lunes, 13 de abril de 2009

Málaga

 
 
 
 
 
 
 
 
 
Después del parón semanasantero, que recomiendo para próximas ediciones hasta a los políticos (en especial a ellos, aunque sólo sea para que nos dejaran descansar a los demás), recupero las claves de acceso a varios amiguetes a la vez.
 
Lo primero comentaros que, aprovechando que en el pueblo la antena de la tele estaba frita, pero como soporte de video el aparato funcionaba, revisité unas cuantas pelis de las buenas: Me siento rejuvenecer, Historias de la radio, La huida, El Crack 2, El prisionero de Zenda y El bosque animado. Que conste que tenía a mano Espartaco, muy de esta semana, pero decidí perdonármela por una vez.
 
Lo segundo es que me voy a cubrir el Festival de Málaga y os mantendré informados. Presiento que la serie Yo y... va a pegar un subidón.

viernes, 3 de abril de 2009

Vivir rodando


Atardecer. Gaby, Miguel Ángel y Sorrel. Cautivos de mal...

(La foto es de Jovi)

miércoles, 1 de abril de 2009

Yo y...




Una noche de habanos y vodka helado en el invierno ruso del 2008, donde cada gángster del billar tenía como pareja a la doble de alguna gringa neumática (se cimbreaban por allí la doble de Cher, la de Pamela y hasta la de Dolly Parton) mi amigo Víctor Andresco, para entonces director del Instituto Cervantes de Moscú, nos contó a mi mujer y a mi la historia de su vida. De lo más celebrado de aquella narración, el oficio periodístico de su padre para la revista Fotogramas y la colección de fotos que derivó de él para adornar pasillos y despachos familiares, cuyo esquema básico consistía en un posado de Andresco senior con la estrella objeto de cada entrevista. Y con el tiempo, la colección adoptaría la forma de un buolevard de la fama apócrifo y particular, que se resumía en un sencillo esquema gráfico: Yo y Ava Gardner, Yo y Robert Mitchum, Yo y Sophía Loren, Yo y…

Animado por Víctor, hoy se inaugura su equivalente electrónico para este blog y, como no podía ser de otro modo, cerrando el círculo del tiempo, el primer posado es Yo y Víctor Andresco. Saludos, viejo lobo.