Un ejemplo clásico de lo que Netflix da de sí cuando quiere ponerse seria y enjundiosa. Empezando por el título (lo mismo el español "en vísperas" que el inglés "al borde"), de un didactismo pedestre.
Su línea de estilo se traslada luego a la cuidada producción ambiental y al equipo artístico, con Jeremy Irons y George MacKay al frente del reparto y el solvente Christian Schwochow como director de la película. Lo del director alemán de fuste (responsable previo de las muy superiores La lección de alemán o La invisible), es esencial para abordar el asunto de los preliminares a la guerra mundial contra Hitler y sus delirios de conquista.
Eso sí, del guión se ocupan Robert Harris -autor de la novela previa- y Ben Power, dramaturgo británico especializado en asuntos "de época". Bastante novedad supone reivindicar a Chamberlain, que pasa casi por un estratega y dispone de la voz de Irons para justificar su defensa prioritaria de la paz, por frágil y breve que fuera. Ni rastro de Churchill, cuya legendaria frase sobre este tema tiene más chicha que toda la película:
"Os dieron a elegir entre el deshonor y la guerra. Elegisteis el deshonor y ahora tendréis la guerra".
El resultado: una película historicista estilo Netflix.
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