miércoles, 20 de mayo de 2020

Apuntes para una película de atracos


Siminiani es un cineasta peculiar que hace poco se sacó de la manga una joya inclasificable titulada Mapa. La última de las suyas, esta Apunte para una película de atracos, sigue esa estela en cierto modo.

El esquema de narración en off, los recursos del meta cine, perfectos aportes musicales y tomas recurrentes bien utilizadas, vuelven por sus fueros. Aquí además tiene algo muy distinto a la India y su regreso a la ciudad estándar primer mundo: Tiene a un atracador de bancos. Y una primera frase que parece adaptada de Uno de los nuestros: “Desde que recuerdo, siempre quise hacer una película de atracos”.


Por desgracia, la película tiene dos pegas, una inevitable y otra inesperada. La primera es que el estilo Siminiani ya no sorprende. La segunda es que el atracador, cuando deja de ser una presencia intuida a través del cineasta o de documentos de prensa y manuscritos, para aportar su propia voz a la grabación, resulta que es menos interesante de lo que prometía.

El propio Siminiani en Mapa es más interesante como personaje que el Robin Hood de Vallecas en ésta.

No obstante, ¡qué Madrid retrata en sus imágenes! Desde el Madrid de Garci que no recordaba un ejercicio estético igual. Lo del subsuelo es también un punto a favor, agobiante y loco. La máscara es otro acierto, que no da cuanto promete porque los atracadores de bancos de la realidad están faltos del magnetismo de la ficción.

El final en la furgoneta es una maravilla marca de la casa. Lo que pudo ser y no fue.


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