viernes, 19 de abril de 2024

Varda por Laborda

Circulando por librerías está este pequeño y delicioso ensayo literario sobre la figura de la cineasta francesa. Se titula MUJERES QUE CONDUCEN, el cine de Agnès Varda.

La pequeña directora, figura femenina clave de la nouvelle vague, es analizada con meticulosidad, estilo y reverencia por Juan Laborda Barceló, un autor cinéfago donde los haya. 

La cineasta gala más significativa de la segunda mitad del siglo XX apenas cuenta con bibliografía analítica en España. Y este libro constituye una excelente brújula para rastrear la obra de Varda y hacerse una lista de sus mejores piezas, que son relativamente fáciles de encontrar y ver, si se sabe  cuáles son las imprescindibles.

Además del placer de leer a Laborda, un observador penetrante que nos descubre los rincones del plano. Un libro, en definitiva, para aficionados de avezada curiosidad. Aprovechadlo.

miércoles, 17 de abril de 2024

Jaime de Armiñán

Si Jaime de Armiñán hubiese llegado a tener una segunda esposa -mucho más joven- y una primera -de su quinta- rencorosilla a la norteamericana manera, pareciendo pongamos por caso un Woody Allen de Madrid, es muy probable que le hubieran dado un disgusto con turba dispuesta a su desuelle. Demasiadas películas sobre amores heterodoxos, y todas tan bien hechas, tan convincentes, tan de verdad: Mi querida señorita (el hombre que se creía mujer, ante la criada adorable), Nunca es tarde (un joven José Luis Gómez y su vecina setentona), El nido (ese viejo Alteiro y esa jovencísima Torrent), Al otro lado del túnel (Fernando Rey y Maribel Verdú en su esplendidez de los veintitantos)… En fin, y le gustaban los toros o, al menos, entendía a los toreros. Un tipo curioso, que además se apuntaba a proyectos de José María Forqué, Luis Lucía, Chicho Ibáñez Serrador o Forges. Capaz de convertir a los generales en niños gamberros de escuela y a un profesor ilustre en esclavo. De hacer cosas para estrellas de la canción. Amigo de grandes de todo pelaje, opinión y trayectoria, gente de la talla de Rabal, Fernán Gómez, la Velasco, Pilar Miró, Lina Morgan. A salvo de cancelaciones y linchamientos como por milagro, porque el talento ya no basta para escapar a la picota.

En fin, a eso se le llama heterodoxia de la buena. Falleció hace poco más de una semana, a los 97. Se retiró a los 80. Estamos esperando el ciclo en TVE (jojo juju).  

lunes, 15 de abril de 2024

Pájaros


Una pequeña gran película en la que dos hombres casi opuestos, pero hermanados por la cochambrosa deriva de sus cuitas vitales, atraviesan Europa en una huida hacia delante la mar de cinematográfica. Y además encarnan al dúo Luis Zahera y Javier Gutiérrez, que sin duda están entre los más potentes actores que tenemos en el panorama español actual.

La película va a pasar por los cines como un pájaro emigrando. Pero merece verse en pantalla grande: está brillantemente interpretada, su guion trata al espectador con respeto y la fotografía y localizaciones son espléndidas. Todo construye firmemente una buena historia de nomadeo, humor, lirismo, drama y redención.

No hacen falta prismáticos para verlo. Éste es un título de los que dignifica a una cinematografía cuya deriva también peca de cochambrosa demasiado a menudo.  

lunes, 8 de abril de 2024

Remar como un solo hombre

O de título original en inglés The boys in the boat, tiene un déficit clamoroso: que ni habla de los chicos, ni de como reman como uno solo para ganar el oro olímpico en Berlín. En este terreno, aún contando también con apenas un par de protagonistas de peso (y un entrenador peculiar), es muchísimo mejor propuesta la española 42 segundos sobre el equipo de water polo formado a todo correr para los juegos de Barcelona 92. Lo es ilustrando conflicto personal y mostrando cómo se engrasa un equipo.

