lunes, 23 de marzo de 2009

12 años después...



”PLÁCIDO”
(Articulo publicado por David Trueba en 1997, para el dominical del diario El Mundo).

Esta semana se cumplen treinta y cinco años del estreno mundial de Plácido, la película de Berlanga. Motivo por el cual las más prestigiosas universidades norteamericanas se han volcado en un ciclo de homenajes sobre la obra de este cineasta y no son pocas las tesis que se están llevando a cabo en torno a este clásico del cine español. Una copia restaurada de la película, que reintegra fragmentos cercenados por la censura, ha sido lanzada en los mejores cines de Estados Unidos y se espera que su recaudación quintuplique la que logró en su día. La distribución corre a cargo del lobby formado por los grandes estudios de Hollywood, unidos por el amor que profesan al cine europeo y capitaneados por su magnánimo capo Jack Valenti.
Es tal la placidomanía que se vive en los USA que han salido a la venta muñecos que reproducen las figuras de Cassen, Elvira Quintillá y José Luis López Vázquez. El personaje de este último, "Quintanilla, el hijo de Quintanilla el de la Serrería" es el de mayor tirón popular entre los niños norteamericanos para quienes se ha convertido en alguien tan mítico como Batman o E.T. Sus relaciones sentimentales con Martita, nunca del todo aclaradas en la película, han inspirado incluso un juego de mesa para adultos.
Del mismo modo, la personalidad de Berlanga es venerada en todo el país y las mejores firmas publicitarias le han ofrecido a sus top models para que practique con ellas todas las perversiones sexuales de las que siempre ha sido sano defensor y que por las circunstancias políticas de la España que le tocó vivir nunca pudo satisfacer plenamente. La misma Hillary Clinton comentó en público que no tendría ningún reparo en dejarse esposar y ser flagelada por el genial erotómano valenciano.Al guionista de la película, Rafael Azcona, le llueven ofertas para escribir segundas partes y la firma informática Macintosh le ha ofrecido un contrato publicitario que supera las cifras de los de Ronaldo y Michael Jordan, por utilizar sus ordenadores en próximos guiones. En la ciudad de Logroño, Texas, se están celebrando homenajes a su figura consistentes en festejos taurinos, degustación de pata negra y la iniciativa de sentar a un inmigrante a la mesa el día de Acción de Gracias y expulsarlo al día siguiente más allá de Río Grande, que es el eufemismo americano para practicar el nazismo.
El reestreno de la película ha recuperado la actualidad del tan añorado motocarro. La misma General Motors ha lanzado un modelo que reproduce el de la película incluida la estrella de Navidad en el techo. No es raro ver las freeway tan fotogénicas de los Estados Unidos repletas de estos populares utilitarios de tres ruedas que se han convertido en el vehículo preferido de esa cosa que se conoce como el americano medio, y que por lo general da tanto miedo.
La placidomanía, como todos los fenómenos sociológicos, arrastra a su paso tanto a entendidos en cine como a público vulgar. En los próximos meses se espera una versión musical en Broadway, una colección de cromos e incluso una serie de televisión que retoma los personajes más laterales de Luis Ciges y Manolo Alexandre, que en la sitcom de la NBC serán interpretados por Bruce Willis y Bill Cosby. Tal es la mercadotecnia.
La sola nota negativa de este espectacular relanzamiento de Plácido ha venido por la parte de los creadores de La guerra de las galaxias. Coincidiendo con los veinte años del estreno de su peliculita de ciencia-ficción, esperaban organizar una reposición masiva a nivel mundial apoyada en su inmensa plataforma publicitaria, pero el clásico de Berlanga ha copado el interés general y ha castigado a la trilogía galáctica con la más oscura de las indiferencias allá donde quiera que se estrenara. Y es que entre ambas películas existe un abismo en lo que a calidad se refiere, y la gente no se deja engatusar con facilidad.

1 comentario:

  1. Pues tengo yo un librito de la sonrisa vertical que es una selección de relatos eróticos del amigo Berlanga...

    Le voy a enviar el mío, a ver si le gusta y me hace famosa, ja, ja...

    Plácido es un referente... con o sin merchan.

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