Star Wars es, en términos de
recursos disponibles, el top del cine mundial. No existe ningún producto de la
industria cinematográfica que se le pueda comparar. Para confeccionarlo lo tienen todo: el reparto que
deseen, la dirección artística más fértil que imaginarse pueda, los efectos especiales
necesarios e innecesarios (incluyendo los que tengan que inventarse para cada
nueva producción al coste que sea), unos departamentos de maquillaje, vestuario y
peluquería absolutamente cósmicos, música de primera (la de siempre y la personalizada para
cada entrega), las localizaciones que les plazcan…
Si vamos a lo general, su iconografía es el mayor
triunfo de la cultura “pop” anglosajona post-Beatles, la de los últimos 50 años.
Su “fan base”, inigualable. Su merchandising (en lo que, por cierto, fueron pioneros), está disponible en cada rincón del
mundo y cuentan con acuerdos para visibilizarlo u ofertarlo hasta en la última
hamburguesería mugrienta o tienda juguetera en las últimas de este planeta. Es el mayor
negocio que el cine de Hollywood ha parido jamás.
En fin, que en lo que se refiere a "munición" de partida, lo tiene todo. Vamos a ponerlo más evidente: TODO.
Bueno... todo, no. Alguien se ha olvidado
de los guionistas, los malmete en reuniones ejecutivas donde nadie quiere
salirse de su baldosa o les ha prohibido no incluir una y otra vez a la
Estrella de la Muerte, aunque sea en ruinas. Si esto sigue así, rescatarán pronto
a jar jar binks para que salude en algún plano desde su silla de ruedas.
Hace ya demasiado tiempo, a
los responsables de la franquicia más famosa de la Galaxia no les acompaña la
Fuerza, salvo que sea así como se llama en el milenio de las dos décadas a la
caja registradora (pay pal, para los jóvenes padawanes).
El resultado, en términos
creativos, es un despropósito. Eso sí, un despropósito en ascenso.
Totalmente de acuerdo.
ResponderEliminarUn despropósito de dimensiones galácticas, como galáctico es todo el negocio que mueve.
esa es su condena, la pastizara excesiva
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