Cuando los primeros españoles
desembarcaron en Hollywood corrían los locos años 20 del siglo pasado. Hoy
vamos a fijarnos en uno: el actor Antonio Moreno.
De las muchas cintas mudas en las
que participó (más de 100), han desaparecido la mayoría, pero basta ver la foto
en la que posa apoyado en el cochaco y con mansión propia al fondo, para
comprender lo bien que le fue, incluyendo un matrimonio con rica heredera al
viejo estilo.
De sus películas habladas, nos
detendremos en Asegure a su mujer (1934), escrita por Jardiel Poncela en su
segunda estancia en los EEUU (recomiendo de este autor la lectura de Mis
viajes a Estado Unidos, estupendo texto viajero, cómico y reflexivo, como todo
lo de Jardiel).
Asegure a su mujer fue
una comedia sofisticada que protagonizaron Conchita
Montenegro, Antonio Moreno, Raúl Roulien y Mona Maris. En España fue prohibida en 1941, eran años de mucho
prohibir. Ésta es una de las pocas películas sonoras supervivientes que se
rodaron en español en Hollywood entre 1929-1935, donde Antonio Moreno ejercía para la comunidad hispana un papel similar
al que luego asumió otro Antonio, de
apellido Banderas.
El actor estaba aún muy
solicitado en los primeros tiempos de aquella época (parece ser que tuvo hasta
club de fans). Pero aparte de las versiones en español de éxitos previos, que
Hollywood cocinaba entonces, su fuerte acento le acorraló muy pronto para otros
repartos y proyectos. Así que, sin despeinarse el bigote, ni optar por el
suicidio aparatoso, decidió meterse en el cine mexicano, un cine que iba
directo hacia su Edad de Oro. Por quedarnos con una perla, allí dirigió –entre
otras- la primera película sonora del país azteca, titulada Santa
y protagonizada por la bella Lupita
Tovar.
Para no extendernos demasiado,
vamos a saltar a cine de mucho después, que os sonará más. Moreno, ya
talludito, siempre venía bien en Hollywood para papeles de extranjero con buen
inglés. Por ese motivo (además del talento y sus buenas relaciones en la
industria gringa), formó parte de algunos títulos de culto. Aunque trabajó en
películas de Henry King, Anthony Man o Raoul Walsh, sólo nombraremos tres de
otros directores bien conocidos por la cinefilia internacional: Encadenados,
de Alfred Hitchcock, La mujer y el monstruo, de Jack Arnold (con imaginería recientemente reciclada en La forma del agua) y Centauros del
desierto, de John Ford.
Naturalmente, en España a
Antonio Moreno lo conocen cuatro frikis. Somos así.
Nazi en Encadenados
Científico en La mujer y el monstruo
El que encuentra al jefe "Cicatriz" en Centauros del desierto
Cómo me gustan las historias de esos primeros españoles que desembarcaron en Hollywood. Es un tema que me apasiona. Hace unos dos años tuve la oportunidad de ver por primera vez de Antonio Moreno dos de sus películas mudas: Mare Nostrum y Tierra de todos, ¡cómo las disfruté! Y es que otro de los que desembarcó allá con un éxito brutal fue Vicente Blasco Ibáñez, todo el mundo quería adaptar sus novelas al cine...
ResponderEliminar¡Qué buen recuerdo para Antoniooooo, Fernando!
Beso
Hildy
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