Este es el caso, una dramedia o como se diga donde hay mucho más de drama que de comedia, donde varios personajes con la vida rota (incluso el hijoputa de la función), tratan de recomponerse y seguir adelante.
Es difícil hablar de Bob y de quién le da a los likes sin reventar la película, que nada inventa en lo formal (podría pasar por indie noventera en eso), pero que se lanza a tumba abierta a algunas escenas realmente desgarradoras de bondad, tristeza, desolación o esperanza. Sale airosa de cada una de ellas gracias a sus actores, entre los que brillan y maravillan John Legizamo y Barbie Ferrerira, en dos papeles de una hondura y lucimiento que difícilmente repetirán.
Muy bien por ellos. Mil likes, cojones.
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