A favor de ésta del remo dirigida por Clooney, juega sobre todo la contundencia presupuestaria de su producción, donde los anglosajones rara vez fallan, y más pintando "época". Así, la película se ve aseada y se sigue con agrado y sin trascendencia alguna. De las ñoñerías de regalo, hablamos en la próxima regata.

jueves, 4 de abril de 2024

Reivindicando Davides, toma 4: Blancanieves

Blancanieves, de Pablo Berger, es un prodigio que cayó sobre el público de la 60 edición del Festival de San Sebastián como una suave lluvia después de una larga sequía. Hay que forzar mucho la memoria para llegar a otra propuesta del cine español tan original, arriesgada y redonda, si es que la hay. Una genialidad que parecía imposible conseguir aquí, pero se despliega en poco más de hora y media como lo haría una mariposa exótica, ofreciéndonos un recorrido exquisito por el españolizadísimo cuento de Grimm, pleno de belleza, detalles, amenidad, humor y lirismo.

Un relato el de Blancanieves ya muy conocido y cuyas últimas adaptaciones hollywoodienses ilustran lo difícil que es volver a ese clásico después de Disney. Pero Berger, autor también del estupendo guion, orquesta con enorme talento a un equipo que tiene como director de fotografía a Kiko de la Rica, Alfonso Vilallonga en la partitura, Alain Bainée en el diseño de producción o a Fernando Franco en el montaje. Y un reparto de caras nuevas o conocidas del espectador, que dan aquí lo mejor de su arte sin articular palabra. Lo de Maribel Verdú es para enmarcar y los ojos de Macarena, insuperables.

No elijo escena, me gustan todas.

martes, 19 de marzo de 2024

Reivindicando Davides, toma 3: Abre los ojos

 

Llevábamos tanto tiempo sin que nuestro cine hiciese algo verdaderamente rupturista y no digamos cifi, que cuando se estrenó Abre los ojos, la segunda película de Amenábar (la primera fue Tesis, con la que había dejado la expectativa altísima para ésta), suscitó reacciones de todo tipo, a favor y en contra, de admiración y de ninguneo. 

Pero arrasó en taquilla, no sólo por un reparto joven que estaba en un momento especialmente dulce (Eduardo Noriega, Penélope Cruz, Nawja Nimri y Fele Martínez), sino porque demostraba un completo acierto de casting recurriendo a Chete Lera para el quinto papel importante y nada fácil del psicólogo penitenciario. 

Abre los ojos es todo cálculo (reparto, puesta en escena, música, referentes), a partir de un guion espléndido y meditadísimo. Nolan debería ver esta película una vez al mes durante un par de años, en mi opinión, para entender -pero lo dudo- que no emplea la "matemática de guion" tan bien como él se cree y los premios le hacen creer aún más. 

Amenábar, nada más empezar el nuevo siglo, aún volvería a obtener pleno, con la tercera (y la expectativa más alta si cabe), de la mano de un Cruise productor y una Kidman bella y expresiva en su mejor papel. Aunque nada de lo que ha hecho Amenábar, ni antes ni después, ha vuelto a estar a este nivel. Así se empieza una historia de pesadilla. Bravo.

miércoles, 13 de marzo de 2024

Nyad

A Jodie Foster hace tiempo que no le importa ser como es y elegir lo que le venga en gana. A Annette Bening se le ha quitado la necesidad de ser guapa aún a su edad, al menos en las películas. Esa libertad doble les ha permitido obtener sendas nominaciones a los Oscar, según categoría de cada papel (principal para Bening, secundario para Foster). 

Ellas son de lejos lo mejor de esta película sobre vieja nadadora consiguiendo su sueño de juventud a fuerza de cabezonería y pocos pero buenos amigos. Por cierto, el chico de la función, el siempre solvente Rhys Ifnas (popularmente reconocido como el Spike de Nothing Hill), hace también un gran trabajo. Es el navegante que traza y vigila la ruta más eficiente para que la nadadora cruce la distancia entre Cuba y Florida. 

