martes, 9 de diciembre de 2025

Ya no quedan junglas

"Extraña, imperfecta, con personalidad, bruta, encantadora"... son algunos de los piropos que la crítica le dedicó a este film, poniéndole sin embargo el punto amarillo de un cuatro y medio "revisable". 

Yo tampoco le pondré más. De todo lo que leí cuando me enteré de su estreno en salas, sin apenas promoción, me quedo con que peca de indefinición en el tono. Y añadiría algo aún más esencial en las historias negras de venganza y perdedores: la atmósfera de fatalismo o, simplemente, la atmósfera.  

Hasta Karra Elejalde tiene un papel que bien podría recordar al de Guillermo Francella en El secreto de sus ojos, si hubiesen dado con el punto y sobre todo con la despedida, a la que le falta épica doliente. Esa es la carencia más notoria a cada paso: la épica doliente del noir. Han malgastado a un bestia como Ron Perlman aunque está perfecto en lo que le piden.

Habiendo leído la estupenda novela que la inspira (Ya no quedan junglas a la que regresar) y comprobando que la traslación al cine es inusualmente fiel en personajes, desarrollo, subtramas y desenlace, resulta aún más chocante ver que funciona en tramos contados y flaquea en casi todo. Será que, para los nuevos novelistas, "ya no quedan directores de cine negro a los que regresar".