No parece española, parece de Netflix.
Quien se pase por este blog de forma relativamente habitual, sabrá lo que eso significa.
Para quien no: la producción y puesta en escena son solventísimas, en línea con lo ya dicho hace unos días. Hollywood podría subcontratarlo todo en España y con caras suyas en el cartel no se notaría ni miaja, pero el margen de beneficios sería mayor porque las mismas películas le saldrían mucho más baratas de fabricar.
El guión es pura fórmula, en línea plataforma de masas. Asume todas las licencias en inverosimilitud del género atraco siglo XXI (lo que facilita anticipar cuanto irá sucediendo); los personajes son completamente planos, ni siquiera se trabajan el cliché; Tosar podría ser Juan Martínez o Manolo López, Coronado no ha hecho un rol más fácil en su vida (rictus único), el chico bilingüe no tiene un solo doblez, la moza ni una sola arista, el hacker aporta la gorra hacia atrás, Cunning la barba ... así.
Con todo, tiene ritmillo, entiendes razonablemente lo que van inventando para llegar a la cámara acorazada y para salir de ella e Iniesta marca el gol de nuestra vida. Creo que ese balonazo es el mejor plano de la película, casi el único de verdad vibrante.
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