miércoles, 4 de noviembre de 2009

Milenium 2: lo de las cerillas, el bidón de gasolina…


Que siga la racha taquillera. Los de la productora han venido a Madrid, capital del país que más libros de Larsson ha comprado para regalar y han visto que en los vagones del Metro sólo se leen las peripecias de Lisabeth.

Y en caliente se venden mejor los churros, aquí y en Estocolmo.

El resultado es una prota que aún fascina, un Mikael que a mi me sigue pareciendo demasiado fondón para el papel y unos tijeretazos al original libresco que no le hacen ningún favor a la versión en pantalla.

Aquí ya no hay recorte para la mejor comprensión del conjunto sino la seguridad de que quien ve la peli ha leído el libro o se lo leerá después para entender de qué va esto. En fin, que la segunda entrega de la trilogía sigue comportándose norteamericanamente, esta vez para mal.

Pero la caja suena a billetes y Lisabeth aguanta el tipo. Algún lince nos hará un pack en dvd con 3 o 4 horas más de metraje, cursillo para hackers en los contenidos extra y aquí todos contentos.

Estamos en el mercado cultural del siglo XXI. Y ya no se le puede prender fuego.

2 comentarios:

  1. Una verdadera lástima, no poder darle candela.

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  2. por fin he ido a verla! te comento mis opiniones al respecto. Fui cn persona no lectora, y el pobre al principio no captaba la historia. Pero ya estaba yo para ayudar. Es cierto que demasiado tijeretazo que hacen que la pelicula parezca un poco caos.
    Lisbeth es un personaje que no se aprecia en todo su esplendor. no es alguien fácil de entender a través de una pantalla. y Mikael, se pilla su personalidad, pero no se si se puede considerar atractivo un hombre así. anda que no habría tíos más agraciados! En fin, donde esté un libro con gracia que se quiten películas cortarollos.
    saludines, Scarrrrr

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