martes, 11 de abril de 2023

El exorcista del Papa

Todo es delirante aquí: desde la Segovia castellana a un paso dronero de la costa, pasando por el castillo irlandés que hace de abadía de la Inquisición española o el capellán con botafumeiro paseando antesalas administrativas del Vaticano, hasta el exorcista yendo de Roma a “Segovia” en un garbeo de Vespa.

Es tal la cantidad de despropósitos que acumula la película en sus primeros diez minutos que incluso parece posible que sean intencionados. Yo creo que no. Simplemente, la industria anglosajona de géneros desgastados por el cliché no da para más. Si acaso, para contratar a un actor carismático antaño estrella de cine. Crowe, hombre-de-dios, lo mío viendo este bodrio es injustificable, pero lo tuyo aceptando protagonizarlo tiene que haber sido al menos provechoso. Como sigas así, vas a ir al infierno.

Cito a The Guardian, para no aburrirme más aún que viéndola: "Seguimos teniendo estrellas, aunque las películas que las rodean sean cada vez más insignificantes y estúpidas”.

Pues eso. Qué puedo decir, Satán nos poseyó ante la ventanilla del cine.

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