Si yo hubiera pensado
esta película, para poder rodarla lo primero que les hubiera dicho a los de la
pasta es: "tíos, Tom Hanks quiere hacerla".
Hanks es una de las
pocas cosas sólidas que le quedan a este Hollywood dominante (eso no cambia),
pero más bien perdido en un submundo creciente de hombres con mallas e
identidades secretas, policiales rutinarios, derivados apocalípticos y buddy
movies de refrito.
Pero ahora convertimos a Hanks en capitán de un mercante y lo ponemos en el cuerno de África, el territorio de los piratas somalíes. No digo que ya esté la cosa hecha, porque un actor y una idea no son suficientes. Hace falta un montón de dinero, sabiduría técnica y hasta colaboración militar para que los chicos de la Armada se animen a exhibir una vez más alguna de sus fragatas. Aunque ese es el menor de los problemas, porque allí siempre están dispuestos a sacar pecho cuando se trata de poderío militar, como es lógico dado el dinero que les cuesta.
Ésta es, en fin, una película que no ha escatimado un dólar para estar perfectamente bien hecha. Desde esa premisa pone sus elementos en juego: La tripulación, el asalto, los interiores del barco, sus recursos y sus trampas... Pero, por encima de todo, el duelo personal entre un hombre de mar veterano, bien alimentado y seguro del apoyo que recibe de su poderosa nación y un pirata a la fuerza que solo se alimenta mascando la euforizante hoja de khat y trazando peligrosos planes que oscilan entre la fantasía y la supervivencia. Impresionante interpretación la de Barkhad Abdi.
Lo demás es el nervio del director Paul Greengrass para narrar situaciones extremas donde la humanidad de los personajes cuente y, por supuesto, un ajustado aunque continuo uso de la música para aumentar nuestra ansiedad.
Yo, que nunca pensaré, levantaré la pasta ni seré capaz de rodar una película como Capitán Philips, le hubiera suprimido quince minutitos en la sala de montaje. Pero ¿quién quiere recortar un solo metro de celuloide cuando tiene a Tom Hanks?
O sea, que Tom sale gordo
ResponderEliminarCoincido en lo dicho.
ResponderEliminarSobre los 15 minutos que sobran, pongamos que son los primeros. Pongamos que no sabemos cómo se recluta a los piratas. Que no sabemos si Tom es soltero, o si vive en un barco. ¿Cambia el mensaje? ¿Son esos 15 primeros minutos "contexto" recortado o alargado? ¿Es para que haya reflexión sobre los piratas más allá de que sean los malos?
Y como mi respuesta es No lo se, yo los quitaba de otros momentos. Aunque la conversación de Tom y su mujer es lo más flojo del guión.
PD: Creo que Paul G. mueve menos la cámara que otras veces y yo personalmente lo agradezco. Su cine sería muy bueno en plano fijo, estoy seguro.
Pues quizastengas razon..... al principo quitar algo.
ResponderEliminarPues quizastengas razon..... al principo quitar algo.
ResponderEliminarNo se si entro mi comentario anterior
ResponderEliminar.......
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