En esta clase de lunes, Tommy Lee hacía malos con insultante facilidad, Sean no moría al final (o antes), Sting seguía intentándolo y Melanie brillaba con cualquier peinado y su belleza urbanita maravillosamente loca.
Una vez conocí a una chica en un tren a Ávila que se parecía a Melanie en esta peli. Fue cuando no había smartphones y todos éramos más jóvenes que Sean, incluso Sean.
También estaba nublado fuera de aquel bar de desayunos junto a una pelirroja desconocida y trasnochada. Pero, como diría el gran "Moustache", esa es otra historia.
¡Feliz lunes de tormentas!
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