Tras una tarde estresada de compras, aparecí con mi modelo (cual bailadora de tangos) a la hora acordada (¡increíble!) en el kilómetro 0, donde me esperaba, reluciente, Carla. Y nos dirigimos a la Joy. Allí esperamos pacientemente al reparto de invitaciones, saludos por aquí y por allá… Frases del tipo: ¿Cómo tú por aquí? ¿En qué andas trabajando ahora? Y, como no podía ser de otra manera, nos encontramos rodeados de curiosos que decidieron que los protagonistas de la noche hicieran un fotocall doble: uno con ellos como acompañantes, y luego el propio de la fiesta.
Tras haberme colado por la puerta “Glam”, que era sólo para las y los que harían pase ante las cámaras, pasé luego, también de strangis, a la zona aún más “VIP” donde estaban los nominados y los que darían los premios. Nos acomodamos las dos damas, de un modo peculiar y poco glamouroso, junto a compañeros de reparto de Acusados.
La gala resultó amena e incluso divertida, gracias a Anabel Alonso, aún a pesar del constante “Shhhh” entre el público, pidiendo el merecido respeto que se debía a los que estaban sobre el escenario. De hecho, Antonio Resines, al que supuestamente habían encontrado en el bar de enfrente tomando algo… (uno de los guiños a la gala de los Goya), tuvo que pedir silencio en la sala. Pero no me extraña tanto jaleo, ¡si allí no cabía ni un alfiler!
Los premios, pues bastante poco comprometidos. Todos subieron tranquilamente a recogerlos, como si estuvieran en su propia casa. Se notaba que estaban en su ambiente. Entre belleza, bellezón, y grandes figuras del cine, se repartieron los premios: Penélope Cruz, cuyo premio subió a recoger su hermana Mónica; Luis Tosar, quien ya parece que sabe lo que es reivindicar en condiciones y exigió más portadas para el cine español; Juan Diego, que como apuntador de la gala dijo que en realidad Fotogramas no lleva 60 años dando premios, sino 43; Concha Velasco, quien pidió perdón a José Coronado, pues le había dado plantón hacía pocos días por sufrir gastroenteritis (seguro que los bífidus ayudaron a tal cuestión…); Adriana Ugarte, que se marcó un baile; Sergi López, quien agradeció el premio a través de una videocámara y parecía ligeramente trasfigurado, cual avatar; y por último Amaia Salamanca como la persona más buscada en la página de Fotogramas; Daniel Monzón, antiguo crítico de la revista durante unos 10 años, a recoger el premio a mejor película española…
El momento “cerveza 2” llegó poco después de que acabara la gala, pero no sólo la cerveza voló, hubo una actriz que también quería echar alas… Pero no tuvo esa suerte, las alas no la rescataron. Muchas risas, bailoteo, miradas para retocarse en la invitación-espejo y barra libre, hicieron que la noche pasara tranquilamente. El lifting que sufría Carla, gracias a su impresionante trenza que la acompañaba desde las 4 de la tarde, hizo que no disfrutara todo lo posible, pero el final de la noche y esas risas en "compló" (algo que queda en petit comité) compensaron todo momento incómodo.
Fin de la crónica de Fotogramas, para ver foticos y demás...a la web oficial del evento, que pa’ eso está.
Saludines/ Besines de la verdadera sobrina.
Tras haberme colado por la puerta “Glam”, que era sólo para las y los que harían pase ante las cámaras, pasé luego, también de strangis, a la zona aún más “VIP” donde estaban los nominados y los que darían los premios. Nos acomodamos las dos damas, de un modo peculiar y poco glamouroso, junto a compañeros de reparto de Acusados.
La gala resultó amena e incluso divertida, gracias a Anabel Alonso, aún a pesar del constante “Shhhh” entre el público, pidiendo el merecido respeto que se debía a los que estaban sobre el escenario. De hecho, Antonio Resines, al que supuestamente habían encontrado en el bar de enfrente tomando algo… (uno de los guiños a la gala de los Goya), tuvo que pedir silencio en la sala. Pero no me extraña tanto jaleo, ¡si allí no cabía ni un alfiler!
Los premios, pues bastante poco comprometidos. Todos subieron tranquilamente a recogerlos, como si estuvieran en su propia casa. Se notaba que estaban en su ambiente. Entre belleza, bellezón, y grandes figuras del cine, se repartieron los premios: Penélope Cruz, cuyo premio subió a recoger su hermana Mónica; Luis Tosar, quien ya parece que sabe lo que es reivindicar en condiciones y exigió más portadas para el cine español; Juan Diego, que como apuntador de la gala dijo que en realidad Fotogramas no lleva 60 años dando premios, sino 43; Concha Velasco, quien pidió perdón a José Coronado, pues le había dado plantón hacía pocos días por sufrir gastroenteritis (seguro que los bífidus ayudaron a tal cuestión…); Adriana Ugarte, que se marcó un baile; Sergi López, quien agradeció el premio a través de una videocámara y parecía ligeramente trasfigurado, cual avatar; y por último Amaia Salamanca como la persona más buscada en la página de Fotogramas; Daniel Monzón, antiguo crítico de la revista durante unos 10 años, a recoger el premio a mejor película española…
El momento “cerveza 2” llegó poco después de que acabara la gala, pero no sólo la cerveza voló, hubo una actriz que también quería echar alas… Pero no tuvo esa suerte, las alas no la rescataron. Muchas risas, bailoteo, miradas para retocarse en la invitación-espejo y barra libre, hicieron que la noche pasara tranquilamente. El lifting que sufría Carla, gracias a su impresionante trenza que la acompañaba desde las 4 de la tarde, hizo que no disfrutara todo lo posible, pero el final de la noche y esas risas en "compló" (algo que queda en petit comité) compensaron todo momento incómodo.
Fin de la crónica de Fotogramas, para ver foticos y demás...a la web oficial del evento, que pa’ eso está.
Saludines/ Besines de la verdadera sobrina.
Muy bien, pero que muy bien. A esta chica vas a tener que ponerla en plantilla. Resumen de los premiados, apuntes cinéfilos, detalles de la velada y una prosa sencialla, el resultado: un cóctel muy glamouroso.
ResponderEliminargracias!! :) así da gusto escribir cosas... e ir a lugares glamurosos. ponte las pilas, tito, a ver cuando consigues entradas para otros eventos de estos...
ResponderEliminarpor cierto, no sé si te has dado cuenta, pero en la foto de grupo, Resines no sale. ese se fue a la barra y ya no atendió a más. pero de verdad que estaba..
ResponderEliminarSe fue a buscarme, no nos vemos desde El baile del pato, y posar juntos con calzones de cuero negro y remaches es algo que une en el trago largo para toda la vida (un día cualquiera cuelgo la foto)
ResponderEliminarEsa foto no me la pierdo.
ResponderEliminarAcaban de poner un reportaje de los premios Fotogramas en Días de cine que no ha sido ni la mitad interesante que este.
Rememoremos todos juntos los 50 años de Al final de la escapada, con el permiso de Godard y de Weinrichter, claro está.
Al final de la escapada todo queda en un anuncio de Martini (el tipo que se pasaba el dedo por los labios como Belmondo, recuerdas?)
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