martes, 24 de mayo de 2022

Volando voy, streaming vengo.

 

Los aviones y las plataformas empiezan a parecerse, llenan el catálogo de éxitos incomprensibles, tópicos de sofá (o clase turista), comedietas que arrancan gamberras y acaban en moralina de saldo, superhéroes reiterativos, recuelos de género y así. En la sección de clásicos, son capaces de endilgarte El mago de Oz y Aquaman, una junto a la otra, sin despeinarse. Si estás leyendo esto, probablemente seas un clásico. Con suerte, de plataforma o catálogo de avión.

Lo que sí tiene el avión, modalidad aerolíneas en rutas con origen y destino hispanohablantes, es una norma de oro: no poner una sola película hispanohablante. Mejor anglos dobladas, son las que más nos gustan en trances aburridos de larga duración. 

Quizá esto esconda una técnica sibilina y pauloviana: a base de tardes de sofá en streaming y viajes en turista, terminarás asociando lo anglosajón a los momentos más coñazos o incómodos de tu vida y volverás a casa, al cine de tu terruño, como quien aspira el aroma insustituible de un guiso de abuela…

JAJAJA, que me descojono.


Vamos a ser realistas. En el avión puedes tragarte una de confinamiento con Anne Hathaway y Chiwetel Ejiofor (qué carreras más irregulares las de estos dos), titulada Locked Down. Una bobada cuando se mira el ombligo pandémico-adinerado (qué pisazo, joder) y peor aún cuando se saca una intriguilla de la manga a la mitad, apurados los monólogos de lucimiento de Anne y los recitados poéticos de Chiwetel. 

En fin, que la hacen españoles y los apedreamos.

Puedes ver Cuestión de justicia, con Michael B. Jordan, el Apolo junior de la saga Rocky reconvertida en saga Creed (no sabe ná, el tío Sly). Esta es una de abogado primerizo y altruista, negro y defensor de negros en el corredor de la muerte de Alabama. Todo lo que se puede prever con una premisa así, sucede. Corrección, presupuesto, maldades blancas de manual… parece de Netflix, sin serlo. A lo mejor ya la distribuye.

Puedes encajar una de Wonder Woman, la segunda, y descubrir que hay amuletos expertos en resurrecciones envenen… espera, vuelvo al menú, a ver si ahora escojo mejor… Uy, una animada de Yetis con números musicales… ¡Quita, cooooño! 


Ya en casa, la plataforma espera (“otro milagro de la primavera”). En verdad, lo que espera agazapada es cobrarse tu ausencia.  Sin ir más lejos, con La familia perfecta, perfecto ejemplo de esas películas que van desaprovechando cada buena idea, revolcándose en las versiones más pedestres de todas ellas. La familia humilde tiene que ser de un chonismo caricaturesco, la pija estirada, estiradísima, el bello bruto tiene que ser Coronado… En fin, falta Leo Harlem de cuñadísimo, que encima tendría los momentos realmente buenos de la película. Tremendo.


Pero esto no termina aquí. Queda la cosa gamberri-woke con chavala de Vuelta al insti después de 20 años en coma. Un Siete vidas sin Cantó (bien) ni Cámara (mal). La cómica Rebel Wilson cumple cuando la dejan hacer lo que la vuelve cómica. Lo malo es que el gamberrismo americano de masas recula antes de los créditos y hay que devolver la bondad al instituto, al barrio, a los enemigos y familiares, todo azúcar sobre el acíbar, un mejunje. 

Casi me pareció la mejor, con eso se dice todo.

Hay más streaming y más aviones, claro, pero mi vecino de escalera tiene una dvteca de flipar y mi reproductor aún funciona. Aunque dicen que en este trayecto las ponen hasta españolas. Jojojo jujujú.


 

1 comentario: