"Los peces son amigos, no
comida". Ese era el mantra repetido por los asistentes a la reunión de
tiburones anónimos en la que trataba de reeducarse el gran blanco a quien
dieron un papelito en Buscando a Nemo.
Los peces quizá, pero allí de los
humanos no se decía nada. Y si son rubias y se bañan en pelotas, para que te
cuento.
En los escualos, como en
cualquier otra especie, el verdadero problema con la gula es probar el primer
bocado. Ya no te vas hasta que dejen de sacarte raciones. Así pasen décadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario