lunes, 11 de enero de 2010

Todos están bien


Que un director como el tipo que debutó con Despertando a Ned realice ésta primera película en Hollywood, dice mucho de cuál es la política de fichajes que de un tiempo a esta parte se estila en la industria de California, donde parece que los seducen para luego sentarlos en el banquillo o poco más. Y por lo visto, ese poco más puede ser dirigir a De Niro, una leyenda viva en horas bajas que, como dice la portada del Gentleman, no encuentra un guión a la altura de su talento.
Este remake de una película italiana no demasiado estupenda (pero que contaba con Mastroianni en el papel principal), es un despropósito de casting, puesta en escena, sustancia y salsas de comida rápida. Lo más interesante de la película es el chiste de enseñar la pierna que sale en el trailer.
Por desgracia, De Niro no puede recurrir a un personaje icónico como Indiana Jones para resituarse en el ránking. Y Scorsese ha optado por Di Caprio como nuevo actor fetiche (lo que nos queda por ver…).
Así que el único consuelo es que con los talones que va acumulando, Robert vuelva a dirigir, que es donde más afina últimamente. Porque a mí que todos estén bien me importa un bledo.
Yo quiero que esté bien De Niro, que es cuando la cosa se pone seria.

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