Alguien que conoce a alguien que conoce a alguien me envía fotos descubiertas al azar en la inmensidad de la red, pertenecientes a la página web de una australiana -o de por ahí cerca- que hizo un viaje a Moscú y se asomó por el Instituto Cervantes mientras mi exposición estaba allí, aunque yo ya me había marchado. Le debió gustar el rollo, porque se sacó dos foticos. Más de un año después aterrizan en mi blog. Este mundo global es raro de cojones...
jueves, 30 de julio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Pues le debió de gustar porque no veas si es sobona...
ResponderEliminarja, ja...
ResponderEliminar