jueves, 20 de abril de 2017

Kiki, el amor se hace


Aquí siempre estamos buscando al listo de la clase: Almodóvar, Amenábar, Fresnadillo, Bayona… Paco León. Creo que éste último es el verdadero chico listo. No le descubrí hasta Carmina y su puesta en pie, no digamos la comercialización, me pareció brillante. La segunda de Carmina es aún mejor. Y, mientras ha aportado su vis cómica o dramática al servicio de aciertos como Tres bodas de más o Siete años, León ha coescrito y dirigido Kiki, el éxito inesperado del 2016, del que opino demasiado tarde.

Se supone que Kiki es un remake (no voy a abrir google para mirarlo) y tiene un título para echarse a temblar. Pero León hace la historia absolutamente suya, destroza por comparación los intentos frustrados de humor del último Almodóvar, dirige a los actores con precisión y desparpajo, consigue el ritmo que la comedia necesita (lo más complicado que existe y en un vida cruzadas como éste, no digamos).

Da lo mismo que el final sea descaradamente complaciente. Las majaderías del novio-atracador, la conversación entre los cirujanos plásticos, las artimañas lacrimales de Candela Peña,  la primera visita al club sórdido pero descacharrante, la asistenta filipina, la llamada erótica del sordomudo, … León regala tantos momentos de risa catártica a su público que el final vale y hasta ayuda.

Música, fotografía y un equilibrio de virtuoso entre lo zafio, lo inteligente y lo cómico, hacen de Kiki un éxito merecido. A años luz de las comedias que han hecho taquilla últimamente en España. Almodóvar debería producirle la próxima y no entrometerse en ningún momento.

León es el chico listo.


3 comentarios:

  1. Yo me lo pasé fenomenal con esta película. Y la historia que más me gustó fue la de los sordomudos, la de Alejandra Jiménez.

    Beso
    Hildy

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  2. la de las bragas se la trae también, esa madre contándolo es impagable

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