domingo, 9 de abril de 2017

Dos cuentas pendientes


QUE DIOS NOS PERDONE
Rodada con brío, con sensación de calle, programa de madrugada cámara en mano, atestado policial y telediario veraniego, esta nueva película del director de Stockholm es un paso más en su pericia narrativa, técnica y de dirección de actores.

La historia lo tiene todo, hasta licencias de guión muy notables que cuelan sin un pestañeo, tan bien está de ritmo e interés la historia. Capitanean un puñado de polis, más creíbles cuanto más castizos y capullos, junto a un Antonio de la Torre que también brilla, gracias a la originalidad de su papel y el modo de construirlo en pantalla. Lo de menos es el malnacido que viola ancianas, aunque está todo lo aterrador y enfermizo que le corresponde.

Silencios policiales desaconsejables, ambiente caluroso y movido en el centro de Madrid (ya le podíamos dar una pasadita de pintura y escoba, coño), un poli fuera de control, otro circunspecto, flecos familiares aquí y allá que dicen poco pero bien,... En fin, la película debió arrasar, pero tuvo la desdicha de solaparse en cartel con Tarde para la ira. Ay, distribuidoras, que Dios os perdone.

Al menos Roberto Álamo se llevó su Goya, bien merecido.



EL HOMBRE DE LAS MIL CARAS
Toparse con una película española que aborda casos tan rocambolescos y significativos como el de Paesa metido en el enjuague final del asunto Roldán. Una película que viaja a París, Singapur, Berlín o Berna. Que se entiende a pesar de los vaivenes en el tiempo, la profusión de personajes, idiomas, escenarios y pufos. Que se disfruta como aquel cine francés de fama (Delon hubiese sido un gran Paesa) o el cine inglés casi desaparecido desde que Harry lo fue enterrando con su varita.

Todas esas excepcionalidades hacen de ésta una película excepcional. Llevada a serie de televisión lujosa, aunque fuese de tres episodios largos, creo que habría ganado. Con todo y eso, la última de Alberto Rodríguez me resultó arrolladora. 

Eduard Fernández está ya a un nivel fuera de elogio, pero José Coronado sigue creciendo (y eso que ya está bastante arriba). Todos tenemos mil caras.



4 comentarios:

  1. Sí, hay que perdonar lo del gatito.

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  2. Joder, Manu, joderjoder

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  3. Muy logrado el personaje (y la interpretación) de Roberto Álamo.
    No es un calco el de "Es por tu bien"?

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    Respuestas
    1. Sí, es igualito, pero sigue siendo una estupenda creación del actor

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