jueves, 29 de noviembre de 2012

Eastwood, Scorsese, Borau y Leblanc

Eastwood ha cumplido 82 estrenando película como protagonista. Nada importante en ella salvo su presencia legendaria, capaz de comerse la pantalla y escupirla más lejos que la estrella juvenil que le acompañe. Qué tío, el viejo Clint.


Scorsese ha cumplido 70 y sigue haciendo un cine estupendo hasta cuando le salen maluchas. Después de 20 años de carrera fulgurante y un par de obras maestras más antes de que acabara el siglo, ha ido rodando películas desbordadas de talento y amor al cine que no siempre salen bien pero que merecen la pena de principio a fin. Y además restaura clásicos y hace unos documentales prodigiosos. Menudo lujo, el bueno de Martin.


Borau ya no cumplirá más. Era un viejecito con pinta de venerable que hace un montón de años rodó Furtivos, una obra maestra del cine mundial, y que coescribió el guión de Mi querida señorita, otra joya. De paso, produjo a Zulueta su escondite inglés. Y filmó su particular aventura americana con Carradine en la rara y maravillosa Río Abajo. También consiguió la última interpretación de Imperio Argentina para el cine.Todo muy discretamente, sin fardar. Qué señor, don José Luis.


Hasta para marcharse, la suerte le ha respetado el estilo, porque nada más enterarnos de su pérdida y antes de que nos diera tiempo a comentarla se murió el actor cómico más querido y veterano de España: Tony Leblanc, el astronuata, el tramposo, el hombre que se quiso matar, el taxista, el novio, el futbolero, el concursante, el del kiosco, el chulapo, el grande. Nació en el Museo del Prado. Hasta en eso fue cine. 


miércoles, 28 de noviembre de 2012

Le Capital



El Capital es de entre las películas presentadas en la sección oficial del último Festival de Cine de San Sebastián, la de temática más oportuna para este año marcado por la crisis, las deudas y los acreedores, en especial los nuestros.

Su director, Costa Gavras, tiene aún ganas de gresca. Y aunque ya no es tan seriamente airado como entonces, cuando Z Estado de sitio o Missing,  los asuntos políticos manejados desde el primer mundo, tan  desagradables como apasionantes, siguen interesando al reputado entomólogo griego. Pero el éxito y la edad no solo han revestido a Costa Gavras con el aura de maestro, del todo merecida, sino que le han dulcificado el estilo. Desde hace ya varias películas, su crítica al sistema es más obvia y superficial, un poco a la manera de Stone pero escribiendo mejor.

El Capital es ácida y resultona, con ritmo, repleta de contenidos inflamables que se exponen con la necesaria mala leche, y permite a su director manejar sin complejos la brocha gorda al retratarnos de cerca un mundo bancario que se va consolidando a toda marcha como el enemigo más factible para el ciudadano muerto de miedo. No es casual que durante su pase en San Sebastián se produjesen aplausos en mitad de la película, respaldando al personaje episódico que crítica de forma más clara y brillante el papel de los bancos en esta crisis inacabable. La gente les tiene ganas y Costa Gavras, aun con una película regular, es de esas referencias críticas que ayudan al desahogo.  

Por otra parte, la película no escatima medios en ninguna de sus facetas. 
Pero... ¿de dónde habrá sacado Costa-Gavras el dinero para hacerla?

jueves, 22 de noviembre de 2012

El último Elvis


El argentino Armando Bo, último de una estirpe que merece post aparte, ha debutado con esta película pequeña, curiosa y contradictoria, como la vida de sus personajes. En ella, Carlos (John Mc Inerny), un tipo con el don de clavar las canciones de Elvis Presley, vive ensimismado en la fantasía de ser Elvis a pesar de su cochambrosa casa, su cochambroso trabajo y sus cochambrosos shows. Pero, joder, cómo canta el pibe. Como para no creérselo. Cada vez que coge una canción del rey y la hace suya, la película sube al mismísimo cielo de Memphis.

