lunes, 1 de octubre de 2018

Disobedience


Atmósfera gélida para un amor reprimido y volcánico entre Rachel Weisz y Rachel McAdams.

Esta película descubre su mejor carta en el poster, donde ellas se besan en primer plano, y debió guardarse semejante sorpresa para multiplicar la potencia del verdadero tema, que no es -como al principio parece- la muerte de un rabino ni el regreso al hogar de la hija que huyó de la ortodoxia del barrio judío de Londres.

A pesar de lo llamativos que resultan sin subrayarse la imposibilidad de un abrazo de reencuentro entre hombre y mujer que comparten pérdidas y llevan años sin verse, el tradicionalismo militante de alguna que otra señora de su casa, el pijamita hebreo para el hombre o las pelucas ocultadoras de la verdadera naturaleza femenina en esta comunidad axfisiante, todo eso está ahí progresando implacable pero sin maniqueísmo.

Al fin y al cabo, la irritación de la hija pródiga que buscó una vida artística en Nueva York es legítima y coherente, incluso antes de que sepamos su secreto. También la tristeza contenida de la amiga, las maneras conservadoras y los reproches del pariente entrado en años,…

Otra cosa es el temor creciente del que apunta a sucesor del rabino muerto, marido de una de las Raqueles, cuando sabemos que su matrimonio no sólo es plúmbeo, sino concertado. Se trata de un elemento narrativo distinto pero también lógico, nada discordante puesto que se va descubriendo cuando debe.

¿Estoy mostrando mucho del pastel? Porque todo esto os lo digo sin remordimientos, ya se ocupó el tráiler de hablar más de la cuenta antes que yo. En fin, por si acaso vamos terminando: el resultado es una historia de amor lenta, elegante y desoladora, que podría encajar en otros muchos ambientes igual de impermeables a las novedades sociales.

La dosificación en pantalla de hechos y razones, su apuesta por una narración gradual, es para mí uno de los principales valores de Disobedience como película rodada hoy. Aunque repasando poster y tráiler, es evidente que el distribuidor no lo vio así. Lo que certifica la vigencia de la percepción general de determinadas actitudes como escandalosas, sin que los espectadores atraídos por el supuesto escándalo se sientan ortodoxos. ¿Verdad?   


3 comentarios:

  1. Estás repescando todo lo que te dejaste en los meses anteriores de 2018, eh?

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  2. La Weisz es un milagro de la Naturaleza.
    48 castañas y parece una treintañera.
    Sin operar.

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    1. ¿Tú crees? A mí me parece guapísima, pero afirmaría: "operada sin que se note demasiado".

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