Adaptaciones bobas pero
aparatosas de las novelas de Dan Brown aparte, Tom Hanks ha retomado el pulso
eligiendo hace varios años ya. Han bastado unos cuantos “americanos de bien”,
su especialidad, metidos en diferentes apuros (somalíes, berlineses, newyorkinos
o en plena Arabia), para demostrarnos que nadie empatiza como él con la gente a
la que le gusta ver gente honrada en pantalla, echándole huevos a la
globalización y a sus daños colaterales.
Esperando al rey sigue el manual: un tipo desubicado va a encontrar
sentido a su vida donde nada parece tenerlo. Dicho esto, ver a un
estadounidense sin uniforme militar en medio del desierto, comprendiendo que es
un mero proveedor para un cliente que no se deja impresionar, resulta bastante novedoso,
interesante y cómico. Tom Hanks se encarga de que nos identifiquemos con ese
comercial en territorio desconocido y casi siempre chocante.
No hay subrayados (aunque varias
cargas de profundidad están ahí para quien quiera sumergirse) y casi se agradece.
La cara de Tom ante lo que va pasando mientras espera es suficientemente
gráfica. Sigue así, viejo amigo. También a ti nos pasamos un tiempo
esperándote.
Esperando a Guardianes de la galaxia, vol 2
ResponderEliminarEsperando a la fiesta del cine...
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