sábado, 7 de noviembre de 2015

Truman



La pequeña gran película de Cesc Gay es la antítesis de lo que hoy "peta" en la taquilla. Un par de vuelos baratos, tres personajes relevantes,  unos pocos episódicos de lujo, media docena de escenarios corrientes pero gratos y el duro trámite de morirse. Es suficiente para hablar de una de las cosas más importantes de la vida: saber despedirse de ella con cierta valentía personal y el esfuerzo por encajarlo que hacen los seres queridos.

Cesc no pretende subrayar los asuntos, ni los graves ni los intrascendentes. Se pega a sus criaturas y las deja hablar, pensar y mirarse. Con tranquilidad, pudor y ritmo. Hasta entran en una librería y compran, un momento absolutamente rompedor del cine actual.

Ricardo Darín está infalible, como suele, y Javier Cámara, versátil como pocos a pesar del físico, tiene un gesto permanente de admiración reprimida que lo mismo puede traducirse en "joder, qué coraje le echa mi amigo desahuciado", que en "joder, qué actorazo es Darín". Y así transcurre la cosa, mientras Truman presiente que cambiará de amo por defunción y el espectador que cambiará de Cine por lo mismo. Id a la sala oscura a verla, antes de que suceda.


4 comentarios:

  1. nuevo ritmo en el blog
    bien, bien

    ResponderEliminar
  2. Está muy bien Truman.
    Darín es la única estrella que nos va quedando, se puede pagar la entrada solo por verle.
    Cámara aguanta como un grande, aunque su limitado atractivo físico le impida serlo en esto de los posters.
    Esto funciona así, Javier.

    ResponderEliminar
  3. estupenda Truman
    aunque el perro hubiera merecido un puntito de protagonismo más directo

    ResponderEliminar