La película está basada en hechos reales y es norteamericana y de Netflix. ¿Alguien tiene alguna duda sobre su desenlace?

Queridos espectadores, si pulsáis el play dejaos arrastrar por la corriente favorable o no llegaréis a la otra orilla. Sentirse bien con películas como Nyad no es grave, solo previsible.

lunes, 11 de marzo de 2024

Dune, segunda parte

El asunto de Arrakis, la especia, el imperio, las grandes casas y sus cosas sigue adelante. 

En está segunda entrega se mejora bastante el resultado general en pantalla porque, además de recrear el fotogénico desierto, al fin suceden buen número de hechos que construyen una evolución narrativa razonable en algunos personajes principales. Tampoco en todos, hay que dejar algo para la tercera parte, que nos atizarán en año y medio todo lo más. 

Eso sí, la espectacularidad sigue primando sobre cualquier otra consideración: sobre los agujeros del libreto, las elipsis desaconsejables, las repeticiones oníricas y prenatales, la plañidera y omnipresente banda sonora... Nada nuevo. 

Sin despeinarse, Denis Villeneuve desprecia todo lo que en el cine épico actual ha dejado de ser importarte, puesto que la mayoría de coordenadas ya vienen precocinadas de fábrica (el malvado imperio, sus sádicos representantes, el elegido, la profecía, la princesa educadora y rebelde...) No tener que acuñar nuevos clichés evita molestias a los guionistas de hoy. Parece preferible en el siglo XXI no restar un solo instante de intensidad solemne a las dos horas cuarenta y cinco minutos que dura la película.

En fin, que Villeneuve ha entrado en un agujero de gusano y saldrá de él inmensamente rico, pero inservible para el Cine.  

P.D: si yo fuera heredero de Leni Riefensthal, estaría desde hace tiempo exigiendo el pago de derechos por el recurrente plagio de las escenas de masas armadas, calcaditas de su representación nazi en El triunfo de la voluntad.

P.D.2: para la tercera entrega, pongan un poquito de atención al raccord capilar de Timothée Chalamet.  

sábado, 9 de marzo de 2024

Pobres criaturas

Mi tertulia cinéfila ha bautizado a este cineasta como "el griego desagradable". También tenemos a Nolan como "el retortero", a Iñárritu "el telúrico" o a Almodóvar "el EGO". Divertimentos de la afición, para compensar que no pocas veces los grandes autores son esclavos de su personaje y se pasan de frenada.

Aunque el griego tiene en esta peli una excelente idea, con diálogos chocantes y atinados. Lo que pasa es que se le va la mano, en metraje, en barroquismo, en reiteraciones, en gran angular y en sus detallitos desagradables, que no falten.

Los actores, por descontado, están fantásticos. Y Emma Stone se tira a tumba abierta a un papel que la expone más de lo que Hollywood gusta tolerar. Pero el problema -tertulia dixit- puede venir de que han nominado a mejor película del año a lo que no deja de ser una película de retro-ciencia ficción convertida en comedia de humor griego. No griego en general, sino el de nuestro chico. Sin tanta nominación ganaría en acierto y gracia. Aunque sigue sobrando metraje y gran angular.

Como Giórgos Lánthimos se descuide, le encargan un super-héroe cualquier día de estos. Eso sí, de los desagradables. Morbius 2 o algo de ese pelo. Alguna pobre criatura.


jueves, 7 de marzo de 2024

American fiction

De guionista en una bobada resultona como The good place, serie que aguantó cuatro temporadas -el estándar del éxito-, y el estupendo Watchmen televisivo, Cord Jefferson se ha pasado al largometraje y su dirección (sin dejar de ser guionista). 

Le ha salido francamente bien, sin alardes de cámara, fotografía o puesta en escena. Tiene una buena historia que contar y a ello se afana con solvencia, evitando enfatizar lo obvio.

