A falta de ver Longless y la
pequeña epopeya animada de Buffalo Kids, sin reseñar Cuerpo escombro y Odio
el verano (sus títulos y trailers hablan casi por sí solos),
me parece que puedo ir haciendo balance.
España es a las comedias televisivas lo que Estados
Unidos a los blockbusters desaforados.
El resultado -cinematográficamente hablando- es
similarmente malo. Pero ellos tienen de mercado el mundo.
Ni uno ni otro sale de su carril. Todos perdemos.
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