Entre temazo y temazo, sabremos de su mujer (a quién por supuesto él llama Priscilla) y de su hija (a la que sí, ha puesto Lisa Marie). La niña va a lo suyo hasta que tiene que convivir con el padre y aprender a quererle y echarle de menos. La mujer no, esa ya sabe cómo acabará todo. Porque Elvis tiene una sombra muy larga. Y la bonita historia y su pequeña intriga artística desembocan en un lugar inesperado aunque en cierto modo coherente. 

No se puede decir mucho más sin cagarla. El último Elvis está muy pensada y bien hecha, hasta en sus errores a favor del absurdo y la tristeza. Pura Unchained Melody.

(El último Elvis es una de las perlas que se proyectan este año en el Festival de Cine Inédito de Mérida)

miércoles, 21 de noviembre de 2012

FCIM, séptima edición.




Mañana 22 de noviembre arranca la séptima edición del Festival de Cine Inédito de Mérida con la proyección de Las nieves del Kilimanjaro, la película ganadora en su edición anterior. Y el viernes dará comienzo la sección oficial con Submarine.

Después, Al nacer el díaBlancanievesWoody Allen un documentalEl último ElvisEl molino y la cruzEl Chef y A puerta fría, ésta última con sus protagonistas presentándola al público.
Un montón de excelentes películas, en pantalla grande y ¡¡a cuatro euros!!

Y además, una exposición de Domingo Vera, una clase magistral de cine bollywoodiense, la sección Cine y Escuela, los Premios Miradas, la película de clausura Sólo se vive una vez... En fin, un lujo para no perdérselo. Enhorabuena, amigos de Mérida, y gracias por resistir!!!



domingo, 18 de noviembre de 2012

Millones


He leído que las ayudas al cine español en este año que acaba fueron de 49 millones de euros. De las muchas que se estrenaron, ocho películas (Lo imposible, Las aventuras de Tadeo Jones, Tengo ganas de ti, Blancanieves, El artista y la modelo, Rec 3, Luces Rojas y Grupo 7) suman hasta el momento 74,5 millones de beneficio en nuestra taquilla, aunque casi la mitad de ese dinero corresponde a la de Bayona, y la recaudación de Tadeo Jones añade millones (17), hasta superar holgadamente -sólo esas dos películas- el total en ayudas de dinero público.

Algunas de estas películas prácticamente han terminado ya su recorrido nacional, y otras pueden arañar aún varios cientos de miles de euros (Lo imposible arañará incluso algún millón más). Y al menos la mitad de ellas harán carrera en el extranjero, creo que con bastante suerte: Tadeo Jones ya está en ello en China y Corea,  y Tengo ganas de ti ha recaudado 1 millón de euros en México desde su estreno, para sumar a los más de 12 que acumuló en España.


No sé cuánto han percibido en ayuda estas películas en concreto de ese total de 49 millones que se repartieron para este año terrible. Ni cuanto más ha tenido que salir de otras fuentes de financiación para completar su presupuesto (lo que nos daría la idea más precisa de su rentabilidad real). Pero la proporción entre subvenciones y retorno, en conjunto, me parece favorable. Incluso caso por caso, como en Blancanieves y El artista y la modelo, que apenas llegan cada una a día de hoy al millón de euros recaudados en España, me parece que el retorno (de otro tipo) compensará a la larga.

Existen también muchas pelis que recibieron ayuda para estrellarse luego por diferentes motivos: su mala calidad (un motivo que los profesionales nunca admiten), su promoción deficiente, su poca o nula distribución o un productor ventajista cuya película no le importa tanto como hacer la caja antes de empezar. Pero creo que algunas de esas películas que comercialmente han sido un fiasco son más que dignas, algunas incluso notables, y merecieron mejor suerte. Estoy pensando en 6 puntos sobre Emma, Silencio en la nieve, El mundo es nuestro, Los niños salvajes, Arrugas,…


¿A dónde quiero ir a parar? No estoy muy seguro. Comparto con muchos que la política de subvenciones, al cine y a otros sectores de nuestra producción nacional, es una mala política. Sobre todo si se toma por costumbre –como así se hizo- y además tolera el fraude, que no todo el mundo practica, pero que se da, haciendo películas inviables o plantando en un campo donde ya se sabe previamente que se perderá la cosecha. Pero también creo que el discurso permanente de que el cine es un pozo sin fondo de pérdidas, sus profesionales un montón de caraduras y pedigüeños, etc. es un planteamiento simplista y maniqueo que se ampara, como tantos de nuestro país, en el rencor político o social. La falta de consideración hacia el otro que se estila aquí en cuanto la política sale por la boca de cualquier personaje público (empezando por algunos actores monocolor), y la poca consideración que el otro le devuelve en justo pago, han enmierdado este asunto como la  mayoría de asuntos que requieren análisis, revisión y nuevas soluciones sin partidismos ni bobadas.

