Sin rodeos es fiel a su título:
una comedia sencilla y aparente, con unos buenos gags dialogados, unas cuantas
caras olvidadas pero agradables de reencontrar y un despendole medidito cuando
el personaje principal se despendola.
Maribel Verdú se echa esta película a
la espalda con la soltura de una estrella de cine. Muy graciosos Candela Peña, Flo y
la hermana gatófila que sobreactúa Toni Acosta. Lo demás también vale, porque el ritmo lo enlaza todo
adecuadamente y la primera comedia dirigida por Santiago Segura fuera de su
saga torrentiana acaba rápida y feliz.
Sin rodeos es un remake de una comedia chilena de éxito titulada Sin filtro. Y la idea de partida, decir lo que se piensa y hacer lo que se quiere sin freno protocolario o convivencial alguno, ya estaba en aquella de Carrey abogado que se tituló Mentiroso compulsivo, pero aquí nos ahorran todo el repertorio de muecas de Jim, que son sólo para muy fans.
En recaudación salió bien, aunque
pudo ser mejor. Espero que el balance anime a Segura para seguir dirigiendo
historias alternativas a la de su personaje más popular y rentable. Él quizá
haría menos caja, pero creo que los espectadores saldríamos ganando.
Veo que has vuelto recuperado y en forma. La de Spielberg me gustó mucho, está entre las que me parecen más limpias, bien narradas y sólidas, como El puente de los espías.
ResponderEliminar1941, por cierto, más bien mala y fallida como comedia bélica y loca.