Atmósfera gélida para un amor
reprimido y volcánico entre Rachel Weisz
y Rachel McAdams.
Esta película descubre su mejor
carta en el poster, donde ellas se besan en primer plano, y debió guardarse semejante
sorpresa para multiplicar la potencia del verdadero tema, que no es -como al
principio parece- la muerte de un rabino ni el regreso al hogar de la hija que
huyó de la ortodoxia del barrio judío de Londres.
A pesar de lo llamativos que
resultan sin subrayarse la imposibilidad de un abrazo de reencuentro entre
hombre y mujer que comparten pérdidas y llevan años sin verse, el
tradicionalismo militante de alguna que otra señora de su casa, el pijamita
hebreo para el hombre o las pelucas ocultadoras de la verdadera naturaleza
femenina en esta comunidad axfisiante, todo eso está ahí progresando implacable
pero sin maniqueísmo.
Al fin y al cabo, la irritación
de la hija pródiga que buscó una vida artística en Nueva York es legítima y
coherente, incluso antes de que sepamos su secreto. También la tristeza
contenida de la amiga, las maneras conservadoras y los reproches del pariente
entrado en años,…
Otra cosa es el temor creciente
del que apunta a sucesor del rabino muerto, marido de una de las Raqueles,
cuando sabemos que su matrimonio no sólo es plúmbeo, sino concertado. Se trata
de un elemento narrativo distinto pero también lógico, nada discordante puesto
que se va descubriendo cuando debe.
¿Estoy mostrando mucho del pastel?
Porque todo esto os lo digo sin remordimientos, ya se ocupó el tráiler de
hablar más de la cuenta antes que yo. En fin, por si acaso vamos terminando: el
resultado es una historia de amor lenta, elegante y desoladora, que podría
encajar en otros muchos ambientes igual de impermeables a las novedades
sociales.
La dosificación en pantalla de
hechos y razones, su apuesta por una narración gradual, es para mí uno de los
principales valores de Disobedience como película rodada
hoy. Aunque repasando poster y tráiler, es evidente que el distribuidor no lo vio
así. Lo que certifica la vigencia de la percepción general de determinadas
actitudes como escandalosas, sin que los espectadores atraídos por el supuesto escándalo
se sientan ortodoxos. ¿Verdad?
Estás repescando todo lo que te dejaste en los meses anteriores de 2018, eh?
ResponderEliminarLa Weisz es un milagro de la Naturaleza.
ResponderEliminar48 castañas y parece una treintañera.
Sin operar.
¿Tú crees? A mí me parece guapísima, pero afirmaría: "operada sin que se note demasiado".
Eliminar