Amazon demuestra que cuando quiere ponerse Netflix, puede alcanzar las preceptivas cotas de estupidez empaquetada en cifi de metralleta y superarlas si es menester.
Protagonista de más tirón y caché (Chris Pratt tras los pasos de Mathew MacConaughey). Muchos bichacos veloces e híper-dentados. Explosiones a cascaporro, a ser posible sobre alguna ciudad emblemática en algún aspecto, para el caso Miami, donde hay que reconocer que suena original lo de que tengan laboratorios eminentes en ella.
Y ese graciosete de acompañamiento, esas guerreras que no conocen el miedo, ese niño sabiondo, ese conflicto familiar basiquito, esa nave deudora de Alien enterrada como mandan los cánones terráqueos en los hielos polares de La cosa.... No le falta de ná al supermierdo.
Lo más chocante es que el material como novelita de cifi-terror juvenil tenía posibles. Pero novela y juvenil ya empieza a sonar a combinación rancia, antigua y perdedora. Así que Amazon pasa de ponerse "RandomHouse" y se pone "Netflix".
El resultado es espeluznante, pero dará en el blanco.
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