Creo que es importante pensar, por ejemplo, en cómo se valora un fracaso. Acabo de ver una entrevista a Soderbergh hablando de los cinco fracasos de taquilla que encadenó tras la fulgurante Sexo, mentiras y cintas de video, en la que dice: "Lo siento por la gente que está empezando. Se espera que arranques a toda potencia, no es nada realista". Eso, sin entrar en cómo se puede juzgar de antemano si la película que se apoya va a ser un fracaso o un éxito. Y sin obviar tampoco que el amiguismo, el politiquerío, los clanes y todas esas taras tan españolas, influyen de un modo dañino en decisiones ya de por si difíciles en cuanto a sus posibilidades de acierto y de error.

En cualquier caso, estaría bien qué alguien nos dijera sinceramente –no lo harán, porque no lo hacen con nada- cuántos beneficios deja el sector audiovisual español a las arcas del Estado, que estoy seguro que algo deja. Cuánto ganan nuestras películas en su recorrido internacional, porque bastantes lo tienen. Cuántos reconocimientos dentro y fuera de España recogen.


De lo publicado y conocido resumiré que, en poco más de una década, el cine español se ha llevado con distintos títulos 5 oscars en diferentes categorías (película, actriz, guión, maquillaje, dirección artística) y ha sido finalista en largometraje, cortometraje y hasta película de animación. Ha cosechado premios de interpretación, guión y dirección en Berlín, Venecia y Cannes. Y también ha recogido Baftas, premios del cine europeo y muchos más en otros festivales o premios nacionales e internacionales con los que no voy a aburriros. Y el pequeño y cuestionado Bayona ha hecho con 30 millones una película que parece de 300 (debe ser que los técnicos españoles saben currar).

En fin, que yo 49 millones de euros, que ahora serán 30 o por ahí, y que inevitablemente acabarán ni siendo, los daría por bien empleados para seguir disfrutando del puñado de buenas películas (comerciales o no) que el cine español nos ofrece cada año, una cantidad de buenas películas porcentualmente similar a la de cualquier cinematografía con la que se nos llene la boca. Mucho más dinero y para nada nos cuestan los aeropuertos sin aviones, los aves sin pasajeros, y los consejos de administración de ciertos  tinglados que en seguida nos vienen a la mente. En esos frentes, como desde luego en el del cine, estaría bien ir quitando de en medio a los jetas.

Pero mientras las ayudas económicas aún continúen, no diré (como el político que así despachó el gasto de los traductores del Senado), que esa cantidad de millones “no es dinero”, pero es que estoy seguro de que ese dinero trae más dinero.  Y a veces, hasta permite reír, reconocerse, soñar… o derramar una lágrima por la Blancanieves torera.


CODA: Dicho lo cual, creo que sería oportuno que tanto Lo imposible, como Las aventuras de Tadeo Jones, como Tengo ganas de ti, renunciaran a las subvenciones (a las que hayan cobrado y a las que les queden por cobrar) a la vista de sus beneficios más que asegurados. Independientemente de que su productoras soliciten ayudas para nuevos proyectos, por si no tienen tanto éxito la próxima vez.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Y vuelta a empezar


No vamos a entrar en si ha sido casual o intencionado, pero lo cierto es que el agente 007 nunca ha confraternizado en sus aventuras con una mujer hispanohablante.

