martes, 31 de enero de 2012

Un buen comienzo

Ahí va un arranque mítico de cine negro, ya que veníamos hablando del magistral comienzo de Drive. Éste maneja otras virtudes, pero no le va a la zaga. Digamos que es de los que nos gustan a los carcas. Forajidos, de Robert Siodmak:

viernes, 27 de enero de 2012

Drive


Una primera secuencia magistralmente rodada. Un encuentro romántico previsible pero tratado con elegante pudor. Unos malos de manual. Y unos buenos sin suerte. El cine negro revisitado, con las concesiones a la violencia salvaje que parecen imprescindibles en el cine actual. Es la única pega de esta pequeña joya llamada Drive: la necesidad no demasiado justificada de encadenar muertes in crescendo que resienten la intensidad real de lo que importa en esta historia sombría, donde la relación entre el conductor, la mujer y el niño debieran prevalecer sobre la maldición del millón de dólares.

En cualquier caso, algunos momentos, con la inestimable colaboración de Baladamenti, alcanzan cotas de lirismo que parecían olvidadas en el género, Carey Mulligan sigue fascinando y la conducción del protagonista, en coche o en ascensor, rebosa verdad.

Pilotar de noche puede tener tanta capacidad de evocación y gozo como sacar la mano por la ventanilla de un BMW.

¿Te gusta conducir? Te gusta el cine negro.

martes, 24 de enero de 2012

Una película con muy buena pinta

El fin de semana pasado me enteré de la aventura cinematográfica que está poniendo en marcha Chema Rodríguez. Se llama Anochece en la India, la protagonizan Juan Diego y Clara Voda y va sobre un tipo en las últimas que emprende un viaje muy peculiar en compañía de su asistenta rumana. En el guión, además de Chema, están Pablo Burgués (que aprovecha su año sabático para hacer lo que mejor sabe) y David Planell, uno de los pocos grandes guionistas que tenemos hoy en activo.

Si queréis sumergiros en esta aventura desde ahora, os recomiendo la web www.anocheceenlaindia.com

Aunque están en preproducción, ya tienen un teaser que promete. Ojalá lleguen muy lejos. La India lo merece. Y el cine español lo necesita.

sábado, 21 de enero de 2012

Contagio


Decía Howard Hawks que "una buena película es tres buenas escenas y ninguna mala", pero Soderbergh es capaz de encadenar una buena secuencia tras otra y conseguir un resultado decepcionante. Después de un planteamiento aterrador y bien rodado, donde todo el mundo se pone malo (el espectador casi también), nada especial sucede en ninguno de los frentes abiertos por la película y el apocalíptico contagio del virus, que discurre con corrección narrativa y estética moderna por los tópicos de siempre. Intentar el realismo formal con un reparto encabezado por gente como Jude Law, Laurence Fishburne o Gwyneth Paltrow (aunque se convulsione maravillosamente) es un fracaso anunciado que sólo compensaría una historia original o profunda (o ambas cosas, lo que últimamente parece inalcanzable para Hollywood).

Al final se trata simplemente de guión y supongo que a eso se refería Hawks cuando hablaba de escenas en lugar de hablar de secuencias. No sólo hace falta saber poner la cámara, lo que importa es para qué la pones.

lunes, 16 de enero de 2012

Habemus Papam


Nanni Moretti se ha inventado otra película interesante y divertida, que tiene en el primer adjetivo su fortaleza y en el segundo su debilidad. La premisa de Habemus Papam es fantástica: el Papa elegido por el cónclave sufre un ataque de pánico y se siente incapaz de asumir su responsabilidad, paralizado por el miedo escénico y la trascendencia de su misión.

A partir de ahí, la historia deriva hacia la tristeza sútil del pontífice y el humor un poco grueso de su terapeuta. Y el fascinante problema de casuística se diluye desafortunadamente para ofrecer al espectador un recorrido ameno pero de poca hondura. Moretti se limita a realizar la película que complacerá a sus admiradores, atrapado por su personaje, cuando tenía entre manos un personaje cinematográficamente mucho más valioso.

