Oriol
Paulo confeccionó previamente a esta película El cuerpo y Contratiempo. La primera
fue un potente debut en la intriga, con José Coronado, Belén Rueda y Hugo Silva tirando del
carro comercial y paladeando un inteligente guión con las sorpresas adecuadas. La
segunda, Contratiempo, fue un bombazo (Mario Casas mediante) aquí y en China. Con
un guión igualmente inteligente, pero más arriesgado en su pirueta principal.
Así las
cosas, se puso con la tercera, Durante la tormenta.
Su último
largometraje sólo tiene un detalle abiertamente desacertado: el retrato al óleo
que preside siempre la vida del personaje que interpreta Javier Gutiérrez, un
retrato que parece contagiar al póster de la película, francamente horroroso.
Pero lo
demás es Paulo que continúa su progresión. Lo consigue mediante un guión
milimetrado y una puesta en escena envolvente, haciendo bien los deberes con
ideas similares bastante anteriores y algún guiño de cinefilia ochentera (ese
reloj herido por el rayo…)
Cuenta
de nuevo con un reparto bien seleccionado (fantástica Adriana Ugarte), clima
conseguido (en lo moral y en lo meteorológico), e interiores de auténtico lujo,
pues aquí se trata de que las casas, las oficinas, las aulas, hospitales o
pasillos molen en pantalla, no apegarse a la realidad y sus grietas.
Todo eso
agitado con un ritmo de tensión y romanticismo creciente que te pega a la
butaca para seguir la historia como se sigue un número de magia, dispuesto para
deslumbrarse aunque se sepa que no es verdad, que tiene truco.
La
película apenas rozó el millón de euros en la taquilla nacional (yo mismo la dejé pasar inexplicablemente), pero va a
desquitarse en el streaming, donde mi opinión es que "lo va a petar", como suele decirse en este milenio. En China ya
veremos lo que pasa.
¡Me has convencido para conseguirla y verla! Del director solo he visto Contratiempo, y me lo pasé muy bien con ella.
ResponderEliminarBeso
Hildy