He tenido acceso a información clasificada (un artículo de Cinemanía, más concretamente), y resulta que James se ha relacionado con 18 británicas, 14 estadounidenses, 10 francesas, 4 italianas, 2 chinas, 2 suecas, 2 japonesas, 2 australianas, 1 suiza, 1 polaca, 1 israelita, 1 bosnia, 1 rusa (se me hacen pocas rusas), 1 húngara, 1 alemana, 1 marroquí, 1 serbia, 1 croata, 1 filipina, 1 danesa y 1 holandesa.

Parece mentira que en 50 años de arriesgadas misiones por todo el planeta no se le haya cruzado en el camino una mujer hispana a este caballero. Afortunadamente, van a tomarse medidas para enmendar semejante desprecio hacia varios millones de señoritas que están entre las más hermosas del mundo.

Os presento a una firme candidata a chica Bond en la próxima entrega (dado el éxito de Skyfall, el nuevo casting ya está en marcha). Nacida en República Dominicana, ha empezado a preparase el papel acudiendo a publicaciones especializadas en héroes y villanos del cine. Si se ata un cuchillo al muslo, tiene opciones. No hay más que verla. 


martes, 13 de noviembre de 2012

Contra el tiempo




Seis actores vivos y uno de cuerpo presente. Gente viajada y sabia, que rodó películas en un tiempo lejano lleno de westerns en coproducción, fanta-terror con escotes y serie B de cartelería para coleccionista.

Mujeres guapas envejeciendo con elegancia, galanes prematuros o tardíos, pero cómodos con su pasado, un aventurero gozoso de melena blanca y pitillo entre los dientes, un divertidísimo obispo sin Dios y una vieja leyenda de la que solo queda la estela de sus cien malvados en pantalla.

Siete personajes que son la auténtica piel del cine de consumo de los sesenta y los setenta. Aquel que se hacía en Almería con dinero italiano, protagonistas gringos, secundarios españoles  y unos equipos de producción que alternaban Babel y Babilonia. Cine para espectadores europeos de barrio y pop, un público voraz de matinales, programas dobles, besos robados y fila de los mancos. El cine de siempre, el que se vuelve escombro o rara joya, el de los cinéfilos kamikazes.


Supongo que uno de ellos es José Manuel Serrano Cueto, el director de esta película "contra el tiempo". Su amor por los actores que retrata es evidente, y las caratulas de películas que salen en primer plano deben ser de su colección privada.

La selección de intérpretes a reivindicar, aunque incompleta por motivos no deseados, es impecable: Lone Fleming podría ser la heroína de una novela de Harold Robbins y sus ojos siguen teniendo una belleza perturbadora. Ricardo Palacios se convierte ante el joven Antonio Mora en un Falstaff inesperado, al recordar los buenos tiempos de las malas películas con un verbo digno de Wilder, que dejaría en bragas a cualquier monologuista actual diciendo sólo verdades. Carlos Bravo es el ciudadano del mundo que habitaba en los textos de Conrad, envolviendo en humo su relato africano. Y Mabel EscañoAntonio Mayans o Fernando García Rimada, son actores de sorprendente filmografía y cuajada tranquilidad, conscientes de una vida en la que cada película fue un honor o un regalo, aun con desnudos exigidos en el guión.


El fantasma de Aldo Sambrell hace el número siete y deja al espectador con la intriga. Pero así es el cine. Lo era entonces y puede serlo ahora.

Contra el tiempo va también contra los tiempos y será un glorioso fracaso en taquilla. Animo a quien tenga libros y carteles de cine en casa a verla de inmediato. Se le ensanchará el alma.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Las aventuras de Tadeo Jones



Las aventuras de Tadeo Jones es la película española más vista del año después de Lo imposible. Y está triunfando en China, Corea y otros países asiáticos a los que les gustan el dibujo animado, el 3D y la acción. Va a estrenarse en Rusia, Francia, Reino Unido, Alemania, Italia, Turquía y en el mercado iberoamericano.  Ha costado cinco kilitos y sólo en España, a dia 7 de Noviembre, llevaba recaudados 17 millones de euros.

Telecinco, que como cadena de televisión vomita mierda una media de 20 horas al día, tiene sin embargo una división de cine que invierte con mucho criterio comercial pero que además propone calidad, hasta en sus tramas de aderezo sensacionalista.

