lunes, 11 de febrero de 2019

Green Book


Es chocante que esta película tan educada esté dirigida por un Farrelly, experto en humor zafio aunque exitoso (Dos tontos muy tontos, Algo pasa con Mary, Yo, yo mismo e Irene, Amor ciego, Pegado a ti…). Claro que esas Peter las hizo con su hermano Bobby, que a lo mejor es el gamberrazo de la familia.

En cualquier caso, Geeen  Book es otra cosa, ya digo, elegante, fluida, sin pasarse de obvia (aunque tampoco de profunda). Tiene una historia sencilla que hay que contar bien y una dirección artística, intérpretes y guión más que aseados. En especial los actores, perfectos todos en sus roles, aunque nominen siempre como protagonista al que engorda para el papel (Ali está nominado como actor de reparto).


El racismo sobre el cual pivota todo lo que se cuenta aquí no requiere para la historia de esa gira por el Sur de artista negro con chófer blanco de momentos demasiado escabrosos o violentos. No juega en esa liga ni lo necesita, entre otras cosas porque bastante escabroso y violento resulta ya ver en pantalla que se impida orinar en el baño de dentro de la casa a quien va a dar un concierto allí mismo para todos los que sí pueden usar ese retrete. O ver como se niega el derecho a cenar en el comedor del hotel a quien tocará en ese mismo hotel para quienes están cenando en su restaurante vetado a los negros. 


Además, lo importante de la película no son los momentos de discriminación racial en los ambientes finos de Alabama o Mississippi. Lo que importa aquí es el descubrimiento del otro que se produce entre el chófer italoamericano que se sabe “basura blanca” y el negro triunfador pero terriblemente solitario por su excepcionalidad. Cómo extraen ambos enseñanzas de la persona con la que están obligados a compartir el viaje. Sus intereses, sus miedos, sus emociones, hasta llegar al respeto y el cariño.

En cuanto al libro verde (esa guía de alojamientos y hostelería para negros “si quieres hacer un viaje digno”), es meramente instrumental. Existe, y me imagino que ha salido de la realidad de la época, pero apenas tiene peso más allá de un par de consultas vejatorias y el título del film. Ésta se podría llamar Dos en la carretera y no cambiaría nada. Ah, no, espera, que esa es de Audrey y Finney. Entonces vuelve a ponerle Green Book.


2 comentarios:

  1. Pero no me digas que Green Book no es un título fantástico, pegadizo y comercial para una película de aires no tan comerciales, incluso en español tiene gancho, El libro verde.
    Título que crea curiosidad y cuando se satisface viendo que se refiere a un libro donde estaban publicado los establecimientos donde los negros eran bien recibidos pues no deja de llamar la atención.
    Peli que tengo que ir a ver.

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  2. Es cierto. El título es muy bueno

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