jueves, 28 de febrero de 2019

El fotógrafo de Mauthausen


Se ha rodado tanto sobre las crueldades del nazismo que durante mucho tiempo (desde la posguerra mundial hasta los skin-heads de estadio), pareció que en Alemania, tras aquel horror, no existían ni delincuentes comunes.

De este subgénero de la barbarie nazi, la variante campos de exterminio-concentración-prisioneros es la más recurrente del Cine. Y aquí se sitúa la aportación española que tanto se ha demorado en llegar.  Nada menos que en Mathausen, uno de los campos más tristemente célebres de aquella guerra total.

Allí hubo unos cuantos miles de españoles, entre ellos Francesc Boix, que por su trabajo en el laboratorio fotográfico del campo pudo organizar la sustracción de negativos que contribuirían a no pocas condenas en los juicios de Nuremberg, posteriores a la derrota alemana.

Es una lástima que la originalidad del personaje y el elemento clave de la historia (la película fotográfica a preservar como prueba de lo que allí pasó) no cobren un empaque mayor. Siendo interesante lo que se cuenta y resultando veraz y terrible, le falta sin embargo a la película ese inaprensible ritmo emotivo, situaciones no vistas antes, momentos de intensidad propios. El clan de españoles sin papeles, que se sabe era en las trincheras y en los campos un piña irreductible, graciosa y brava, podía haber generado ese sello distintivo.

Mario Casas está muy bien en su papel, eso no se pude negar. 


3 comentarios:

  1. yo creo que en España también hay muchas historias aún por contar de la guerra civil y que deberían llevarse a la pantalla de la manera mas fiel posible, ahora que la historia de la guerra civil se diluye en la memoria de las nuevas generaciones, que muchos ya ni saben que existió, o lo mismo mejor no entrar en esos jardines que abra heridas, pero, repensando nuevamente, ya las heridas que podrían abrirse no existen en las generaciones actuales o ¿mejor nos esperamos unos lustros para correr menos riesgos?, pero que la historia de la guerra civil no se olvide como no se olvida el genocidio de la 2da guerra mundial.

    ResponderEliminar
  2. Estamos muy cercanos en lo que pensamos sobre esta película. Yo iba con muchas expectativas. El personaje de Francesc Boix me llamaba tremendamente la atención... y el tema de la fotografía, y más en situaciones extremas como la de los campos, donde había interés en no dejar imágenes documentadas. Pero para mí la película se queda en un intento de temas esbozados y tampoco hay una "forma" de contar esta historia que atrape. Sin embargo, pongo en valor que era una historia que contar y que pone en conocimiento la historia de Boix y sus compañeros.

    Beso
    Hildy

    ResponderEliminar