Tenía una de esas voces que cualquier español reconocería a ciegas. Era una grande del teatro, pero triunfó en televisión y en el cine, en los repartos corales de Berlanga y apuntalando el protagonismo de otros en grandes títulos de grandes directores (Buñuel, Forqué, Fernán Gómez, Miró, Almodóvar, Chávarri).
Actuaba siempre con una naturalidad asombrosa, sin importar que el texto cargase en gracia o en dramatismo. Ella le cogía el punto exacto y lo soltaba como si de verdad viviese su vida en la historia que desarrollaba cualquiera de sus películas.
Amparo Soler Leal, de perfecta dicción y voz clásica, jamás declamaba. No le hizo falta para convertirse en Patrimonio Nacional.
con el parche en La escopeta nacional, terrorífica, insuperable
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