PELÍCULAS ESPAÑOLAS ACTUALMENTE EN CINES DE MADRID:
Área de descanso
Artistic Metropol
El tiempo de Plácido
Meana Pequeño Cinestudio
Encierro Palafox y
Kinepolis
Gigantes. La leyenda
de Tombatossals Mirasierra Paraíso
Hijo de Caín Pequeño Cinestudio, La Dehesa Cuadernillos
Insensibles
Mirasierra Paraíso
Lo imposible Cine
de Verano Parque Calero
Menú degustación
Pequeño Cinestudio
Tesis sobre un
homicidio Cine de Verano Parque Calero
Un dios prohibido
Mirasierra paraíso, La Dehesa cuadernillos
Total de cines: 7.
De estas películas, Lo
imposible y Tesis sobre un homicidio
han agotado prácticamente su recorrido comercial y de ahí que estén ahora en
cines de verano. Otras tres han encontrado como único refugio el Pequeño
cinestudio, que hace honor a su nombre por su reducido número de butacas (en una sola sala donde se alternarán las diferentes películas). Hijo de Caín se estrenó hace casi un
mes y medio, pero Menú degustación lo hizo hace poco más de quince días. Respecto
a El tiempo de Plácido Meana, ni
siquiera existe un tráiler colgado en youtube. Gigantes es una película de animación cuyo nivel técnico y
artístico, con todos mis respetos, es aceptable para un canal de dibujos en
la TDT, pero no para la gran pantalla. Área de descanso, cuyo
tráiler es tirando a disuasorio, ha conseguido estrenarse dos años después de
su producción en Artisitc Metropol, otra sala de pequeño aforo. Insensibles y Un dios prohibido tienen como marco la guerra civil, lo que –sin
entrar en sus calidades- hace tiempo que se considera veneno para la taquilla. Encierro es un documental en 3D sobre
los encierros de San Fermín, cuyos principales competidores son –paradójicamente- los actuales encierros de
San Fermín.
El hombre de acero: 40 cines
Gru 2: 43 cines
Star Trek en la oscuridad: 44 salas
Antes de Anochecer (la indie): 23 salas
Estos datos no necesitan comentario adjunto. Hablan por sí mismos.
Hijo de Caín y Menú degustación son en catalán y en catalán e inglés respectivamente.
ResponderEliminarEl Pequeño Cine Estudio, según recuerdo, pone las pelis en versión original.
Aunque al público de esta sala lo prefiere.
Supongo que las "culpas" estarán repartidas: el cine español, los espectadores españoles y los distribuidores españoles o que controlan el mercado español.
ResponderEliminarSí, Luis, es una combinación de todo eso.
EliminarPodríamos sumarle también la brillante actuación de las televisiones, que pagan derechos de emisión para no se sabe muy bien qué.
Por ejemplo, este domingo pasado la programación de cine de TVE constó de ¡Mola mazo ser mono!, película de 2001 (en Cine para todos), La boda de mi mejor amigo, de 1997, y Abajo el amor, de 2003 (en Sesión de tarde); Ghost ryder, el motorista fantasma, de 2007 (en La película de la semana) y Los protectores, de 2006 (en Especial cine).
Al margen de su poca novedad, la mayor parte de ellas son de una calidad aceptable. Eso sí, todas son norteamericanas (una canadiense, el resto de Estados Unidos).
Por lo visto, no hay espacio disponible ni oferta de la cantera nacional aceptable, producida entre 1997 y 2007, para emitir como una de las cinco películas dominicales de nuestra televisión pública.
Pero vamos, no van a hacer cola para entrar...
ResponderEliminarEn otros tiempos, el cine español conseguía conectar más con su audiencia natural por medio de adaptaciones literarias.
ResponderEliminarHaciendo versiones de clásicos o no tan clásicos que eran reconocidos por los espectadores. Si pensamos en obras de cualquier época, películas como "Huella de luz", "El clavo", "La tía Tula", "La casa de Bernarda Alba", "La colmena", "El bosque animado", "Tiempo de silencio", "Plenilunio"... han sido éxitos o al menos éxitos relativos. Ahora apenas contamos con este tipo de cine. Pero quizá esta vía podría aún explorarse.
La otra vía de conexión más habitual ha sido la españolada, claro. Pero de esas sigue habiendo, aunque no sean tan populares como antes.
Y, luego, factores como el ensimismamiento de parte de la producción, los prejuicios de muchos espectadores y, desde luego, la piratería estén siendo devastadores.
Un problema que veo aquí es que muchos directores (más o menos) jóvenes que empiezan son de dos tipos: 1) se declaran ya "autores" y hacen un cine intimista o hermético o elitista u "ombliguista"; 2) imitan descaradamente modelos de Hollywood, por lo que sus películas no dejan de ser seudo-productos de irregular calidad y escasa puntería.
En otros tiempos los espectadores reconocían esos clásicos literarios que mencionas.
EliminarPero ahora no sé si sería posible, salvo que todos los que van mirando el móvil estén leyendo uno en él, cosa que dudo.