lunes, 27 de noviembre de 2023

Napoleón

Ridley Scott ya no se lee los guiones.

Coge los cuatro papeles que le pasan con la escena del día y rueda como el maestro que es desde hace décadas. Naturalmente, cada escena que va sumando así al cumplimiento del plan de producción le queda espectacular, intimista, elegante o descarnada según toque, con una precisión y nivel estético al alcance de muy pocos.

Pero cuando Ridley ya está rodando la siguiente, hay que unir las escenas de Napoleón con el libreto como guía para el montador y para el público final, que sigue su narrativa sentado ante la gran pantalla.

Entonces llega nuestro Waterloo.


 

1 comentario:

  1. Va, ya te pongo yo la posdata, que para eso es tuya: "una castaña bien rodada"

    Mudo

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