¿Qué hubiera hecho Wilder con esa misma idea? Nunca lo sabremos, pero al terminar la película me dio la sensación de que Moretti hizo como su Papá: recular ante la trascendencia de salir al balcón para hablarnos con sinceridad a los fieles y a los descreídos.


jueves, 12 de enero de 2012

Quo vadis, Hollywood?

Cada vez es más cierto que los Goya señalan con sus nominaciones lo errático, manido o contradictorio que resulta el conjunto de nuestro cine, donde como en todas partes se hacen buenas, regulares y malas películas.

Pero como es algo a lo que me he acostumbrado, hoy me pregunto qué le está pasando a la competencia, a Hollywood, esa industria todopoderosa que ha comido terreno a todas las demás (y en ello sigue). O que incluso ha obligado a algunas cinematografías muy ilustres (como la francesa) a imitarla en sus peores tics.

Bueno, en realidad lo que me pregunto es qué le pasa al espectador, salvo que en los despachos hayan decidido que todos los espectadores que les interesan tienen menos de 15 años.

Ahí van dos perlas de lo que se nos viene encima. El caso es que hablamos de Blancanieves y de Las habichuelas mágicas, pero eso en el Hollywood actual es como hablar de Los vengadores, Crepúsculo o Terminator 6, revueltos y en tortilla.

Echad un ojo:



martes, 10 de enero de 2012

Un título pendiente: Incendies


Oriente Medio es por desgracia la metáfora del mundo. Una metáfora poco sutil, nada hermosa, difícil de tragar. Las religiones excluyentes, los odios atávicos y las costumbres implacables se aderezan allí con las especias habituales: armas de fuego, guerreros sin uniforme, cárceles silenciadas y tanques de ocupación.

Incendies se carga todo eso a la espalda y lo desplaza en tiempo y espacio con pericia y tremendismo, equilibrando brillantemente lo terrible del caso y la frialdad con la que se expone. Una chica tenaz y una madre desesperada atraviesan la historia y llegan hasta el final sin perder su aplomo. El espectador acaba más desecho que ellas.

El mundo sigue girando, con todo y su horror, y parece que algunos cineastas no se lo perdonan.


lunes, 9 de enero de 2012

Un dios salvaje


Polanski se encierra como suele en sus mejores películas y recurre a un buen libreto teatral y a cuatro actores de primera fila para mostrar con humor y crueldad lo que hay bajo la cáscara de la corrección política en el mundo avanzado. Lo hace en menos de 80 minutos y puede que le sobren tres o cuatro.

Al final, los límites a su ansiada armonía se los pone a sí misma la humanidad salvaje: Antes de revestirse de modales, los niños se dan de hostias en el parque y resulta curioso lo de los modales, porque después de un par de whiskys los padres también se liberan de ellos.

En fin corrosión concisa, divertida y un punto deprimente. Para rubricarlo, hay un quinto personaje: el teléfono móvil. De hecho, es quien cierra la discusión.

Os dejo, que me está sonando.


martes, 3 de enero de 2012

Touché


El primero del 2012, maldita sea.

Ha muerto Bob Anderson, el que enseñó esgrima a Errol Flynn, a Iñigo Montoya (tu mataste a mi padre prepárate a morir), a Darth Vader, a Colin McLeod, Juan Ramírez Connery Sánchez Villalobos y los demás inmortales, al Zorro Banderas, a Aragorn, a Alatriste, a Sparrow y a muchos más.

Tanta esgrima feliz en la pantalla grande y un sólo espadachín detrás inventando los duelos. Si Pérez Reverte dibujó un maestro de armas literario, seguramente Bob tiene parte del mérito, porque la mayoría de los que se han encariñado con la plástica esgrima lo han hecho gracias al cine.

Empezó el año. Con o sin Bob, como diría don Arturo: no queda sino batirse.