Rabia, No habrá paz para los malvados, Celda 211, Casual day, Ágora, Alatriste, Che (El argentino y Guerrilla), El laberinto del fauno, El orfanato Transsiberian, Al otro lado de la cama, Spanish movie… son algunos de los títulos en los que ha apostado y obtenido buenos resultados artísticos y de taquilla.

Este año ha hecho otros dos plenos históricos, los más contundentes en cifras y también con excelente acabado. El primero de ellos, gracias al personaje creado por Enrique Gato y su equipo de animadores: Tadeo Jones, un simpático arqueólogo amateur con tripita, nacido para el cortometraje, que ha logrado convertirse con su tercera y más larga aventura en el héroe infantil de este otoño tan jodido.

La historia no inventa el agua caliente y en eso quizá radique su mejor baza para hacer taquilla. Se ha limitado a coger lo más habitual de las tramas y personajes vinculados al género, tratarlos con corrección y armar con ellos una historia simpática y entretenida, con un plus derivado de la personalidad de Tadeo. Técnicamente, la película es francamente buena y narrativamente es solo apañada. Sobre guión, le faltan escenas que trasciendan los estándares de calidad -altos- que se ha marcado como producto, para convertirse en una película inolvidable por sí misma, por su identidad. Me parecieron más poderosos y originales los hallazgos de Tadeo Jones y no digamos los de Tadeo Jones y el sótano maldito (esa reconstrucción de una hucha de barro o ese enchufe del que depende toda la maquinaria maléfica del sótano, ideas realmente geniales).

En la puesta de largo de las Tadeo-aventuras, el secundario gracioso tiene una gracia moderada, los villanos son algo funcionales (el hombre del puño de hierro hubiera admitido un poco más de carisma), la chica daba para mejores situaciones y las pruebas a superar suenan a vistas aunque estén bien tratadas. Los escenarios, las mascotas y la momia son con mucho lo mejor de la función. De todos modos, Tadeo tiene garantizado el recorrido y seguramente ganará con el tiempo.

Pero después de verla (era la única que me faltaba del cuarteto otoñal formado por Blancanieves, El artista y la modelo, Lo imposible y ésta), he confirmado que el cine español vive un momento verdaderamente chocante -otro más-: Tres de las cuatro películas que se han estrenado con éxito en el tramo final del año responden a una identidad ajena al país que las produce: Lo imposible tiene vocación anglosajona en su planteamiento y se consolida en la elección de sus protagonistas. El artista y la modelo podría pasar por francesa (su versión original, de hecho, está hablada en francés), y Tadeo Jones es un albañil de Chicago que, eso sí, coge aviones de Iberia. Se distancia de este cosmopolitismo de supervivencia la inclasificable Blancanieves que, con todo el partido que le saca a lo más racial de nuestro folclore, resulta que es muda.

¿Está por fin nuestro cine abriéndose al mundo para "ganar en competitividad"? ¿Es un síntoma de que todos los que se dedican al cine en España quieren salir de aquí pitando? ¿Es algo estrictamente casual? Permanezcan atentos a la pantalla.




jueves, 8 de noviembre de 2012

Skyfall


Cada vez follas menos, James. 
Es comprensible en cierto modo, con esos giros temporales tan desconcertantes que da tu biografía. Eres por fin, después de tanta tralla, el que debías ser cuando empezó todo. Pero conservas un coche de cuando eras otros y la M solo podía corresponder a un hombre, su secretaria ya estaba allí y tú hasta fumabas si tenías puesto el smoking.
Estás en el siglo XXI contándonos lo que tenía que haber pasado hace 50 años, mientras las amenazas son las de ahora y la tecnología se ocupa de facilitar la maldad más y mejor que nunca. Te haces mayor siendo el 007 del comienzo y te vas adornando de cicatrices que antes -por después- no tenías.
Con todo ese galimatías vital, propio de un hombre cuya única residencia conocida son los hoteles con casino y cuyo equipaje se limita al pasaporte y la pistola, tienes que echarte en cara a los megalómanos que andan sueltos, a sus esbirros de arma corta y a alguna que otra chavala que apenas nos enseña la espalda o el escote. Está bien, son las reglas del servicio, pero tu pasado debiera seguir como cosa exclusivamente tuya. 


