Un solitario en busca de venganza,
un barrio y su bar, un exconvicto con pocas -pero firmes- lealtades y menos suerte, una mujer
a la deriva, una cacería lenta e implacable, una sorpresa inesperada.
El cine hecho por actores a veces
tiene estas cosas: Concreción, sencillez, contundencia. Y lucimiento de
intérpretes, claro. Antonio de la Torre está soberbio (aunque necesita un papel
amable con algo de diálogo cuanto antes), Manolo Solo tiene un papel breve pero
agradecido, de gran actor. Los otros que están metidos en el lío funcionan como
suizos. Y cómo está Luis Callejo, hubiera merecido una escena más, la única que
le falta a un sólido guión. Ellas (Ruth Díaz y Alicia Rubio), ponen un
contrapunto muy medido, con habilidad interpretativa digna de elogio.
Para
todos ellos lucen los ambientes, milimetrados, y la música puntual. Ésta encaja
sin subrayarse y eso que con la música, en una historia así, Arévalo hubiera
podido caer fácilmente en la trampa. Pero ha preferido el sonido limpio,
convencido de que no por eso queda una narración más árida, otro acierto.
Y luego está la cámara, dónde un
director novel se lo juega todo. Bien por Arévalo y su textura granulada.
Travellings solventes, cargados de electricidad, un primer plano secuencia para
enmarcar, movilidad suficiente en los interiores, la carretera, los pueblos, el
campo.
La muerte rodada de forma explícita o fuera del encuadre, en el orden
idóneo, para que sepamos que todas son igual de terribles sin poner a prueba
nuestro nivel de tolerancia a la sangre.
Raúl Arévalo ha debutado con una
película seca y ajustada, a su modo pudorosa, que no le queda redonda por muy
poco. De lo mejor que he visto últimamente.
está muy bien, pero ya hace tiempo que se estrenó, si te descuidas se cae de la cartelera antes de tu recomendación
ResponderEliminarnunca es tarde si la ira es buena
EliminarVoy a verla hoy al Conde Duque
ResponderEliminarFantástica.
ResponderEliminarY es verdad que Callejo está descomunal.
En efecto lo que dices va a misa
ResponderEliminarPELICULÓN!!!
ResponderEliminarAyer conocí a Arevalo y es cojonudo.
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