sábado, 6 de septiembre de 2014

Guardianes de la Galaxia


La última entrega de La Marvel es de lo más agradecida para despedir este verano pleno de sequías creativas, taquillas rácanas y actores en declive. Hollywood pronto estrenará revisiones de Las tortugas ninja y cosas por el estilo, y anda cocinando secuelas para todas y cada una de sus apocalípticas franquicias, firmemente empeñada en suicidarse. Aunque de vez en cuando, entre el ruido y la furia, o incluso extraídos del ruido y de la furia, salen proyectos inesperados, divertidos y con su punto de épica, poesía visual y hasta metáforas inquietantes, como Los Guardianes de la Galaxia.

Para empezar, estos cinco súper-héroes llegan por primera vez a la pantalla y tienen su propio estilo, en una historia menos previsible de lo que suele ofrecer la casa del viejo Stan. Son ladrones, gamberros, desaliñados y buscavidas. Los más educados del grupo, un tipo tatuado de rojo con ganas de venganza y una asesina de sangre azul y piel verde. En fin, lo que se dice un grupito salao. Enfrente, un planeta próspero y civilizado al que no le gustan los rateros, y un villano cuya pasión por la muerte recuerda a la del ISIS.

Aún mejor si cabe que en Los vengadores -hasta la fecha, la más fiel al universo súper-heroico-, Los Guardianes de la Galaxia acierta de pleno con el ritmo escogido para presentar cada problema y cada personaje, para que se conozcan entre ellos y finalmente se compenetren hasta el punto de poner su vida en manos de los demás. Pero su hallazgo primordial es tomarse la historia en serio en pocos momentos y bien elegidos, sabiendo salir de ellos con humor antes de que se vuelvan solemnes. Y eso sin renunciar a la intensidad emocional que pide un rescate en el vacío con una sola máscara de oxígeno o la protección de todo el grupo de guardianes a costa del sacrificio autoconsciente del más parco en palabras.

En fin, una delicia para comiqueros de toda la vida y adolescentes con ganas de marcha galáctica. A estas digitales alturas, los chicos de Star Wars no sé ya que más pueden hacer. Salvo pedirle a Glenn Close que repita en la capital de Alderaan el papel que hace aquí de Ana Botella.

4 comentarios:

  1. jajaja eso digo yo, no se que mas pueden hacer los chicos, ..un momento, ¿chicos?, bueno si, chicos y abueletes de Star Wars.
    Sobre el rescate en el vacio con una sola máscara, queda un poco "chocante" pero luego queda medianamente "coherente" por lo que descubrimos(y descubre) de StarLord, sólo él podría.
    Peli desde luego para el disfrute en la gran pantalla, ya tengo ganas de la secuela, esperemos sigan así de bien.
    Me apetecía una aventura galáctica agradable, de reírse y de disfrutar como esta.

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  2. Ya veo que estas muy joven porque a los viejos simplemente nos aburren estos fuegos artificiales

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  3. Ya ves que a pesar tuyo El Congreso me ha encantado y aburrido a partes iguales....son cosas de la edad

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  4. Ojalá salga Glenn Close en Star Wars :')

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