precisos, la inteligente puesta en escena de cada situación, la milimetrada carga de estilo en "lo cómico según Fesser". 

Lo demás va por barrios: puede hacerte reír, parecerte mera historieta, deslumbrarte por ingenioso o inusual, irritarte por lamentable. En cualquiera de los casos, pasarla directa a plataforma me parece una buena idea. Ni están los cines para coñas, ni estas coñas de Fesser están para los cines.

Yo es que puestos a personajes embarrados en lo lamentable, soy más de Azcona, con cariño te lo digo.  


lunes, 11 de enero de 2021

Buñuel y el laberinto de las tortugas

No la reseñé en su momento, pero bien lo merece. La he vuelto a ver durante la gran nevada y me ha encantado una vez más. Para colmo, arranca en francés y en una tertulia de surrealistas parisinos en la que Buñuel hace una aparición sorpresiva y potente. Todo en riguroso dibujo animado, limpio, funcional y bello, el más adecuado a lo que se narra, esto no es un Disney ni lo pretende.

La claridad expositiva, el ritmo implacable, un cuidado parecido de los protagonistas respecto al original en carne y hueso, la inteligente combinación de dibujo e imagen real de Las hurdes... Todo está muy meditado y hecho con mimo. Hasta la banda sonora, que no se mete en honduras innecesarias, arropa la película como le pide en cada situación.

Los sueños de Buñuel son muy inquietantes, estéticos y necesarios, sin apabullar en su puesta en pantalla. Van, como toda la película, al grano. Ni siquiera el discurso político se pasa de rosca. Acín no se pone demasiado ideológico, ni por supuesto don Luis, ni los franceses, ni los textos finales que hablan de cómo la versión más cabrona de la guerra se llevó a un hombre valioso y a su mujer por delante.

No creo que nadie que la haya visto pueda dejar de disfrutarla o ponerle una mínima pega, pero nunca se sabe. Esto es España y su laberinto.  

domingo, 10 de enero de 2021

Greyhound: enemigos bajo el mar

Tom Hanks ha hecho otra, para plataforma, escrita y protagonizada por él. Sabe de cine bélico, eso es indudable (como protagonista, productor...), pero necesitó aquí a otro guionista que repelara su libreto y a un director con el nervio de Greengrass en Capitán Philips, capaz de extraer petróleo de situaciones realistas aunque su épica sea limitada.

Aquí la épica se presupone, hablamos de un convoy de guerra acosado por submarinos alemanes. Y sin embargo, lo mucho que promete (personaje íntegro pero algo novato, amada en tierra, claridad expositiva sobre el mapa, el sonar y la neutralización del primer enemigo), va derivando hacia el adocenamiento y un fragor que enmascara la rutina.

Las amenazas alemanas por radio, que supongo tácticas ciertas, funcionaban en el cine clásico, no por bélico, sino por propagandístico (el enemigo tenía que ser despreciable en grado sumo). Los temores de una tripulación muy joven (buena decisión de casting ahí), funcionan si no se acumulan a cada duda, gesto preocupado u orden arriesgada del capitán. Los modales y devoción cristiana del que está al mando bastan con apuntarse una vez (y ni siquiera una, es Hanks, por el amor de Dios,...) 

En fin, pocas ideas tirando a reiterativas, y eso que pudieron jugar con el intercambio de información y maniobra del resto de naves aliadas. Lo poco apuntado en este sentido promete tanto que sabe a mero destello. Por no hablar de los rescates, las bajas, la noche marina, el intrigante fondo subacuático enemigo... Todo queda, a mi juicio, en proyecto de una película mejor. Resiste porque Tom Hanks es un gigante, aunque se escriba un personaje unidimensional. 

Él pone la empatía y lo sabe.   

martes, 5 de enero de 2021

La momia (y sus maldecidos)

 

Joder, Tom ¡con lo bien que ibas...!
(Russell, a ti ya no te digo ná)