El reparto hace lo suyo, claro: Jeffrey Wright está soberbio como el desnortado escritor Thelonious "Monk" Ellison. Y lo están también las mujeres de su vida (encarnadas por Tracee Ellis Ross, Erika Alexander, Leslie Uggams e Issa Rae), su visceral y entrañable hermano (Sterling K. Brown) y su amigo y agente (John Ortiz), que no se queda atrás y protagoniza junto a su representado algunos de los mejores momentos de la película.

El repaso a la estupidez cultural de gran consumo en los Estados Unidos (a la que vamos camino de igualar y superar por aquí), es contundente, aunque no lo parezca tanto al tratarse de una película educada. En ella, un escritor de raza negra, pero con vida y problemas sin color específico, malgasta su alta calidad escribiendo, a modo de broma, una novela con todos los tópicos asociados a lo afroamericano: "padres inútiles, raperos, crack..." El enredo llega cuando el mercado editorial se lo toma en serio. 

Los estereotipos de la comunidad negra que la película tritura vienen de bastante atrás. De hecho, la novela en la que se basa esta película tiene ya más de veinte años. Pues la cosa ha ido a peor, para sus temas nacionales y para mirar hacia fuera. De muestra, dos botones: la Colombia que vende, la África subsahariana que vende. 

Tenemos evidencias de esta deriva chorra en cualquier ámbito primer mundo de cada día: la "solidaridad facebook" que consiste en ponerse en la foto de perfil la banderita del país donde ha sucedido la última tragedia. La autocensura verbal constante en términos que han pasado a vejatorios hasta para el humor. Las cuotas de género, raza y opción sexual, evidentísimas en el audiovisual (aunque los protagonismos sigan reservándose a los wasp heterosexuales). Etc., etc.

El rollo woke, tan temido y pujante, va dictando sentencia sobre lo que es correcto difundir (y consumir) y lo que no. Sobre qué expresiones son idóneas, qué denuncias son justas, qué relatos merecen interés. Es el racismo a la inversa, la censura reformulada, el reconocimiento forzoso a lo que fue silenciado y ahora debe ocupar el escaparate entero, haciendo de la compensación una nueva injusticia.  

Pero Jefferson, para reírse de todo eso, cuenta una historia familiar sin piel, agridulce y fluida, con sus mierdas, su encanto y su melancolía, mientras "la negritud" y sus fórmulas de rentabilidad asoman una y otra vez en el quehacer del escritor sin lectores. De este modo, la burla al estereotipo del negro-de-barrio-negro-lleno-de-negros-armados-y-cabreados multiplica su efecto. 

No es que a la película le falte mala leche, es que la pone exactamente donde toca. Lo demás es ficción.  

miércoles, 6 de marzo de 2024

Aviones de regreso

El atlas de las nubes

Acumular jet lag en un avión que va y viene de Cuba bien podría titularse como la película que me empaqué en vuelo hace apenas unos días. La dejé pasar en su estreno (creo que como la mayoría, pues tuvo mal boca-oreja), pero me sorprendió con su propuesta alucinatoria y un Tom Hanks pletórico de recursos, para hacer de héroe a la fuerza, de villano repugnante, de escritor decimonónico, recepcionista de hotel y de lo que le echen. 

No me extraña que se embarcase en el festín febril de las Wachowski, porque como actor la película supone un tour de force que pocas veces se presenta y que Hanks es muy capaz de asumir con nota. Ya saltó de comediante puro a actor dramático en un par de papeles. Salirse de nuevo del "corsé Hanks" estaba a su alcance aquí y lo demostró sobradamente. El puzzle del Atlas recupera el talento Wachowski para el juego, la pasión y el acertijo que gastaban en Lazos ardientes y el primer Matrix.  Creo que fue un batacazo en taquilla, pero ahí queda eso. Incubando jet lag, me pareció una grata rareza. 


Golpe de efecto

El regreso de Clint Eastwood a la interpretación después de su redonda y deseable despedida como actor en Gran Torino, demuestra que aún tenía cuerda para Mula pero estaría viejo para el viejo cowboy de Cry Macho.

