jueves, 5 de febrero de 2015

No veo estrenos (Parte 1)

Es así, a qué engañarnos. Llevó una racha que me impide ir a los cines a ver lo último. Pero a veces parece interesante rescatar lo que hace muy poco también era lo último y no hubo tiempo de deconstruir. Puede que solo sea un modo de consolarme, porque la gente quiere saber si, en opinión del amigo bloguero, merece la pena lo que está ahora en sala. Pero ya me reengancharé a la actualidad. Y entretanto, ahí van estas opiniones menos frescas, por si estáis pensando DVD sí o DVD no: 


STOCKHOLM es una película pequeña, hábil, elegante y sobrevalorada.
Un planteamiento sencillo que atraviesa tres escenarios, una azotea y algunas calles de la madrugada, sirve para transitar por un amor rápido y desgraciado. Su fortaleza es su textura, dos actores adecuados (en especial ella) y un giro inesperado pero lógico en el planteamiento narrativo inicial, guionizado con coherencia y suficiente nervio. Nada más y nada menos. Lo inusual de la propuesta, que hace de la parquedad presupuestaria virtud, la convirtió en el "tapado" del año. No es para tanto. No es para menos.


¿QUIÉN MATÓ A BAMBI? Comedia loca que no alcanza la locura deseable (el peyote es un recurso fácil), entrecortada de ritmo, hallazgos y bobadas, se quedó en un intento mal rematado, aunque el arranque, el taxista, Carmina y el porrazo final la salvan de un suspenso cruel pero merecido.

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