jueves, 19 de octubre de 2023

Nowhere

Netflix es la viva representación del tiempo en que vivimos, entre sensacionalismo y "shoft" (suena más sucio que "light"). 

Para ejercer en régimen de supremacía, le bastan los grandes hitos del catálogo (todos de su primera época), los subarriendos de pelaje variopinto cocinados en otras plataformas/productoras, los nuevos productos documentales de chismorreo deportivo, las películas de autor con un innegociable "tuneo netflix", las series a manivela promocionadas siempre como la que no te puedes perder, sobre la que todo el mundo está hablando, perfecta para un maratón de fin de semana, noche de sofá y palomitas, etc. etc. Y, por supuesto, las películas de algún realizador aupado por un éxito previo de la propia plataforma. Para el caso, Albert Pintó, que ha dirigido casas de papeles, cielos de colores... y que se atreve con el contenedor flotante de Nowhere encantado de la vida. 

Es lógico: resulta difícil resistirse al reto de mantener el ritmo y el interés en un espacio prácticamente único (aunque la película tenga también un prólogo olvidable y algunos flashbacks que oxigenan el desarrollo). La tentación es aún mayor si cuentas con Anna Castillo para protagonizar la pesadilla, siendo el único personaje en pantalla en un 85% del metraje o más. 

Nowhere se sostiene sobre los hombros de esta actriz prodigiosa. Hombros de un cuerpecito que parece capaz de soportar cualquier producto y salir triunfante o, como poco, indemne (véase la miniserie Un cuento perfecto, cursilada netflix que se hace hasta simpática solo gracias a ella). 

Si se asume la endeble premisa argumental de Nowhere y se le conceden unos cuantos minutos al viaje para entrar en situación, hay que admitir que Pintó sabe manejarse en el contenedor flotante, donde pasa un poco de todo eso que suele pasar en las historias de supervivencia extrema. Pero claro: Albert Pintó no es Rodrigo Cortés

Por cierto, Cortés ha fichado a Anna Castillo en su próxima película, sacándola de Netflix antes de que se ahogue.

 

2 comentarios:

  1. Tramposa pero súper-amena. Anna es una pasada de actriiz.

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  2. Muy netflix todo, pero sí, ella está fantastica

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