La cara de los protagonistas en ese ascensor de notaría lo resume bien. Descarrilados es una comedieta para cines de verano, sin grandes pretensiones ni recorrido, que a ratos es divertidísima y a ratos da verguenza ajena. Más lo segundo, porque esto no lo ha escrito Azcona.
Con situaciones ya vistas, por lo general bien rodadas pero bastante cuestionables, en las que una vez más (aunque cada país mostrado se lleve tomatazos de trazo grueso), los españoles somos campeones de la gilipollez y la zafiedad a tiempo completo.
Se diría que lo único que en el Cine importa mostrar (y promocionar) de nuestra idiosincrasia es lo que "nos ponen" el dinero fácil, la jarana, las titis, el fraude al menudeo, el "producplaismen" de cerveza y el jujú jajá.
Y así vamos. Descarrilando.
No anima mucho...
ResponderEliminarDa la sensación de que es más una falta de buenos directores y guionistas que de actores, no sé si estás de acuerdo.
Lo estoy.
EliminarAunque algunos de los actores jóvenes necesitan reforzar en dicción (hacer doblaje o teatro) y evitar (sobre todo ellas) el registro "cálido susurro", que tantas carencias encubre.