lunes, 13 de agosto de 2012

Prometheus


Hace tiempo que Ridley dejó de ser el genio que filmó Los duelistas, Alien y Blade Runner, una detrás de otra. Que hizo a continuación Legend, La sombra del testigo, Black Rain y Thelma y Louise, iniciando un declive por el que muchos matarían.  

Que luego vivió un bache de tres pelis, sin paliativos, rematado por La teniente O´Neil (qué gafe el de la Demi, por cierto). Y una notable remontada con Gladiator y, en general, las que ha hecho con Russell, salvo la del vino, qué daba un poco de penita.

En lineas generales, aunque sus obras maestras quedaron atrás (tres y grandísimas, a mí me vale), es un tío solvente que siempre ofrece historias dignas de pasar por taquilla. Pero la nostalgia, esa mala consejera, le ha tentado con una precuela de su criatura más icónica y se ha metido en otra nave espacial para explicarnos unas cosas que no necesitan explicación. Y es que un mal guionista no lleva a ninguna parte. No hay potencia visual que lo arregle.

Prometheus es un fiasco de lujo. Carece de lógica en cada uno de sus detalles, salvo los de dirección artística, y apenas cuenta con un par de personajes mínimamente trazados, que dan para que se luzcan los mejores actores del reparto. Lo demás es humo.

No es tan grave. Ridley aún puede regalarnos alguna buena película más. Ésta nunca pudo ser una de ellas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario