lunes, 22 de junio de 2015

Jurassic World: la película spoiler.



Supongo que la memoria fílmica y personal va a jugar siempre en mi contra en este tipo de películas. Ya conozco el argumento y he visto los dinosaurios comiendo personal autorizado del parque, incluso antes de que lo abrieran.

A pesar de ello, uno hace el intento de entrar al espectáculo con la predisposición de un niño, pero sirve de poco ante una repetición agigantada y poco empática de la vieja fórmula de los noventa. El mismo supuesto que aplican los genetistas de Jurassic World –combinar adns para sorprender con algo más grande, letal y llamativo- es lo que la película pretende sin demasiado éxito.

La estupenda premisa de llenar las instalaciones de visitantes, en atracciones que al fin funcionan sin comerse turistas en tanto no se tuerzan las cosas, se malgasta después tontamente con unas cuantas carreras a lo loco mientras bajan los terodáptilos escapados de la pajarera a dar un par de pasadas rasantes sobre la multitud.

Los dinosaurios que de verdad importan y el riesgo de muerte por despedazamiento quedan para los de siempre: la sección ejecutiva, los profesionales de la acción y una nueva pareja de críos que otra vez son sobrinos de quien no deben. 


Los planes de codicia son prácticamente los mismos, los errores del laboratorio se repiten, los dinosaurios que corren de nuevo en manada lo que hacen en realidad es huir a campo abierto, el niño documentado es una vez más el pequeño de la casa (pero sin chispa),… y así todo. Por este sencillo procedimiento, el parque funcionando a taquilla completa deja de ser un condicionante de interés que haga progresar la historia por otros derroteros.

La solución, aparte de algunos gestos heroicos, cuatro chistes de baja intensidad y dos o tres triquiñuelas de supervivencia, es también que las bestias se devoren entre sí y que el Rex quede como suele, reinando sobre su selva privada a golpe de rugido triunfal, mientras una nueva pareja de enamorados surge de las 24 horas de alto riesgo y una familia en vías de romperse se abraza como si ya no existiesen abogados divorcistas.

En fin, lo que importa a Hollywood es que cualquier cinematografía local frente a su nuevo producto es como el tiburoncito ofrecido a las fauces del dinosaurio marino cuyo nombre no recuerdo, ni falta que nos hace.




jueves, 18 de junio de 2015

David y Goliat firman una tregua para Sonia

Puede parecer un post contradictorio con el anterior, pero considero lógico en esta ocasión el empleo exclusivo del cine que aquí se estrena doblado. Sobre la pertinencia de entregarles idioma y voces a los competidores hablaremos otro día. Hoy toca tregua en honor de Sonia.

miércoles, 17 de junio de 2015

David se lo pone a huevo a Goliat

Acaba de salir el tradicional spot veraniego de Estrella Damm, blandito pero simpático. Entre sus "valores añadidos" está la firma del director Alejandro Amenábar y la participación como protagonista güiri de Dakota Johnson.

Un detalle para la reflexión: todas las preguntas que los amigos le hacen al personaje encarnado por Quim Gutiérrez relativas al cine se refieren a películas norteamericanas. De música, anglosajona. De la cultura autóctona sólo mencionan de pasada a Joaquim Chancho en el apartado exposiciones.

Podríamos argumentar que es así para que el personaje de Dakota entienda mejor lo mucho que sabe el chaval, pero antes de llegar a Algo pasa con Mary no hubiera estado mal alguna pregunta sobre película española, aunque fuese de Almodóvar, que es lo suficientemente internacional como para que ella pueda comprender que él ha acertado de nuevo.

Parece una bobada, pero para mí pone de manifiesto por enésima vez ese entreguismo sistemático, tan español, a la cultura anglo, que genera por añadidura la invisibilidad de todo lo propio. No es que crea que deberíamos estar todo el día poniendo en valor lo de aquí, pero prescindir de ello por completo me parece bastante triste.

sábado, 6 de junio de 2015