Siminiani
es un cineasta peculiar que hace poco se sacó de la manga una joya inclasificable
titulada Mapa. La última de las suyas, esta Apunte para una película de
atracos, sigue esa estela en cierto modo.
El esquema de narración
en off, los recursos del meta cine, perfectos aportes musicales y tomas
recurrentes bien utilizadas, vuelven por sus fueros. Aquí además tiene algo muy
distinto a la India y su regreso a la ciudad estándar primer mundo: Tiene a un
atracador de bancos. Y una primera frase que parece adaptada de Uno
de los nuestros: “Desde que recuerdo, siempre quise hacer una película
de atracos”.
Por desgracia, la
película tiene dos pegas, una inevitable y otra inesperada. La primera es que
el estilo Siminiani ya no sorprende. La segunda es que el atracador, cuando
deja de ser una presencia intuida a través del cineasta o de documentos de
prensa y manuscritos, para aportar su propia voz a la grabación, resulta que es
menos interesante de lo que prometía.
El propio Siminiani en Mapa es más interesante como
personaje que el Robin Hood de Vallecas en ésta.
No obstante, ¡qué
Madrid retrata en sus imágenes! Desde el Madrid de Garci que no recordaba un
ejercicio estético igual. Lo del subsuelo es también un punto a favor,
agobiante y loco. La máscara es otro acierto, que no da cuanto promete porque
los atracadores de bancos de la realidad están faltos del magnetismo de la
ficción.
El final en la
furgoneta es una maravilla marca de la casa. Lo que pudo ser y no fue.
No hay comentarios:
Publicar un comentario