jueves, 12 de marzo de 2020

Antonio Moreno


Cuando los primeros españoles desembarcaron en Hollywood corrían los locos años 20 del siglo pasado. Hoy vamos a fijarnos en uno: el actor Antonio Moreno.

De las muchas cintas mudas en las que participó (más de 100), han desaparecido la mayoría, pero basta ver la foto en la que posa apoyado en el cochaco y con mansión propia al fondo, para comprender lo bien que le fue, incluyendo un matrimonio con rica heredera al viejo estilo.


De sus películas habladas, nos detendremos en Asegure a su mujer (1934), escrita por Jardiel Poncela en su segunda estancia en los EEUU (recomiendo de este autor la lectura de Mis viajes a Estado Unidos, estupendo texto viajero, cómico y reflexivo, como todo lo de Jardiel).

Asegure a su mujer fue una comedia sofisticada que protagonizaron Conchita Montenegro, Antonio Moreno, Raúl Roulien y Mona Maris. En España fue prohibida en 1941, eran años de mucho prohibir. Ésta es una de las pocas películas sonoras supervivientes que se rodaron en español en Hollywood entre 1929-1935, donde Antonio Moreno ejercía para la comunidad hispana un papel similar al que luego asumió otro Antonio, de apellido Banderas.


El actor estaba aún muy solicitado en los primeros tiempos de aquella época (parece ser que tuvo hasta club de fans). Pero aparte de las versiones en español de éxitos previos, que Hollywood cocinaba entonces, su fuerte acento le acorraló muy pronto para otros repartos y proyectos. Así que, sin despeinarse el bigote, ni optar por el suicidio aparatoso, decidió meterse en el cine mexicano, un cine que iba directo hacia su Edad de Oro. Por quedarnos con una perla, allí dirigió –entre otras- la primera película sonora del país azteca, titulada Santa y protagonizada por la bella Lupita Tovar.



Para no extendernos demasiado, vamos a saltar a cine de mucho después, que os sonará más. Moreno, ya talludito, siempre venía bien en Hollywood para papeles de extranjero con buen inglés. Por ese motivo (además del talento y sus buenas relaciones en la industria gringa), formó parte de algunos títulos de culto. Aunque trabajó en películas de Henry King, Anthony Man o Raoul Walsh, sólo nombraremos tres de otros directores bien conocidos por la cinefilia internacional: Encadenados, de Alfred Hitchcock, La mujer y el monstruo, de Jack Arnold (con imaginería recientemente reciclada en La forma del agua) y Centauros del desierto, de John Ford.

Naturalmente, en España a Antonio Moreno lo conocen cuatro frikis. Somos así.


Nazi en Encadenados


Científico en La mujer y el monstruo


El que encuentra al jefe "Cicatriz" en Centauros del desierto

2 comentarios:

  1. Cómo me gustan las historias de esos primeros españoles que desembarcaron en Hollywood. Es un tema que me apasiona. Hace unos dos años tuve la oportunidad de ver por primera vez de Antonio Moreno dos de sus películas mudas: Mare Nostrum y Tierra de todos, ¡cómo las disfruté! Y es que otro de los que desembarcó allá con un éxito brutal fue Vicente Blasco Ibáñez, todo el mundo quería adaptar sus novelas al cine...
    ¡Qué buen recuerdo para Antoniooooo, Fernando!

    Beso
    Hildy

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