Esta leve historia de béisbol, reencuentro padre-hija y romance resultón entre Amy (Adams) y Justin (Timberlake), se deja ver con simpatía gracias a Eastwood. Su rol de gruñón con buen fondo no es nuevo, sólo cambia de escenarios. Y luego está John Goodman. ¡Qué pena que no compartan más y mejores escenas John y Clint! Ahí se nota la flojera del guión, pues salta a la vista que su potencial es inmenso. El que Goodman y Alan Arkin desplegaban en Argo hubiera bañado esta película de una calidad suplementaria, sobrevolando las Azores.


Momias

Y hablando de guiones flojos. O más que flojos, lights. Usemos el término anglo para una película española que se viste de anglo de la cabeza a los pies, desde el primer vendaje hasta el último egiptólogo. La crítica anglo, por supuesto, la ninguneó a modo. Las imitaciones, más aún si salen resultonas, molestan al imitado más que halagarle.

Gráficamente logradísima, con el ritmo de las originales, un toque musical bien encastrado y poca enjundia (ni falta que hace), es el tipo de película familiar que el cine español debió plantearse hace treinta años, a lo mejor entonces arriesgando un mundo paralelo distinto al de las momias egipcias. Por ejemplo, de caballeros andantes, de pinturas vivas, de marinos aventureros... Será por mundos fantásticos de este fantasioso país nuestro, que va camino de convertirse en momia.  


Aterrizamos para dormir, por fin. Tal vez soñar.

viernes, 9 de febrero de 2024

Reivindicando Davides, toma 2: Belle Epoque

Belle Epoque es la mejor película de Fernando Trueba, seguramente por Azcona, el mejor guionista de la historia de nuestra cinematografía, el que cambiaba de barrio en cuanto los vecinos se enteraban de su oficio. ¡Cómo será el guion que consigue convertir a Trueba en Jean Renoir!

Y luego el reparto: Jorge Sanz en su mejor registro (guapo manipulado), las cuatro deliciosas hermanas (Penélope Cruz, Maribel Verdú, Ariadna Gil, Miriam Díaz Aroca), la madre cantante de zarzuela y su representante enamorado (Mari Carmen Ramírez y Michel Galabru), el maestro Gabino y su señora madre Chus Lampreave ("parece mentira padre, usted en una casa de lenocinio"), el cura Agustín González ("sí, señora, aquí me tiene, dónde está el pecado, a pie de obra")... 

Y por encima de todos, con su voz magistral, su presencia incontestable, su sabiduría cósmica, el gran Fernán Gómez, el pintor del lienzo en blanco, el recitador de Thomas Mann, el patriarca del cine español.


jueves, 8 de febrero de 2024

El año Coppola

Este 2024. De su propio bolsillo. 
El último suspiro. Apuesto a ciegas por él.


lunes, 5 de febrero de 2024

Que nadie duerma


Anoche vi esta película de 2023 que se me escapó en sala. Dirigida por Antonio Méndez Esparza, sobre una novela del desigual Juan José Millás. Es por simplificar (aunque siempre resulte injusto), un Taxi driver a la española y con Malena Alterio haciendo de taxista.

Ella está fantástica, sería sobradamente ganadora del Goya al que la han nominado (hasta su toque de discurso tendencia puede esgrimir, pero no tanto como otras).

La película, en cambio, se queda corta de efectividad y larga de metraje. Momentos brillantes, otros caprichosos y alguno prescindible. Pero ¡cómo está Malena! magnética, te importa cada uno de sus pasos aunque algunos sean en falso, da igual. 