Dado que las cosas no pintan así, las buenas bazas pasan por tener réplica ágil y pegar duro. Y en eso sigues, aunque te cueste toneladas de jet lag y falta de sexo. Con todo, conduces bien motos y excavadoras, matas sin pestañear, encuentras la manía del maníaco con bastante presteza y aguantas a la carrera lo que haga falta.
Es un buen comienzo a estas alturas. Ya solo nos falta conocer el origen de Espectra y, mientras asoma, yo que tú elegía varias chicas Bond de las de antes, sin placa del MI6 y sin estudios, y aprovechaba para echar unos polvos. 
Ahora que sabemos que no eres tan inglés.

martes, 6 de noviembre de 2012

En la casa



Confieso que cuando la fui a ver en el Festival de San Sebastián, no esperaba grandes cosas de esta película de François Ozon, un director que, siendo brillante, suele a menudo deslumbrarse consigo mismo. Pero me equivoqué hasta la empuñadura, porque Dans la maison (En la casa), es una verdadera maravilla. 

La película, con apenas media docena de personajes y basada en una obra de Juan Mayorga, expone el dominio creciente que un alumno con dotes narrativas ejerce sobre su profesor de Literatura, y lo que esto supone para ellos mismos y todos los demás implicados en el proceso. Lo hace con ritmo, agudeza, humor y tensión, todo en delicado equilibrio, solapándose o relevándose según conviene al relato.

Sus actores aprovechan el regalo: Fabrice Luccini compone un personaje memorable, Kristin Scott Thomas está británicamente perfecta y Emmanuelle Seigner demuestra que Polanski, calentones aparte, tenía razón al meterla en los repartos. Pero el trabajo más sutil corre a cargo del joven Ernst Umhauer, capaz de inspirar lástima, ternura, simpatía o miedo con mínimos cambios de voz y expresión. 

Una película sin pegas, inteligentísima, pero de amenidad constante, que os a animo ver en versión original aunque haya que repartir el ojo entre las imágenes y los subtítulos. Además, siempre esta bien desempolvar un poco nuestro poco francés.

La estrenan este viernes. Recomendada queda.

lunes, 5 de noviembre de 2012

Están gilipollas




Según artículo de ABC, el New York Post ha informado de que laWarner Bros.  planea una secuela de Casablanca, una obra maestra nacida de un rodaje caótico en el que el guión se improvisaba día a día. Cass Warner, nieta de uno de los fundadores de la compañía, Harry Warner, parece empeñada en sacar el viejo proyecto adelante. Como es natural, casi desde el momento en que «Casablanca» se convirtió en un éxito, empezó a hablarse de producir una segunda parte, e incluso se trabajó durante años con el título provisional de Brazzaville.

François Truffaut fue uno de los nombres que sonaron para dirigir la continuación, pero el director de Los 400 golpes rehusó en los años setenta; al parecer, su cinefilia le impedía mancillar el nombre de un título de culto.

Para la hipotética secuela de «Casablanca» ya habría incluso un guión. Según cuenta el Huffington Post, Cass Warner asistió en 1988 a una clase de guión de Howard Koch, fallecido autor del libreto de la cinta de Michael Curtiz. En aquella sesión se habló de un guión que el propio Koch había preparado 30 años antes. Hace unos meses recuperaron la idea y ahora solo están buscando a un cineasta solvente que pueda hacerse cargo del proyecto.

Según la idea original de Koch, en esta continuación Elsa y Laszlo (su insoportable marido) tratarían de encontrar de nuevo a Rick y a Renault. La causa es que cuando Elsa huye de la ciudad africana, descubre que está embarazada y que el verdadero padre no es su marido, sino Rick. El niño crece en los Estados Unidos, pero como sus padres son tan íntegros, le cuentan la verdad al chaval, que cuando tiene la edad suficiente se lanza a buscar a su verdadero progenitor. Del reparto poco se sabe, pero ya suena incluso el nombre de Joseph Gordon-Levitt (Origen) para uno de los papeles principales.

Vamos, que están gilipollas, y que bien por Truffaut.




sábado, 3 de noviembre de 2012