Nada que objetar al trabajo de los actores y a la ambientación, británicamente impecables, aunque estemos en Estados Unidos. El ritmo, adecuado. La fotografía, bonita. Los antros, con jazz. La vivienda señorial, entrañable. Las vacas sagradas, sagradas. Y la campiña, ¡ay, la campiña…!
En fin, así todo.
Se tolera, pero es mucho mejor leer a Thomas Wolfe directamente, a ser posible sin ver primero en pantalla, según Jude Law, su pose de genio y el bofetón que tiene.
Menos finamente: un coñazo
ResponderEliminarPues nunca he leído a Wolfe... Me pierdo algo?
ResponderEliminar"El ángel que nos mira" y "Del tiempo y del río". Dos novelones.
EliminarA mí me gustó. Pero Jude es mi debilidad, aunque sobreactúe.
ResponderEliminarY Colin me encanta.