Gran actriz que no sé si rascará otro papel protagónico de lucimiento semejante. Bien lo merece.

miércoles, 24 de enero de 2024

Varios asuntillos del cine reciente

Ha fallecido Norman Jewison. Para los de la ESO (y después más): director de El rey del juego, ¡Que vienen los rusos!, En el calor de la noche, El caso Thomas Crown, El violinista en el tejado, Jesucristo Superstar, Rollerball, F.I.S.T., Justicia para todos, Agnes de Dios, Hechizo de luna, El dinero de los demás, Huracán Carter... Con esa bestiada de carrera, antes TVE te hacia un ciclo. Ahora no las encuentras ni en streaming. Mis disculpas, Norman, están gilipollas.


Han nominado al Oscar a Robot Dreams, de Pablo Berger, como mejor largometraje de animación. Se bate contra Miyazaki, Pixar, Spiderman... También le han caído dos nominaciones a La sociedad de la nieve, de J. A. Bayona: mejor película extranjera y vestuario. Lo del vestuario tiene su coña teniendo en cuenta lo que pasaron en los Andes.

Me he enterado de que se va a estrenar (no sé si en cine o en plataforma) American Fiction, una que promete enormemente. Que dedicándose a esto de escribir, blogs y libros, da pena no ser negro. Aunque al paso que llevamos, ser autor español heterosexual de mediana edad que escribe sobre la conquista de América va a convertirme igualmente en paladín de un colectivo vulnerable y maltratado.

 

martes, 23 de enero de 2024

La sociedad de la nieve

Bayona demuestra, por si quedaba alguna duda, que puede filmarlo todo de manera abrumadoramente solvente. Elige volver a sus historias de pérdidas terribles (El Orfanato, Lo imposible, Un monstruo viene a verme), añadiéndole un accidente aéreo aterrador, la grandiosidad del paisaje andino, un reparto cuidadísimo (bien por la imposición de uruguayos hablando uruguayo) y mucho respeto al tratar el tema más escabroso de aquella situación extrema. 

En términos narrativos, sigue siendo un buen discípulo de Spielberg (esa carrera de un oficial chileno por el pasillo administrativo casi al final). Aliña con tino y sin sonrojo donde toque con la música idónea, preferentemente emotiva. Reserva un par de parlamentos largos para el discurso de los supervivientes y mete gran angular a saco cuando llega el pánico incontrolable.

En cuanto a la peripecia narrada, no hay nada que añadir. Tremenda. Y las píldoras de realidad que trasladan los nombres sobreimpresos en pantalla y las imágenes finales elevan la propuesta a un lugar libre de crítica. 

Buena película.  


 

lunes, 22 de enero de 2024

Los que se quedan

El sábado por la tarde vi la de Alexander Payne, uno de los pocos cineastas humanistas que le quedan a Hollywood. La película me pareció de lo mejor que han cocinado en USA el año anterior y nos estrenan en éste. Sin inventar argumentalmente gran cosa, Los que se quedan tiene el punto exacto de todo. Un guion magnífico y un reparto imponente con el gran Paul Giamatti a la cabeza.

Como todas esas comedias agridulces de Payne con las que uno se identifica y vivifica, Los que se quedan está en realidad llena de dolor y miserias, desde el chalaneo de aprobados que intenta la dirección del colegio para alumnos con padre "donante", hasta el cuadro clínico de uno de esos padres, que aplasta con una sola frase. 

Prácticamente todo, salvo el humor para sobrellevarlo, es derrota en Los que se quedan: la muerte injusta que habla de cómo las han gastado siempre en "los Estates" cuando se trata de alistar jóvenes para la penúltima guerra; la madre doliente pero valerosa que guarda en una pequeña sombrerera su más conmovedor tesoro; unos niños de papá que tienen a los papás ocupadísimos en sus cosas; un profesor amargado y amargante como la última defensa en un mundo que debería ser mejor, pero ha renunciado a serlo sin sentimiento alguno de culpa; una botella de licor carísimo que simboliza ese mundo en venta; el incomprendido alumno adolescente con el que aún se puede conseguir una única victoria pírrica.

