viernes, 3 de junio de 2011

Trabajo atrasado

Pues eso, que ando más liado que una mona (nunca he sabido por qué las monas están tan liadas y no nos vamos a detener en ello ahora). Pero como hay unas cuantas películas en cartel que pueden interesar al respetable, voy a tirar de rapidez copiando a mi buen amigo Atticus su fórmula de crítica breve pero concisa, aún a sabiendas de que manejándose cinematográficamente en ella, ni twiter ni leches: él es sin duda el rey. Con la venia, maestro:


The company men: Un tema fuerte y muy vigente (el desempleo) desde unos personajes poco retratados en esa tesitura (los altos ejecutivos), pero realizada con mucho miedo a la taquilla. El mismo trailer anticipa que la cosa tendrá final feliz, para no desanimar a sus espectadores potenciales. Tommy Lee Jones y Chris Cooper tan sólidos como siempre. Lo demás, ya digo, cabe en el trailer.


Pequeñas mentiras sin importancia: Lo que dice el título. Las mentiras son pequeñas (aquí todos los personajes, gracias a su acertadísimo reparto, se conocen entre sí de memoria, salvo en el bastante forzado enamoramiento de uno de los hombres hacia otro) y son mentiras sin importancia real (los amigos lo seguirán siendo a pesar de todo). Pero sale la Cotillard. Y eso siempre cuenta.




Piratas del Caribe 4: demasiado presupuesto y metraje, como era inevitable, para ver a un Sparrow que ya no sorprende, desaprovechar a una Penélope que daba para mucho más e inventarse el sub-romance de un secundario absurdo con una sirena que "canta" a Disney sin sonrojo (cuando además, la primera aparición de las sirenas es lo más poderoso y original de la película). Entretenida aunque decepcionante.


Senna: Perfecta para los amantes de la Fórmula 1. O interesados en ver cómo se contruye una hagiografía a partir de imágenes de archivo como si fuese una ficción más que un documental. Prost -y en general los franceses- hacen muy bien de malos.



¿Estás ahí?: Se lo podríamos preguntar al director y al guionista. La idea no era muy original pero podía dar juego. Lamentablemente, se desprovecha un buen reparto al contar ramplonamente cuatro cosas sin apenas personajes y con poco chiste. Alguna escena aislada (la más graciosa en los créditos finales), un momento en el que Gorka demuestra que puede interpretar la emoción y el fantástico Miguel Rellán, al que siempre le basta con estar para ser.


Es todo de momento. Seguiremos informando.


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