Ya digo que la premisa argumental no es originalísima ni falta que hace. A partir de ella, Payne desarrolla otra de sus bonitas historias que beben de la vida misma, dentro de este pequeño planeta, en sus zonas de paz y desconsuelos. 

martes, 16 de enero de 2024

Reivindicando Davides, toma 1: Volver a empezar.

Esta escena no tiene beso, aunque tampoco hace falta. No debe haber más de 10 en el cine español de semejante calado. Todo lo que contiene es oro puro, la vida de dos hombres haciendo balance en diez minutos fulminantes, para quien dude de aquel Oscar lejano. Y cómo está Bódalo, cómo lee y guarda luego el papel en el sobre como quien cierra un ataúd, cómo le devuelve el diagnóstico a Ferrandis, cómo se sienta y bebe después. Su oponente no se queda atrás, Ferrandis está contenido, resignado y valiente.

Garci, en los 80, era infalible.

martes, 9 de enero de 2024

Todos los nombres de Dios.

Una de esas que le salen a Calparsoro. De inicio y acción potentes, desarrollo cuajadito de clichés (como de anuncio bien hecho) y final más o menos coherente, pero flojete.

No siempre pasa. A veces le sale algo como Cien años de perdón. Con ésta no ha sido el caso. Ha sido lo del párrafo primero.

P.D.: Tosar va necesitando otros géneros. Y la Cuesta dejar de aceptarle papeles-muleta a Calparsoro.

Ventura Pons y las películas que nunca hizo

Ventura Pons acaba de morir. 

La frase anterior podría ser el título de una película suya, aunque habría que decidir si documental o de ficción, si de risa gorda o de seriedad elegante. Porque Pons, en los cuarenta años que duró su carrera, se apuntó a todo, a un estilo y a su contrario, a lo peor y lo mejor del cine, a juez y a parte. A veces me parecía el Jekyll y Hyde del cine catalán. 

Arrancó en los documentales, con los que logró algunos de sus mejores trabajos (recuerdo con especial cariño El gran gato), e hizo mucha comedia caspa (y la comedia catalana caspa es muy caspa). Hasta que en 1994 se sacó de la manga cinco preciosidades consecutivas: El porqué de las cosas, que enlazó con Actrices, Caricias, Amigo Amado y Morir (o no).

Después volvió a los callejones populacheros sin despeinarse. Concediendo aún a su Jekyll algún destello valioso (documentales afortunados, un papel lucido de la Sardá...). Aunque se inclinó nuevamente por más comedia caspa o películas claramente fallidas, incapaces de reproducir la fórmula que le devolviera a la elegancia de los años noventa.

En fin, una prolífica pero extraña carrera la de este director de cine y teatro, productor, guionista y hasta vicepresidente de la Academia de Cine, querido por el catalanismo oficial, asiduo al Festival de Berlín, laureado con distinciones varias, de índole nacional e internacional, cinematográficas e institucionales. 

Conoció el éxito comercial y el autoral, el pedestal y la picota. Y nos quedamos esperando la gran película testamento, que nunca llegó. Descansa en paz, Ventura (podría ser el título de otra peli).



   

miércoles, 3 de enero de 2024

El profesor de baile

Se ha ido con solo 75 años el gran Tony Wilkinson, el que enseñó a bailar a unos cuantos parados británicos. Y que, ya metido en faena, dio lecciones de interpretación a George Clooney (Michael Clayton), a Marisa Tomei (En la habitación), a Gwyneth Paltrow (Shakespeare in Love), o a Christian Bale en Batman Begins. Entre otros muchos que necesitaban "soltarse" o "perfeccionar".

Actuaba desde los dieciocho. Consiguió el éxito internacional gracias al inesperado pelotazo de Full Monty, casi con cincuenta. Apenas tuvo protagonistas plenos, pero le otorgaba verdad a cada personaje que le tocase en suerte. Y de paso, enseñaba a otros a bailar mejor o, como poco, a defenderse.  He oído por ahí, en las pistas y academias de baile, que además era buen tipo, socarrón y generoso.

Buen viaje, Tony.